México estaría a la vanguardia; debería de estarlo como un país que tiene posibilidades extraordinarias, desde el punto de vista fotovoltaico y eólico, destacó Luis Manuel Guerra, fundador y presidente del Instituto Autónomo de Investigaciones Ecológicas (INAINE) durante el webinar Diálogos Anafapyt.
El químico por la UNAM, con especialidad en residuos peligrosos en Berlín, subrayó que el país tiene algunos de los campos eólicos más constantes, grandes y fuertes en el mundo, aunado a que se ubica en la franja con mayor insolación del planeta, por ello urgió a potenciar el uso de energías limpias.
“Hay regiones donde la sociedad participa muy activamente. A México le hace falta eso, hemos querido que las soluciones nos las den desde arriba y por eso las asociaciones como la Anafapyt son tan importantes. Los socios deben considerar que son su defensa y su brazo armado frente al fortalecimiento de sus intereses legítimos”, expresó.
El también autor de libros y comunicador ambiental destacó que prácticamente todas las naciones del mundo firmaron los Acuerdos de París en diciembre de 2015, siendo ésta la primera vez que la humanidad se pone de acuerdo en una cosa: el cambio climático, pese a que hubo un retroceso con la anterior administración de Estados Unidos, que logró revertirse con el gobierno de Joe Biden.
Consideró que esto es primordial en la agenda política de ese país y México tendrá que asumir estos retos y oportunidades, aunque el hecho de que las economías estén encaminándose hacia ese rubro “le da esperanza al ser humano, para trabajar en conjunto y lograr cosas importantes. Estamos en una megatendencia, a escala global, hacia lo natural”.
Guerra enfatizó que la humanidad se encuentra en una nueva era, en la cual cambiará la relación con el planeta y el desarrollo con el futuro. A éste se le conoce comúnmente como Antropoceno y está muy marcada por el aspecto mediático, que tiene mensajes efectivos, frescos, dinámicos, instantáneos y, por momento, erráticos.
“Esta era de la Antropoceno es la gran tercera época de la humanidad. De los 10 mil años que tenemos de civilización, esta es la segunda gran transformación y la primera fue cuando salimos de la edad de piedra (…)”, comentó.
Dijo que es imperativo modificar la forma de comercializar y relacionarnos con los grupos de interés, sobre todo si se toma en cuenta el crecimiento de la población, que en el caso de México suma 6,000 nuevos individuos diariamente, es decir, 2.1 millones de personas anualmente, mientras que en el mundo son 250,000 personas cada día.
“La tierra nos empezó a quedar chiquita por nuestro comportamiento; es evidente que tenemos que modificar nuestro desempeño tomando en cuenta algo muy importante, que es la capacidad de carga de los ecosistemas”, dijo.
El científico enfatizó que el mundo no volverá a ser igual después de la pandemia, pero nos unió y enfrentó al hecho de lo frágiles que son nuestros sistemas, así como la necesidad de unir esfuerzos.
Por último, Guerra comentó que el país no está del todo preparado para dar el paso a la sostenibilidad, aunque tiene potencial, aunque consideró que hace falta conocer más y quitar la mentalidad del “no se puede”, ya que en todos los procesos hay oportunidades, sin importar el tamaño de las compañías.
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