- México tiene 2,300 especies en algún grado de peligro de extinción
- Fuera de las ANP de México la conservación es generalmente mala y hasta desastrosa: UICN
- Diversos sectores sociales acuerdan que es urgente detener los daños a los ecosistemas.
En la actualidad, se tiene total seguridad que la pérdida de la biodiversidad (flora y fauna) de todo tipo conlleva no sólo a una degradación ambiental que pone en riesgo la supervivencia de la humanidad sino a las constantes extinciones de biodiversidad, como los ecosistemas a manos del hombre, lo que deriva en aumento pobreza y hambre, enfermedades, problemas, agotamiento de suelos por los campos agrícolas y acrecentamiento del Cambio Climático, problemas que son atenuados por los servicios ecosistémicos de la flora y fauna del Planeta.
A este respecto, el jefe de la oficina de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, Braulio Ferreira de Souza, informó que salvar la biodiversidad mundial tendría un costo estimado en 300 mil millones de dólares al año en esta década, pero en caso de no actuar, los gastos alcanzarían de 2 a 4.5 billones de dólares anuales después del 2020.
Para México este tema es preocupante y requiere se atienda dicho de forma inmediata, ya que se estima en 2 mil 300 las especies y subespecies que se hayan en las diversas categorías de riesgo de extinción, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 059, que cataloga a especies en peligro. En lo que va de este siglo, en México se han extinguido 11 especies de peces, 7 de mamíferos, 19 de aves y 4 de plantas.
Al respecto, el titular de la Comisión Nacional para el Uso la de Biodiversidad (Conabio), Jose Sarukhán, señaló que lo más importante de la diversidad biológica es la conservación de los ecosistemas, porque son los sistemas en los que están las especies y provén a la gente de sus servicios ecosistémicos y no llegar a que estos biomas presenten escenarios irreversibles en daños que padezcan.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), del gobierno federal, ha dado a conocer que es una realidad muy cruda que no exista en la actualidad una sola nación que pueda dar como un hecho que ha logrado frenar las extinciones de biodiversidad; por eso, la urgencia de actuar al respecto y lograr disminuir la pérdida de flora y fauna. En el estudio “Capital Natural de México” indica que en México, a finales del siglo pasado, se tenía contabilizado que sólo se conserva el 54% de la cobertura vegetal original del país.
Sobre esta situación, en entrevista con este reportero, Dolores Barrientos, oficial representante del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en México, señaló que “la pérdida de la biodiversidad es un tema toral para el PNUMA, que reconoce que el valor de los ecosistemas y biodiversidad es fundamental para la competitividad de los países, pero desafortunadamente, las naciones no le dan ese valor y en el desarrollo económico y de infraestructura que llevan a cabo –como son los nuevos centros turísticos- no los toman en cuenta y mientras no se los demos y se piense que son bienes públicos sin considerar el costo de su pérdida, esta será más rápida. Por eso, el PNUMA promueve un estudio a nivel global sobre la economía y valor de la biodiversidad para evitar su extinción”, expuso.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en México, una de cada 4 especies del país puede extinguirse por causa del hombre en 30 años y esta situación se ha agravado enormemente ya que en la última década aumentaron en 27.7% las especies en peligro de extinción, aunado a que se padece anualmente por la deforestación y cambio de uso de suelo de cerca de 600 mil hectáreas de manglares, bosques y selvas, hogares de miles de especímenes de flora y fauna.
Barrientos añadió que lo anterior tiene gran interrelación con la atención al tráfico y extinciones de biodiversidad, que debe ser un trabajo transversal de todas las instancias de gobierno que tengan injerencia en sus pasos fronterizos, como serían las Secretarías de Medio Ambiente, Salud, Hacienda y Crédito Público, Seguridad Pública y Economía, en México.
En el ámbito mundial se ha calculado que la actual tasa de extinción de especies es alrededor de mil veces más alta que la tasa histórica, lo cual para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es un hecho que el modelo de desarrollo actual de la Humanidad es tan dañino a la flora y fauna planetaria como lo han sido fenómenos catastróficos como el impacto del meteorito que extinguió a los dinosaurios.
De igual forma, debe prestarse especial atención a la contención de la sobreexplotación de los ecosistemas y no acrecentar las extinciones. Por citar un caso, las selvas húmedas tropicales comprenden sólo el 2.3% de la superficie el Planeta, pero albergan a más del 50% de las especies de la biodiversidad global y éstas se encuentran bajo una excesiva presión humana, lo cual ha derivado que del año 2000 al 2010 se extinguieran 784 especies de flora y fauna. Estas regiones sostienen a más del 60% de la población mundial que vive en pobreza.
Sobre dicho tenor, Adriana Nelly Correa Sandoval, coordinadora nacional de la Red para el Desarrollo Sostenible del Tecnológico de Monterrey, comentó a Mi Ambiente que, a nivel global, no sólo en México no se puede considerar como estable la conservación de la biodiversidad ya que existen “graves amenazas a la misma como es la degradación y fragmentación de hábitat en parte provocadas por la falta de entendimiento en cuanto a cómo el bienestar de los humanos depende de la salud de los ecosistemas y la biodiversidad”.
Por ello, indicó que es muy necesario trabajar de forma multisectorial y bilateral en las ecorregiones que no reconocen fronteras y, dado que la fragmentación de un ecosistema implica el deterioro a ambos lados de donde ocurre, es indispensable que existan acuerdos bilaterales entre países con regiones naturales compartidas.
Recordó que entre México y Estados Unidos, desde la firma del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN), paralelo al Tratado de Libre Comercio (TLCAN), y la consecuente creación de la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA), se refuerza el desarrollo de una estrategia a nivel sub-continental para la conservación de los ecosistemas y biodiversidad compartida con base a una serie de ambiciosos proyectos que involucran a académicos, instituciones gubernamentales y de la sociedad civil de los tres países (México, Estados Unidos y Canadá).
La investigadora puntualizó que, pese a esta coordinación internacional, existe un grave problema que es la falta de comunicación por parte del sector académico -que dispone del conocimiento de la funcionalidad del ecosistema y la importancia de los depredadores en la salud del mismo- hacia la comunidad, en general, y hacia el gobierno –legislativo y ejecutivo-. “Faltan, asimismo, instrumentos económicos que incentiven las conductas conducentes a la sostenibilidad, falta la visión de largo plazo y de comunicación. No se trata sólo de hacer lo correcto desde el punto de vista ambiental; también es importante considerar los factores sociales y económicos y tener una bien diseñada e implementada estrategia de comunicación”.
Por tal razón, México debe reconocer que es imprescindible que el desarrollo social, económico y de infraestructura promueva una serie de condiciones favorables que contribuyan a conservar la biodiversidad nacional. Además de reconocer que la enorme relevancia de las dimensiones económica y social inherentes a las actividades de preservación biodiversa y, en consecuencia, incorporar costos y beneficios de estas actividades a la lógica asociada a la economía del país.
En concordancia con lo anterior, debe reconocerse que la protección y el uso sustentable de la biodiversidad son indispensables para el desarrollo humano. Todas las personas dependen de la Naturaleza y sus servicios (alimentos, combustibles, medicinas, etc), así como de servicios culturales o espirituales indispensables en el progreso humano.
UICN: CAMBIAR MODELO DE ANP MEXICANAS
Ernesto Enkerlin Heoflich, vicepresidente de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (UICN-WCPA), dijo a Mi Ambiente que en México, uno de los programas gubernamentales que está dando resultados en cuidado biodiverso son las Áreas Naturales Protegidas (ANP), ya que al ser supervisadas por sus propietarios, comunidades o gobiernos, dan algunas esperanzas para la flora y fauna, aunque presenta diversos problemas como la falta de conectividad, Cambio Climático y especies invasoras. “Sin embargo, fuera de estas áreas de conservación, la situación es generalmente mala y hasta desastrosa”.
Expuso que este tipo de proyectos pueden ampliarse y obtener mejores resultados con base a tener nuevas zonas dedicadas a la preservación por medio de incentivos, pagos por servicios ecosistémicos y decretos de protección. “Esto es particularmente importante en México donde la biodiversidad beta y gama es sumamente alta y el potencial de proyectos en colaboración con comunidades campesinas, indígenas y pesqueras es muy alto. Por ello, la estrategia debe ser doble: continuar con decretos de ANP o sujetas a conservación a nivel federal y proveer incentivos y generar las capacidades para la protección de áreas a nivel estatal, municipal o federal”.
MÉXICO, RICO EN BIODIVERSIDAD
La fauna y flora mexicana se estima está compuesta por más de 25 mil especies de plantas, 530 mamíferos, 1,100 reptiles y anfibios, 1,070 aves, 500 peces de agua dulce, alrededor de 3,500 peces marinos, 2,300 mariposas y un estimado de 100 mil escarabajos, esto de acuerdo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Lo cual ubica a México entre las 12 naciones más biodiversas del planeta; simplemente se puede mencionar que en el territorio mexicano se tiene la mayor presencia de reptiles y anfibios, tercero en mamíferos y onceavo en aves.
De acuerdo al biólogo e investigador de la UNAM, Gerardo Ceballos, además de estas cifras en nuestro país es uno de los pocos lugares en el mundo donde aún se pueden encontrar estromatolitos vivos, en las aguas someras de lagunas costeras en la península de Baja California y en las aguas confinadas de Cuatro Ciénegas, Coahuila, que es un relicto de un mar que desapareció hace millones de años y que al ser investigado reflejan los inicios de la vida en el planeta tal y como hoy la conocemos.
Enfatizó que todas estas maravillas de la naturaleza de México le hacen ser muy vulnerable al cambio climático y le conllevan a entender que la conservación de la diversidad biológica dependen exclusivamente de las acciones emprendidas por el ser humano, cuya sobrevivencia depende, a su vez y paradójicamente, del mantenimiento de esa diversidad.
CATEDRATICOS: IMPOSIBLE CATALOGAR VALOR DE LA NATURALEZA
En sendas entrevistas con Mi Ambiente, por un lado, Pablo Corcuera, biólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) unidad Iztapalapa, quien trabaja sobre diversos tópicos en materia de sustentabilidad indica que la economía verde involucra argumentos éticos, estéticos, y prácticos. Siendo los dos primeros los más difíciles de cuantificar: ¿Qué valor puede tener una especie o una comunidad natural?.
En este sentido es muy complicado incluirlos en los modelos económicos nacionales. Desde un punto de vista práctico sí es posible considerar los costos escondidos implícitos en cualquier proyecto de transformación de la naturaleza.
Añadió que en el caso de una selva que se talaría para la ganadería o agricultura, por ejemplo, habría que considerar cuál sería la ganancia del nuevo manejo pero, igual o más importante, cuál sería el costo de fenómenos como la erosión o el de la posible pérdida que significaría el turismo potencial, dijo.
Mientras que el Julián Mora, Profesor Convidado del ISCSP de la Universidad Técnica de Lisboa, indicó que la pérdida de biodiversidad no se puede evaluar económicamente, sencillamente, porque no es un bien que esté dentro de los circuitos de mercado, y como diría el poeta Machado “sólo el necio confunde valor y precio”.
Y la aceleración de la pérdida de biodiversidad en estos últimos tiempos se debe en un 90% a los cambios en los usos del suelo, muy especialmente a la conversión de ecosistemas naturales, con la tala de bosques, en tierras de cultivo y en la obtención de nuevas superficies de pasto para el ganado y madera para la construcción y combustión. Curiosamente, la pérdida de espacios naturales se está produciendo en los países pobres y en vías de desarrollo (la mayoría en zonas tropicales), que al duplicar su población cada 25 ó 30 años necesitan más superficies de cultivo y pastizal para alimentar y dar satisfacciones a una demografía en constante aumento, tal y como aconteció antes con los países ahora ricos.
Sobre la experiencia de Europa en realizar trabajos de conservación de la biodiversidad y qué en Latinoamérica se podrían replicar, dijo que esta zona del mundo entre algunos de estos factores es que la población activa agrícola ha pasado del 60 al 6% y, al mismo tiempo, la superficie destinada a la agricultura se ha reducido en un 30%. Además que la causa fundamental para aumentar la superficie forestal, con especies autóctonas, y por ende, la restitución ambiental, se ha debido a la Política Agrícola Común (PAC) que ante los excedentes de producción agraria introdujo en la Unión Europea en 1992 las denominadas “medidas agro-ambientales” que permitieron abandonar las tierras menos fértiles para la producción de alimentos y subvencionar la repoblación forestal.
CAMBIO CLIMÁTICO Y BIODIVERSIDAD
Por medio del documento “El Cambio Climático, causas, efectos y soluciones”, el investigador de la Universidad de Stanford, Rodolfo Dirzo, estima que en México el Cambio Climático repercutirá mayormente en los ecosistemas de bosques de pino y abeto, ubicados a 2,800 metros sobre nivel del mar, y la zona arrecifal del Caribe mexicano. Todo ello redundando en una masiva pérdida de especies endémicas que tienen poca capacidad de movilidad.
En relación a lo anterior, el libro Capital Natural de México de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), el capital natural es un patrimonio que debemos conocer cabalmente para valorarlo, utilizarlo y conservarlo adecuadamente en beneficio de todos los mexicanos del presente y futuro. Es un capital que no podemos recuperar una vez que lo hayamos destruido.
Denunciado que el deterioro del capital natural –biodiversidad nacional-, (más allá del consumo de reservas de hidrocarburos y minería), ni su costo (como externalidades) en el calculo de la riqueza producida. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) los costos por agotamiento de recursos naturales y degradación ambiental representan del orden superior al 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
Recomendando actuar de inmediato para frenar los daños ambientales que en la actualidad representan una velocidad nunca vista en la era del hombre, ya que se estima que en el ámbito mundial se tiene una tasa de extinciones de especies mil veces más alta a la tasa histórica y que México sólo conserva cerca del 50% de su cobertura original de vegetación natural.
INDUSTRIA PRIVADA Y CONSERVACIÓN
En cuanto a la iniciativa privada y el cuidado de la biodiversidad, Vivian Alegría, directora de Asuntos Comunitarios y de la Fundación Coca-Cola, (empresa multinacional) en México, expresó a este reportero que “todos tenemos el compromiso de proteger la biodiversidad mexicana, que es un tesoro mundial por su alto endemismo”, por ello, hizo un llamado a protegerla sin anteponer ninguna cortapisa.
Punto de vista sobre las acciones de preservación que indica el libro El Cambio Climático, causas, efectos y soluciones, el cual soslaya que las interacciones de este fenómeno y la pérdida de ecosistemas son múltiples. En la medida en que la actividad humana reduce la extensión de bosques y selvas, a niveles de 12 a 15 millones de hectáreas anuales, y se afectan los ecosistemas marinos, se pierde la capacidad de captura de dióxido de carbono, creando un ciclo de retroalimentación dañino a los ecosistemas terrestres y marinos.
Por su parte, en entrevista con este reportero, Mariano Smith, Vicepresidente de Mercadotecnia de Unilever, dijo para una empresa en este caso, dicho corporativo global con presencia es México su papel en la economía verde es entender que para crecer se debe ser sustentable y mitigar la huella ecológica de la misma además de dar a entender al público que tipo de impactos ambientales tienen los productos que consume y como ayudar a disminuirlo.
ALARMANTE PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD EN MÉXICO
- Una de cada 4 especies en México puede extinguirse por causa del hombre en 30 años
- En la última década aumentaron en 27.7% las especies en peligro de extinción en México
- 600 mil hectáreas anuales de manglares, bosques y selvas se pierden al año por deforestación y cambio de uso de suelo
- De 1920 a 1990 se registraron 114 especies extintas y de 1990 al 2010 se contabilizan 41 extinciones.
Fuente: INEGI, PVEM, UNAM, Greenpeace
PAISES MEGADIVERSOS
- 12 países a lo largo del Planeta contienen entre el 60 y 70 por ciento de las especies de flora y fauna del mundo: Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, México, Madagascar, Zaire, Australia, China, India, Indonesia y Malasia.
Fuente: PNUMA
PERDIDAS GLOBALES QUE DEBEN SER DETENIDAS
- Al concluir la primer década del siglo XXI se estima se han extinto en el mundo 784 especies: 85 plantas, 698 de animales y una alga roja.
- Alrededor de 25 mil millones de toneladas de suelo fértil se pierden cada año en el mundo por la mano del hombre redundando en grandes cambios en los ecosistemas y sus especies.
- Las presas del mundo han fragmentado al 60% de los sistemas pluviales del planeta.
- Las 25 zonas más biodiversas del planeta están localizadas como puntos rojos, esto de acuerdo a la ONU.
- La pérdida y degradación de hábitats afecta al 89% de las aves del mundo, 83% de los mamíferos y al 91 % de las plantas.
Fuente: UICN, ONU.
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