El pasado 20 de diciembre, el congreso de los Estados Unidos aprobó la propuesta de Reforma Fiscal del presidente Trump, que entre otras cosas, abrirá la oportunidad de explotación petrolera y de gas de al menos 800 mil acres en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, zona que había sido previamente protegida y que prohibía su explotación durante los próximos 40 años.
Con las reformas fiscales aprobadas que aprueban el recorte de 1.5 trillones de dólares en impuestos a los grandes corporativos, la explotación de esta zona importante tanto por la biodiversidad que alberga, como el papel que juega en la regulación climática, quedaría abierta a la explotación en los siguientes 10 años, incluso hay quienes especulan que ésta quedaría abierta a las exploraciones petroleras y de gas en el transcurso de los próximos 5 años.
La explotación de esta zona implicará una devastación ambiental que contribuye al calentamiento global y que ya en el 2017 llevó al Ártico a calentarse dos veces más rápido que en 2016, de acuerdo con un reporte publicado por la Agencia del Climas de las Naciones Unidas, ello de acuerdo a una investigación de Karen Janett Carranza Jiménez, de la organización LatInformation.
Por su parte, Adrianna Quintero, Directora Ejecutiva de la organización civil Voces, indicó que “los republicanos en el Congreso han traicionado nuevamente a las familias estadounidenses y a las comunidades para beneficiar a los grandes contaminadores y donantes corporativos. Este despilfarro de impuestos deja a nuestros niños con trillones de dólares de deudas, sus cuidados de salud costarán millones y daña a nuestras comunidades y al planeta”.
Añadió que “esta ley también sacrifica uno de nuestros lugares salvajes más prístinos, el Refugio del Ártico, para la extracción petrolera y de gas, amenazando el modo de vida de los pueblos indígenas que habitan ahí.”
La reforma fiscal presentada por los republicanos y que fue aprobada, especifica que las perforaciones petroleras y de gas en El Refugio podrán generar recortes en el impuesto sobre la renta de los contribuyentes hasta por 1 billón de dólares durante la próxima década, al tiempo que la Administración Trump agilizará la apertura para las ofertas de arrendamientos de la zona. Los Republicanos en Alaska tenían 30 años buscando que se aprobara este tipo de explotación en la zona, lo que para ellos representa una victoria monetaria, y para el resto un riesgo ambiental inminente.
A su vez, Mark Magaña, Presidente de Green Latinos, explicó que “continuaremos peleando en las calles y en las cortes por la protección del Refugio del Ártico y otras tierras públicas que están en peligro. Continuaremos peleando por tesoros naturales y el bienestar de nuestras familias y las comunidades que dependen de ellos ahora y para la generaciones futuras”.
Lamentó que los miembros republicanos del Congreso han abierto la puerta a la destrucción a través de la explotación petrolera y de gas de uno de los tesoros naturales más importantes de nuestra nación: El Refugio del Ártico. Una vez más los republicanos han favorecido la avaricia y ganancias corporativas a corto tiempo sobre el bienestar de las familias y Pueblos Indígenas y Gwichi’n que viven ahí, y el futuro de nuestro planeta.
Se estipula que 1.5 millones de acres del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico que fueron catalogadas para posible explotación en 1980, podría albergar hasta 13 billones de barriles de petróleo que el Presidente Trump busca explotar.
Esto abriría las aguas del Ártico -que aún son vírgenes- a la extracción de combustibles fósiles y contribuiría a la contaminación de agua y aire del área, trayendo consigo problemas de salud para sus habitantes. Esta zona es un refugio de la vida silvestre que cada vez sufre mayor devastación debido al derretimiento de hielo, tal como lo documentó recientemente National Geographic en un video que muestra a un oso polar famélico en busca de alimento, lejos de su hábitat que cada vez desaparece a mayor velocidad.
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