Si los países y gobiernos d todo el mundo quieren frenar el avance de la degradación del suelo, el creciente número de refugiados medioambientales y de pueblos fantasmas deben apoyar amplia y decididamente la década de los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación (2010-2020), toda vez que en un futuro no lejano influirá grandemente en la disminución de la producción agropecuaria, con sus consecuentes efectos económicos y sociales en el orbe.
La desertificación de la tierra es tan grave y peligrosa como la desaparición ultraveloz de la biodiversidad, sequías, Cambio Climático y calentamiento global, por lo que las Naciones Unidas (ONU) armó durante 11 años dicha década que está encaminada a generar conciencia y acciones para mejorar la protección y gestión de las tierras secas del mundo, hogar de un tercio de la población total que enfrenta serias amenazas económicas y ambientales.
Impulsar acciones que protejan las zonas semiáridas es el objetivo de esta cruzada internacional que se lanzó este año y que concluirá en diciembre de 2020.
África es el continente más afectados por la deforestación, sequía y desertificación, donde se ubica el Sahel (larga franja de tierra que atraviesa el continente africano desde el Atlántico hasta el mar Rojo) y que se considera la zona más crítica, por lo que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) implementa un plan de emergencia para asistir a unos 8 millones de personas que radican ahí.
De acuerdo con datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) e informes de especialistas en la materia, cada año, el mundo pierde alrededor de 77 mil millones de toneladas de limus, lo que desertifica alrededor de 12 millones de hectáreas.
En la actualidad existen 3 mil 600 millones de hectáreas desertificadas, lo que representa 25 por ciento de la superficie terrestre, hecho que afecta directamente a mil millones de personas que habitan unos 100 países. Si este fenómeno no se frena, llegará a trastornar al 44 por ciento de los sistemas cultivados de la Tierra.
Asimismo, de acuerdo con los últimos estudios se ha comprobado que los suelos secos ocupan 41.3 por ciento de la superficie del Planeta donde viven 2 mil 100 millones de personas y quienes son los más pobres del mundo, con ingresos por habitante, en promedio, casi 10 veces menor que los de los Estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el club de naciones ricas. Además, su mortalidad infantil registra un promedio de 54 por cada 1,000 nacimientos.
PEGA DURO A MÉXICO, LA DESERTIFICACIÓN
De acuerdo con diversas instituciones y estudios realizados, el 64 por ciento de la superficie terrestre de México se encuentra afectada por la desertificación, toda vez que cada año pierde más de mil millones de limus lo que significa que 500 mil hectáreas dejen de ser productivas.
Sin embargo, el Programa Nacional de Acción contra la Degradación de las Tierras 2007-2030 asegura que únicamente se pierden 359 al año por la desertificación y que sólo el 49.2 por ciento del país está compuesto por terrenos secos, extremadamente vulnerables a la sobreexplotación y al aprovechamiento inadecuado de la tierra.
NUMERALIA
*2.1 mil millones de personas, alrededor del 40% de población del mundo, viven en el desierto y en tierras secas.
*El 90% de esta población pertenece a los países en desarrollo.
*El 50% del ganado del mundo se alimenta en pastizales.
*El 46% de la producción de carbono se almacena en las tierras secas.
*El 44% del área cultivada se encuentra dentro de las tierras secas.
*El 30% de todas las plantas cultivadas provienen de las tierras secas.
*8 de los 25 puntos calientes de biodiversidad en el mundo se encuentran en las tierras secas. Estas son áreas donde el 0.5% de las especies vegetales son endémicas y la pérdida de hábitat supera el 70%.
*La desertificación afecta a 3.6 mil millones de hectáreas de tierra en todo el mundo o el 25% de la superficie terrestre.
*110 países están en riesgo de degradación de la tierra.
*Cada año, se pierden 12 millones de hectáreas de tierra, área similar a la superficie de Benin.
*La pérdida de tierra anual podría producir 20 millones de toneladas de grano.
*Cada año, se pierden 42 mil millones dólares en ingresos, debido a la desertificación y degradación de las tierras.
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