Proyección de México hacia un país de servicios turísticos (II)

Recientemente, el Presidente Felipe Calderón realizó una gira de promoción turística para incentivar la inversión extranjera en este rubro y declaró que este es el año del turismo en México. Permítanme anunciarle algunos acontecimientos que tienen a México en la mira internacional.

El 2011 es el año de México en Francia, una retrospectiva para ver el México de antes y el actual, a través del arte y la cultura. Como parte de la proclamación de la cocina mexicana como Patrimonio Intangible de la Humanidad por la Unesco, París ha realizado muestras gastronómicas que exponen lo mejor de la cocina mexicana tradicional y de vanguardia.

Un par de trajineras van camino a zarpar en el río Sena y exposiciones de obras de Frida Kahlo, Diego Rivera y Rufino Tamayo, entre otras, se podrán visitar en uno de los más importantes museos del orbe. Así, Francia homenajea a un país con historia, considerada una de las grandes civilizaciones del mundo, dijo el embajador francés en México, Daniel Parfait.

Dentro del marco turístico de playa y ciudades, México fomentará las poblaciones rurales como fuente de ingresos directa que aseguren conservar sus bellezas naturales, mediante el ecoturismo y el turismo de aventura.

Esta semana hubo un punto negro y fue la denigración a la imagen del mexicano por parte del programa Top Gear que, de forma racista y xenófoba, obtuvo una rápida y barata publicidad de su nueva temporada en televisión. Tristemente, que cadena tan prestigiada como la BBC de Londres, permitió la humillación a una nación que, hasta el momento, tiene tintes de roce diplomático.

Pero algo hay de cierto a la reacción de cómo es que otros erróneamente tienen un concepto de los mexicanos. Deberíamos pensar profesionalizarnos más si queremos ser competitivos en el rubro turístico, establecer una cultura más ecológica y de conservación del Medio Ambiente, proteger al turista y evitar que sea víctima de los abusos de algunos operados turísticos, tener más ética en estos servicio, no sólo con los extranjeros sino con los mexicanos, que sufrimos el malinchismo en hoteles y restaurantes.

Finalmente, algo que de alguna forma atañe a la sociedad y al gobierno. Si México no logra poner un alto a la escalada de violencia e inseguridad, de nada servirá una promoción que invite al extranjero a venir como turista o inversionista. No sólo al narcotráfico, sino también a bandas de secuestradores, asaltantes, robo de autos, defraudadores y aumento del turismo sexual, pedofilia, trata de blancas y feminicidio que abrieron una página para hacer ver que este tipo de atrocidades existen en Cancún o Acapulco y en Tijuana o Ciudad Juárez.