Frente a la situación que se vive en nuestro país por el incremento en el precio de la gasolina anunciado por el gobierno federal al inicio de este 2017, la organización ambientalista Greenpeace México señaló en comunicado de prensa que:
1.- Desde el punto de vista ambiental y reconociendo que la principal amenaza que enfrentamos como especie es el cambio climático y sus consecuencias, Greenpeace considera que es impostergable la necesidad de reflexionar en torno a cuáles deben ser los primeros pasos para desvincular la economía mexicana de los combustibles fósiles, marcadamente del petróleo y el gas.
2.- El descontento popular frente a los gasolinazos y los impactos que se prevé tengan en el alza de precios de alimentos básicos será cada vez más frecuente en tanto toda nuestra economía dependa altamente de los combustibles fósiles. Por ejemplo, desvincular del petróleo así como de sus derivados (gasolina, gas LP, electricidad) nuestra necesidad de transporte o producción de alimentos no solo hará de nuestra sociedad mucho más amigable con el ambiente sino más resistente a los incrementos en los precios de los hidrocarburos que seguirán aumentando en tanto sea más caro y difícil extraerlos del subsuelo,
3.- México es un país productor de hidrocarburos y los ingresos del gobierno federal dependen en más del 30% de la explotación de estos recursos, lo que significa que nuestra economía y finanzas públicas son altamente vulnerables al estar sujeta a la volatilidad de los precios internacionales y a la disponibilidad de estos recursos.
Ante ello, las últimas dos administraciones federales han insistido en la búsqueda de más petróleo con el argumento central de generar ingresos que sostengan las finanzas públicas, lo cual debe cambiar.
Por otra parte, la organización considera que si bien un incremento en los precios de los hidrocarburos puede sustentarse desde la perspectiva ambiental (en la forma de impuesto al carbono o como incentivo para migrar a fuentes de energía limpias y seguras con el ambiente y la sociedad) éste no debe darse a costa de los sectores más pobres o desfavorecidos, y debe de estar articulada a otras medidas o condiciones que hoy no existen. Si tuviésemos un sistema de transporte público digno, eficiente y de calidad donde el viajar en las grandes ciudades -aunque sea largas distancias- fuera cómodo, seguro y a un precio accesible y diferenciado, podría ser más aceptable comprender el sentido de los aumentos de la gasolina.
Además, que estos aumentos se den cuando la clase política de este país está exenta del pago del combustible al contar con una serie de apoyos económicos y vales para el pago de gasolina, hace que el sentir popular se inflame. “Celebramos que hoy la gente esté protestando ante una medida que les afecta y frente a una clase política indolente. Dejar atrás la indiferencia y alzar la voz de manera pacífica es el primer paso para cambiar nuestra sociedad”, señaló Gustavo Ampugnani, Director ejecutivo de Greenpeace México.
Greenpeace llama a canalizar esa indignación de manera pacífica en demandar un cambio urgente del rumbo energético del país.
“México debe aceptar que ya no es una potencia petrolera sino que podría ser una potencia solar. Tenemos que dejar el petróleo enterrado en las aguas profundas del Golfo de México e iniciar una revolución solar en las azoteas para que pasen a generar electricidad y agua caliente”, abundó Ampugnani.
México tiene gran potencial para detonar fuentes renovables de energía como la eólica, solar, térmica y fotovoltaica, mismas que podrían contribuir con 81 por ciento de la generación eléctrica para el año 2050, que actualmente se obtiene con combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón). Si se apostara por tecnologías renovables podríamos disminuir significativamente los costos de la generación de electricidad. Para el año 2020 podríamos cubrir 44 por ciento de la demanda energética y para 2050 este porcentaje incrementaría hasta 93 por ciento.
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