“Para el 2030 vamos a requerir 16 millones de metros cúbicos de agua potable adicionales para atender los requerimientos básicos de la creciente población del país, por lo que se requiere avanzar hacia la sustentabilidad hídrica”, afirmó Héctor Mayagoitia Domínguez, Coordinador Politécnico para la Sustentabilidad (CPS) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), sistema universitario ubicado en la Ciudad de México (CDMX).
El especialista explicó que en el caso concreto de la Ciudad de México “se calcula que podrían ahorrarse hasta mil litros de agua por segundo, simplemente con un cambio de hábitos de la población, con lo cual se reduciría drásticamente el excesivo consumo de agua potable que asciende a 327 litros diarios en promedio por persona”.
Enfatizó que el ahorro del vital líquido se concretaría con acciones sencillas en la vida cotidiana, tales como: reparación de fugas domiciliarias, reutilización del agua de lavadoras y de la limpieza de utensilios de cocina, la disminución y reuso del líquido de la regadera, instalación de llaves ahorradoras, disminución de los tanques del WC y no hacer uso de mangueras para lavado de pisos y vehículos, entre otros.
Sostuvo que aunado al cambio de hábitos de los capitalinos, existe la necesidad de que autoridades y ciudadanos impulsen la realización de obras para la separación del agua pluvial del líquido del drenaje, además de la aplicación estricta de la Ley de Aguas de la Ciudad de México, que obliga a los nuevos conjuntos habitacionales a someter a tratamiento sus aguas residuales para su reutilización.
Mayagoitia Domínguez enfatizó que para alcanzar la sustentabilidad hídrica es necesario que la extracción del agua de los mantos acuíferos sea menor al que se recarga. Informó que “se destinan más de mil 500 millones de pesos en el bombeo del recurso del Sistema Lerdo-Cutzamala a la Ciudad de México y más de 400 millones de pesos en extraer agua de los mantos acuíferos propios”.
La sobreexplotación del acuífero, explicó, provoca hundimientos de hasta 10 centímetros anuales en promedio en la capital del país, pero “en el oriente del Valle de México es de entre 30 a 40 centímetros”.
Recordó que de 1948 a 1951 se registraron hundimientos de entre 30 a 40 centímetros al año en la Ciudad de México por sobreexplotación de mil pozos, motivo por el cual fueron cerrados. “Actualmente, sólo el 10 por ciento de las aguas de desecho de la Ciudad de México, se destinan a las plantas de tratamiento residual, cuando el promedio nacional es de 48 por ciento”, añadió.
A nivel nacional, dijo, existen 653 acuíferos, de los cuales 110 están sobreexplotados, principalmente los de la Ciudad de México. “El 70 por ciento del recurso proviene del subsuelo y el 30 por ciento del Sistema Cutzamala. Si captáramos toda el agua de lluvia no necesitaríamos traerla desde lugares apartados”, indicó.
Finalmente, Mayagoitia Domínguez resaltó la importancia de insistir con campañas de difusión sobre el cuidado y conservación del recurso, además de unir esfuerzos para que con el apoyo de todos los niveles de gobierno y ciudadanos, se conforme un programa nacional de sustentabilidad del agua.
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