Joel Arredondo, director de Cauce Bajío –agrupación que se compone de 25 organizaciones del sector privado, del público, el académico y de la sociedad civil-, busca asegurar la seguridad hídrica del bajío nacional-, indicó a este reportero, que sus trabajos a favor del agua se concentrarán en Guanajuato, para posteriormente crecer de forma regional en entidades como son Estado de México, Querétaro, Aguascalientes, entre otros.
Aseguró que establecerán trabajos para que el campo del bajío sea más productivo y no malgaste el agua -utiliza el 70 por ciento del líquido-, con el establecimiento de programas de eficiencia agrícola con pequeños productores e impulso a la tecnificación del campo.
Explicó que 2021 junto con el gobierno de Guanajuato realizarán una modelación del acuífero de la zona y contemplar a cantidad de agua a ser utilizada.
Indicó que la escasez del agua es un tema multifactorial y la única forma de solucionarlo es que todos los actores sociales, gubernamentales y privados, estén en la mesa de diálogo. “Los fondos de agua han demostrado ser un éxito al ser implementando en cuencas hídricas y Cauce Bajío busca colaborar en evitar un colapso en esta zona industrial del país”.
Este tipo de instrumentos tiene su antecedente en el Fondo de Agua Capital para el valle de México, el Fondo Monterrey, aunado a tener planes de implementar un sistema similar en el noroeste –Zacatecas-, así como en la cuenca del Lerma, donde se asientan el Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y Jalisco.
“Tratamos de establecer esquemas de mutua cooperación con los organismos operadores del agua estatales, los corredores industriales de Guanajuato, Querétaro, etc., además de concretar campañas ambientales en las zonas urbanas estatales para que se conserve el agua y se establezca un sistema educativo que promueva la cultura del agua”, detalló.
El fondo, el tercero en el país y el 26 en América Latina, forma parte de la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua, un mecanismo auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo, Femsa, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, la Iniciativa Internacional de Protección del Clima y The Nature Conservancy.
Por su parte, Marco Antonio Mascarúa, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Legal en Heineken México, comentó a este reportero, que el bajío (Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes y San Luis Potosí) del país padece de graves problemas hídricos y solucionar esta situación requiere de la participación de todos los actores sociales.
Explicó que “impulsamos una iniciativa de uso adecuado del agua y productividad del sector agrícola, pues la empresa compra buena parte de las cosechas de cebada de esta región del país. Por ello, impulsamos programas como Cauce Bajío”.
Detalló que el agua es esencial para la cerveza y se cuenta con estrategias de ahorro de este insumo en sus instalaciones y neutralizar el impacto ambiental de sus plantas. Ejemplificó que en la actualidad han conseguido mitigar un 30 por ciento en uso de agua en sus plantas de Toluca y Guadalajara. Aunado a impulsar el proyecto “Cultivando un México Mejor”, para fomentar una agricultura sustentable.
Aceptó que es muy complejo establecer nuevas técnicas de agricultura en los campesinos que por décadas han cultivado de forma tradicional y ahora deben adoptar nuevas formas resilientes, así como utilizar nuevas tecnologías.
Heineken México cerrará 2020 utilizando 66 por ciento de energía renovable en sus operaciones. Además de reducir las emisiones de carbono en un 40 por ciento en la producción, 20 por ciento en la distribución y 50 por ciento en sistemas de enfriamiento.
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