Algunos de los países que más emiten GEI a la atmósfera se han negado a firmar el Protocolo de Kioto, entre ellos destaca Estados Unidos, que contribuye con poco más de 20% de las emisiones mundiales de GEI. Como consecuencia, el protocolo –que surgió en 1997- no entró en vigor sino hasta febrero de 2005, y que se requería que fuera aceptado por una grupo de países Anexo 1 –es decir, de países desarrollados- que en conjunto hubiera emitido 55% de los GEI de 1990. A finales del año 2004, Rusia, responsable de 17.4% de las emisiones mundiales de GEI, ratificó su adhesión al protocolo, con lo cual después de varios años de incertidumbre el Protocolo de Kioto pudo entrar en vigor.
En el marco de estos acuerdos internacionales, México ha impulsado distintas medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, así como otras enfocadas a la reducción de emisiones de GEI. Entre estas medidas se encuentran la elaboración de sus inventarios nacionales de emisiones, así como diversos programas en los sectores forestal y energético. Los programas forestales buscan conservar y manejar las áreas forestales que capturan el bióxido de carbono, con lo cual se intenta que una menor cantidad de este gas quede libre en la atmósfera. En el sector energía, se implementó a partir de abril de 1996 el llamado «horario de verano», que ha permitido que se dejen de quemar el equivalente a 14 millones de barriles de petróleo y que con ellos se dejen de emitir a la atmósfera más de 12 millones de toneladas de contaminantes –de las cuales más de 90% corresponden a CO2-.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
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