Para el 2014 se prevén menores ingresos tributarios y petroleros, por lo que ante la desaceleración de la economía –de 3.5 por ciento a 1.8 para este año-, el Estado está obligado a reaccionar y lo hace con la iniciativa de reforma hacendaria que permitirá, junto con al Ley de Presupuesto, dar un impulso decidido al crecimiento.
La reforma tributaria busca generar impuestos más justos, simples y transparentes, por lo que el Ejecutivo decidió no proponer el IVA en medicinas y alimentos, explicó ante los legisladores de la Cámara de Diputados, Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito Público.
“El presidente de la República, ha tomado esta decisión atendiendo a la coyuntura macroeconómica. Éste no es el momento de afectar el consumo de las grandes mayorías de mexicanos por un impuesto que afectaría más a los que menos tienen”.
Al atender los cuestionamientos de los diputados durante su comparecencia, el titular de la SHCP señaló que México cruza “por un momento de debilidad de crecimiento”, pero con la reforma hacendaria es posible liberar el potencial de crecimiento de México y hacerlo con justicia.
Ella busca crear una nueva red de protección social universal para migrar de un enfoque asistencialista a uno de exigibilidad de derechos; una pensión universal, y contempla la instauración de un seguro de desempleo para todos los trabajadores; así como dar –insistió Videgaray- impulso al crecimiento económico no sólo en el mediano y largo plazo sino en la coyuntura que atraviesa hoy la economía.
De aprobarse las reformas de orden tributario y legal que se discuten en la Cámara de Diputados, se pronostica un crecimiento del 3.9 por ciento; una inflación del 3 por ciento; un tipo de cambio nominal promedio del 12.6 por ciento y una tasa de interés nominal promedio de los Cetes a 28 días, de 4 por ciento.
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