En el marco del Día Mundial de las Tortugas, la organización ambientalista WWF informó que los quelonios como muchas otras especies son objeto de numerosas amenazas y por ello, implementó una estrategia y acciones para minimizar el riesgo al que están expuestas las seis especies de tortugas marinas de Latinoamérica, esto fue redactado en su Plan de Acción de Tortugas Marinas para América Latina y el Caribe.
Esta publicación contiene un plan a cinco años para reducir las amenazas y generar condiciones para que las poblaciones de tortugas sean estables. Se adelantó un proceso de investigación por más de tres años en playas de toda América Latina y el Caribe, se revisaron cerca de 250 documentos y participaron más de 25 personas, entre biólogos, y especialistas en tortugas marinas.
Diego Amorocho, Coordinador Programa Especies WWF-LAC, explica que “logramos identificar el estado actual de las poblaciones de tortugas y planteamos esta hoja de ruta con los puntos clave y prioridades de conservación hasta el 2020. Este plan de acción busca fortalecer los proceso de investigación y definir de un marco legal, para que el trabajo regional se coordine de manera más efectiva”.
Y es que la situación de algunas especies es crítica. Enfrentan una destrucción acelerada de su hábitat, en muchas regiones aún consumen su carne y usan su caparazón para hacer artesanías, mueren al ser capturadas de manera accidental en las redes y líneas de pesca, son heridas por embarcaciones y su equilibrio natural está en riesgo por el cambio climático.
El rol de las tortugas de mar es esencial para tener océanos saludables. Algunas consumen medusas, que se multiplicarían de manera incontrolada si las tortugas llegaran a desaparecer. Hay también especies de tortugas que son clave para podar las praderas marinas y otras que ayudan a mantener el equilibrio en los arrecifes de coral. Estos dos ecosistemas son básicos para la vida en los mares.
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