Científicos reconocidos “sustentamos que los organismos transgénicos reportan beneficios reales a la salud, el campo y el medio ambiente, con una prevalencia de más de 35 años y hasta el momento no han representado tipo algún de daño para los seres humanos o los animales”, además de que sin la ingeniería genética no existiría más de un centenar de medicamentos originados por esa vía, incluidas las vacunas, afirmó el doctor Francisco Bolívar Zapata.
El investigador Emérito del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) precisó que, por el contrario, son especímenes inocuos producidos gracias al avance de la biotecnología, una actividad multidisciplinaria que permite el uso responsable de la biodiversidad, según las necesidades de los seres vivos, ante el agotamiento de los recursos naturales y que asegura alimentos más sanos en un contexto de cambio climático global.
En respuesta a la necesidad de “revisar la evidencia y los documentos contundentes que avalan sus grandes beneficios” ha sido editado Transgénicos. Grandes beneficios, ausencia de daños y mitos, de distribución gratuita y de acceso libre, por el Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y que, en más de dos mil textos y 500 páginas, aporta información concluyente sobre por qué las metodologías conocidas también como ADN recombinante, pueden traducirse en beneficios reales, debido a que son genes naturales transferidos entre organismos para conferirles nuevas propiedades.
Dijo que dicha publicación incluye declaraciones de dos grupos ganadores del Premio Nobel y reportes de academias de ciencias y medicina de diferentes países.
El también Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) apuntó que las primeras técnicas de ingeniería genética aparecieron en 1973 y, dedicadas a las transgénesis o transferencia horizontal de esos elementos, permitieron el diseño de genes que, por ejemplo, producen insulina humana o cultivos que son resistentes a plagas de insectos, con lo cual se logró disminuir el uso de insecticidas químicos dañinos para el ser humano.
Sin lo anterior “no tendríamos en las farmacias más de un centenar de medicamentos de origen transgénico, incluyendo las vacunas, gracias al uso de esta herramienta importante y avanzada, que la comunidad científica sigue elogiando por su rápida evolución mediante la edición fina del genoma humano, convirtiéndose cada vez más en una tecnología mucho más precisa”.
Dijo lo anterior al realizar una conferencia en el Aula Magna del campus Cuajimalpa de la UAM al poniente de la Ciudad de México (CDMX), en donde subrayó que el proceso de las biotecnologías consiste en crear sistemas biológicos complejos de manera responsable, es decir, sin causar efectos secundarios negativos “gracias al conocimiento que poseemos de los genes y las proteínas, pero estas medidas no son comprendidas por los ecólogos y por ello no las aceptan, aunque en muchos lugares ya se han adoptado sin mayor problema”.
Subrayó que “agricultores de muchos países están adoptando los cultivares transgénicos y sus productos, los cuales no fueron diseñados para incrementar la productividad de las cosechas, sino para controlar las plagas y reducir el uso de insecticidas, contribuyendo a la disminución de la contaminación ambiental al eliminar la emisión de gases de efecto invernadero”.
De igual forma, los organismos genéticamente modificados se han utilizado para el tratamiento de suelos contaminados, como en la recuperación de espacios dañados por derrames petroleros y, por tanto, pueden ser vistos como un impulso a la defensa sustentable de la biodiversidad, concluyó.
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