Al iniciar las discusiones formales sobre la próxima reforma del campo, sectores académicos, empresarios y de política social urgieron a México a realizar esa modernización con tendencias sustentables que impulsen una agricultura verde.
El campo mexicano genera el 23% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y utiliza 70% del agua potable nacional, problemas ambientales que se agravan por los subsidios políticos en energía, combustibles e hidroagrícolas que se otorgan a los cultivos, situación que, por cuestión electoral, no se prevé que cambie en el corto plazo, por lo que este sector es insustentable e imposibilita a México cumplir sus metas de mitigación climática al 2050.
Omar Masera, profesor del Centro de Ecosistemas de la UNAM en Morelos, dijo que la mitigación del Cambio Climático (CC) en el sector agrícola y forestal en México es imposible ante la evidente descoordinación en políticas de conservación y productividad que manejan para el campo las Secretarías de Medio Ambiente (Semarnat) y de Agricultura (Sagarpa); requieren trabajar conjuntamente, pues la tierra es la misma y sus programas no pueden seguir dispersos y contrapuestos.
Expuso que las emisiones del sector agropecuario se intensifican por el uso excesivo de combustibles fósiles y la deforestación que no se ha atendido de forma adecuada por la Semarnat y registra pérdidas de 500 mil hectáreas anuales.
Señaló que el campo es el único que puede secuestrar carbono, a excepción de áreas industriales, por lo que requiere una estrategia muy activa al respecto, ya que este sector debe impulsar una agricultura verde con adecuada reforestación en sus zonas aledañas.
En conferencia en el Senado de la República, dijo que para que el campo colabore en la mitigación ambiental se deben adoptar una adecuada conservación, manejo de suelos, labranza cero, reducción de fertilizantes, agroforestería, bioenergía, fertilizantes naturales, reducción de pérdidas, consumo responsable de insumos, uso sustentable de leña y carbono y un cambio en la dieta humana, para colaborar a reducir 20% las emisiones de CO2.
De inicio, dijo que en México la reforma energética debe impulsar al sector renovable y estudiar el uso de biocombustibles de segunda generación que impulsen los sistemas agrícolas eficientes, tanto en cultivos, como en hogares, pues poco más de 24 millones de mexicanos cocinan con leña lo que causa enfermedades y alta generación de contaminantes.
Jayant Sathaye, investigador del Lawrence Berkeley National Laboratory de Estados Unidos, comentó que los sectores rurales no reducirán el CC de no usar en forma adecuado la energía e impulsar el sector energético renovable que ayude a la mitigar las emisiones de C02.
Lamentó que por intereses comerciales y políticos en EU y México no se volteará en el corto plazo a tener un campo sustentable, ya que los millones de personas que viven en zonas rurales no dejarán de usar combustibles fósiles y recibir subsidios oficiales; por ende, seguirán con sus métodos tradicionales de agricultura.
AGRICULTURA VERDE PARA LA CONSERVACIÓN
De acuerdo a The Nature Conservancy (TNC) con base al reporte “La Próxima Despensa Global: Cómo América Latina puede Alimentar al Mundo”, el sector agropecuario de México, de hacerlo en forma sostenible, tiene la posibilidad de producir los alimentos que requiere su población sin enfrentar problema alguno de seguridad alimentaria.
Ginya Truitt Nakata, líder en operaciones del reporte por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que “los recursos actuales tendrán que duplicarse para satisfacer las necesidades de alimentos, combustibles, fibras y otros insumos industriales para 2050 con sólo 12% más de la tierra cultivable actual por los efectos del CC”.
Añadió, en entrevista con Mi Ambiente, que este reporte permitió saber que en Latinoamérica en base a eficiencia agrícola se puede crecer en productividad y elementos cultivables un 166%. Para alcanzar ese porcentaje se requieren apoyos oficiales y tener nuevas vertientes agrícolas, como son los cultivos verdes.
Esto ayudará a alcanzar una adecuada seguridad alimentaria, ya que en los próximos 10 a 20 años se vivirá un periodo crítico pues se tendrán otros 2 mil millones de habitantes y de no tener agricultura verde habrán graves problemas. Citó un dato: 48% de la deforestación actual es causada por la agricultura de subsistencia.
Indicó que si no se invierte en una sana agricultura, en Latinoamérica se perderá 137% del PIB actual, en 2100, por ello, no es posible seguir sin apostarle a la sostenibilidad.
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