La organización ambientalista Greenpeace lanzó una petición en línea para que la empresa panificadora más grande del mundo y de capital mexicano, Bimbo impulse la agricultura ecológica en México, luego de que una reciente investigación científica revelara la presencia de altos niveles de fertilizantes sintéticos que ponen en riesgo la supervivencia de flora y fauna en ríos, lagunas costeras y drenes cercanos a zonas de cultivo de maíz en Sinaloa, estado donde la panificadora se abastece de materia prima para sus productos.
Ello fue difundido en el informe “Zonas muertas: los ecosistemas del mundo amenazados por la contaminación con fertilizantes”, que presenta los resultados del análisis de cuerpos de agua en la Península de Yucatán y Sinaloa, donde se detectaron altos niveles de nitrógeno y fósforo en todos los sitios de muestreo, y en algunos casos excedieron hasta 30 veces los límites establecidos en los lineamientos de la Ley de Derechos en materia de agua para la protección de la vida acuática.
Se detalla que la aplicación de fertilizantes sintéticos ha sido promovida por el actual modelo de producción agroindustrial que abastece la industria alimentaria de la que Bimbo forma parte. Como la panificadora más grande del mundo y la tercera marca más consumida en el país, esta empresa tiene un papel clave en el futuro de la agricultura para asegurar alimentos de mejor calidad para sus consumidores.
Al respecto, Sandra Laso, vocera de la campaña Comida Sana, Tierra Sana de Greenpeace México, dijo que “Bimbo está presente en el 99% de los hogares mexicanos a quienes puede demostrarles “el cariño de siempre” con un plan de transición hacia la agricultura ecológica a lo largo de su cadena de proveedores, libre de agrotóxicos y transgénicos, que produzca alimentos de mejor calidad para las familias mexicanas que la consumen”.
Añadió que “la agricultura ecológica da la oportunidad de aumentar la fertilidad del suelo sin usar sustancias químicas ni transgénicos y garantizar la soberanía alimentaria, medios de vida rurales justos y dignos para las personas, así como la protección de la biodiversidad”.
El reporte de Greenpeace muestra que la agricultura industrial es la principal fuente de contaminación por nutrientes en el planeta; en México aporta el 62% del nitrógeno en los ecosistemas. Este exceso de nutrientes provoca el crecimiento antinatural de especies de algas en ríos, lagunas y en el mar; las cuales en algunos casos llegan a ser tóxicas e impactar la vida acuática o a las personas.
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