Ante la notoria falta de coordinación y voluntad política de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), y de los otros órdenes de gobierno que integran la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), se han vuelto un claro impedimento para determinar las políticas públicas adecuadas para mejorar las condiciones ambientales en la Ciudad de México (CDMX), denunció Fernando Rubio Quiroz, secretario de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados.
Tras los días pasados de contingencia ambiental que vivió la capital del país, dijo que fueron varias las declaraciones de los gobiernos, capitalino, del estado de México y de Semarnat, sobre las responsabilidades que debe tener cada uno en el ámbito de sus competencias para coadyuvar en políticas dirigidas a disminuir los índices de contaminación y mejorar la calidad del aire.
“No obstante, hasta ahora, es la capital del país la única que merece mayor atención, ya que los problemas generados en la Megalópolis impactan directamente en la Ciudad de México y los costos políticos, económicos, sociales y ambientales de la Megalópolis sólo los asume el gobierno capitalino” resaltó.
Rubio Quiroz sostuvo que, “hace falta voluntad política de los integrantes de la Comisión Ambiental de la Megalópolis y Semarnat para asumir sus responsabilidades ya que las problemáticas son de toda la región y las soluciones sólo vienen del gobierno de la capital”.
El también integrante de la Comisión de Desarrollo Metropolitano señaló que, “el estudio más reciente de la OCDE para el Valle de México señala precisamente estas deficiencias en la coordinación a nivel metropolitano para resolver los problemas de la Megalópolis.
Incluso, señala, el estudio hace referencia en áreas de mejora, entre ellas, hacer jurídicamente vinculantes las decisiones de la CAMe a todos los gobiernos que la conforman, además de promover acuerdos y medidas sancionatorias para los gobiernos que incumplan con las políticas de desarrollo urbano”.
Rubio Quiroz, afirmó además que, “el Gobierno de la Ciudad de México ha implementado políticas eficientes para mantener la calidad del aire, sin embargo, cada vez son más los coches que circulan por las calles.
“No existe una cultura de privilegiar el uso del transporte público y dejar de lado el automóvil, además debemos disminuir la quema de combustibles fósiles y seguir transitando a energías verdes, muy poco utilizadas hasta ahora”, puntualizó.
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