El Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA) y la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), manifestaron a la opinión pública su preocupación por la explosión ocurrida en el buque-tanque Burgos de Petróleos Mexicanos (Pemex), que se encontraba fondeado dentro de la poligonal del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV), y por lo mismo, exigen una investigación exhaustiva conforme a derecho que posibilite la reparación del daño ambiental.
El PNSAV es un Área Natural Protegida (ANP) conformada por 23 arrecifes coralinos frente a las costas de los municipios de Veracruz y Boca del Río, que a pesar su extraordinaria resiliencia atraviesa una profunda crisis de deterioro por la falta del manejo adecuado.
De acuerdo con la relatoría y las imágenes recabadas por investigadores y alumnos de la Universidad Veracruzana, miembros de la asociación civil Sea &Reef y prestadores de servicios turísticos, quienes realizaron un recorrido por la zona, pudieron constatar restos de combustible saliendo de las escolleras del puerto. Por esta razón, buscaron en algunos arrecifes afectaciones a los organismos que los habitan.
En las inmediaciones de los arrecifes Blanquilla, Verde, Anegada de Adentro y Pájaros se constató la presencia de manchas de combustible de diversos tamaños oscilando desde 1 y 2 cm de diámetro a otras de mucho mayor tamaño. En Anegada de Adentro la mancha se encontraba sobre la boya destinada al buceo recreativo y en Pájaros se constató la presencia de burbujas de aceite que provenientes del fondo se dispersaron al arribar a la superficie.
El accidente ocurrió dentro de una ANP afectando así una de las instituciones por las cuales el Estado garantiza el derecho al medio ambiente sano de las personas. Por ello, es necesario que, de conformidad con la legislación ambiental vigente[1], (i) las autoridades competentes inicien un procedimiento inspección y vigilancia así como que dicten las medidas de urgente aplicación que el caso requiera y eviten mayores lesiones; y (ii) se ordene la reparación del daño que corresponda de conformidad con la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.
Si bien hasta el momento se desconoce el efecto que los restos de combustible encontrados pueden tener sobre las playas y la vida marina en general, consideramos necesario que se dé un seguimiento oportuno y, de ser posible, se haga una recuperación del combustible para evitar daños a la salud de la población y a los organismos marinos.
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