Tecnologías a favor del planeta.
Desde la creación de la primera bombilla de luz, la sociedad vivió cambios gracias al uso de la electricidad para alumbrar hogares y posteriormente para el desarrollo de tecnologías que hoy en día hacen vida diaria más sencilla. Sin embargo, las bombillas de luz han presentado cambios a lo largo de la historia, especialmente ante la necesidad de crear artefactos que consuman menor cantidad de energía eléctrica y sean más amigables con el medio ambiente, tal es el caso de la luz LED.
En 2014, Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamura fueron galardonados con el máximo premio en ciencias, el Nobel de física, por su aporte en la creación del diodo de emisión de luz (LED, por su sigla en inglés). Esta tecnología está remplazando a la luz incandescente, ya que aprovecha de manera más eficiente la electricidad y su durabilidad es más amplia. Pero, ¿en qué consiste esta innovación tecnológica?
La tecnología LED inició su camino desde la década de 1960, no obstante, fue hasta inicios de este siglo que la luz blanca LED comenzó a tener mayor eficiencia energética. Su funcionamiento se basa en semiconductores que almacenan una gran cantidad de energía, por lo cual tiene una mayor eficiencia al convertir la electricidad en luz.
El atractivo que se ha despertado por la iluminación LED radica en su ahorro de energía, ya que de acuerdo con la organización civil Mioplanet, estos focos reducen hasta un 60% el consumo de electricidad en comparación los focos incandescentes. Además, su tiempo de vida es de 10 a 15 años, lo equivalente a 100,000 horas aproximadamente.
Es por ello que actualmente organismos gubernamentales e internacionales han optado por promover la elección de iluminación LED sobre otras tecnologías de alumbramiento.
Si bien la luz LED es eficiente, es importante apoyar también el desarrollo de avances tecnológicos que fomenten el consumo de energías renovables, como es el caso de la energía solar, asimismo, que mantengan un precio económico accesible, ya que de acuerdo con el Banco Mundial, 1,200 millones de personas en el mundo, especialmente en África y Asia, no cuentan con acceso a la luz eléctrica.
Aún queda un largo camino por recorrer en cuanto al consumo eficiente de energía, no obstante, el desarrollo tecnológico es la mejor herramienta para encontrar opciones que permitan llevar electricidad a comunidades vulnerables, así como disminuir el impacto al medio ambiente, esto podrá logarse siempre que se apoye la creatividad e innovación.
Fuentes: Banco Mundial, Mioplanet y Conacyt.
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