Especialistas en tecnología sostienen que es necesario y urgente que las innovaciones tecnológicas se implementen en sectores clave de la economía nacional como parte de la mitigación y adaptación al Cambio Climático (CC) que requiere México. La tecnología es parte de la solución, no panacea, que frenará o permitirá alcanzar los compromisos ambientales, pues sin voluntad política, esquemas más rígidos en emisiones, control de la deforestación y un transporte sustentable, eso será imposible.
En la actualidad, México genera 748 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2) y la meta es disminuirla a la mitad en 2050, pero en los últimos 25 años la curva sólo ha crecido, pues en 1990 se generaban 540 millones de toneladas de CO2.
Andrés Flores Montalvo, director general de Investigación en Política y Economía Ambiental del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), dijo que esto sólo es parte de la aspiración que aún está muy lejana y que implica disminuir per cápita las emisiones que, en la actualidad, son 6 toneladas de CO2 por mexicano y que para el 2050 bajarlas a sólo a 2, meta muy lejana y que continúa en transición.
Al respecto, en entrevista con Mi Ambiente, Daniel Chacón, representante de la Oficina en México de la Iniciativa Latinoamericana sobre Cambio Climático de la Fundación Climate Works, señaló que la tecnología, en términos de renovables, no es un obstáculo, ya que se tienen grandes avances y México debe tener capacidades básicas para estar a la par. “Ni siquiera necesitamos meternos en esos problemas, sino utilizarla de forma inteligente y adaptarla y esa parte nos queda como una tarea que no está siendo realizada, ya que en el ambiente oficial no se apoya a sectores de renovables; por ende, el desarrollo tecnológico no es tomado en cuenta por el gobierno”, precisó.
Sostuvo que esto frena la competitividad y, tarde o temprano, “nos pasará por la izquierda ese cambio tecnológico. Mientras que estamos pensando en Pemex, nos pasa lo del efecto holandés ‘por tener y gastar recursos sin trabajar en renovarlos’; nos hace una sociedad floja”.
Pablo Ruiz Nápoles, investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, explicó que los cambios tecnológicos que requiere la adaptación y mitigación climática deben aplicarse en la línea final de la producción y en la sustitución de los procesos productivos, pero que estos cambios, pese a saber que darían ciertos avances en control climático, es imposible tener un estimado definitivo de cuánto disminuirían las emisiones de CO2.
Enfatizó: “se requiere tener políticas, regulaciones, acuerdos, voluntad política, investigación y desarrollo y apoyo a nueva infraestructura resiliente al CC, para tener resultados climáticos, ya que el mismo David Stern ha aceptado que lo que ha fallado en el mundo en la adaptación climática es el fracaso del mercado global”.
Tras correr un simulador sobre adaptación y mitigación con cifras actuales de los sectores primordiales de la demanda social actual en transporte, comercio, industria, agricultura, etc., indicó que los resultados al 2050 señalan que no se alcanzará ninguna de las metas propuestas en control de emisiones y de aumento de la temperatura, pese a la innovación tecnológica que se pueda presentar. Recalcó que por eso es vital que sean muchos los factores que se unifiquen para el control climático y uno de los más importantes es la voluntad política y dejar de simular soluciones al corto plazo.
De acuerdo a la Agencia Internacional de la Energía, se calcula que de aquí a 2020, el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero provendrá de economías en transición y de países en desarrollo y hace hincapié en que estos países tendrán que “saltarse una o dos generaciones tecnológicas” para evitar la trampa de combustibles fósiles y pasar directamente a tecnologías racionales desde el punto de vista medioambiental.
EN EL CABUS DEL AUTOBUS INNOVADOR
Por su parte, César Maldonado, profesor de planta del Departamento de Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, dijo a Mi Ambiente que si bien existen esfuerzos importantes para apoyar la innovación tecnológica ambiental en México, “la realidad es que tenemos un rezago muy importante con respecto a países como Estados Unidos, Europa, Australia y Japón, incluso con respecto a China y Corea y harán falta esfuerzos enormes para traer tecnologías todavía desconocidas en México, como el “smart grid”, en el sector de la energía. Otro ejemplo son los proyectos de EU donde la red eléctrica se controla por internet lo que aumenta su eficiencia extraordinariamente.
Por tal razón, dijo que “la única forma en que podrá ser viable atender estas necesidades será mediante dos elementos principales: el desarrollo de una mayor conciencia de los efectos de nuestros hábitos de consumo, y encontrar respuestas e innovaciones que hagan más posible la aplicación de la tecnología en ayuda del Medio Ambiente. La técnica actual difícilmente podrá contener el CC”.
Puntualizó que “se tiene que crear una cultura de emprendimiento social y de innovación en tecnologías ambientales. Sólo eso podrá crear un ejército ciudadano que pueda enfrentar los grandes retos del futuro. El gobierno debe jugar su papel permitiendo y apoyando que se creen miles de empresas y ONG que serán las verdaderas encargadas de crear un cambio tecnológico y social a nivel ‘de piso».
INVERSIÓN EN TECNOLOGÍA, CLAVE DEL CONOCIMIENTO: CEPAL
La inversión en educación, ciencia y tecnología e infraestructura, junto con mejoras en el marco presupuestario y mayor control de la evasión son fundamentales para elevar el nivel de recaudación tributaria de los países de la región, recalcó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena. “En México se invierte el 23% del PIB en total, pero la inversión en investigación y desarrollo es sólo 0.39%, por debajo de otros países como Estados Unidos (2.9%) y Suecia (3.4%). México tiene todo para moverse a la sociedad del conocimiento y la información”, enfatizó.
Comentarios Cerrados