Implantar y desarrollar una sociedad del conocimiento que derive en innovación, economía, ciencia, tecnología, explotación y fomento de la educación y el conocimiento son bases del progreso social y humano para un desarrollo sostenible, afirman las Naciones Unidas (ONU) y la Organización para la Cooperacion y Desarrollo Económico (OCDE).
En entrevista con Mi Ambiente, Luis Aguirre-Torres, director del certamen Clean Challengue, expuso que México debe establecer una economía de la innovación y emprededurismo para moverse a una economía y sociedad del conocimiento, pues los países deben tener índices altos en estas materias y México, lento pero seguro, crece más en la innovación.
Señaló que “la calidad de innovación no sólo es adoptar tecnología, sino desarrollarla. Expuso que México ha subido en este sector hasta alcanzar 9% del Producto Interno Bruto (PIB) en procesos de innovación y 18% en desarrollo y aportación de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes), cifra muy alta a diferencia del resto de Latinoamérica”.
México tiene buenos índices de competitividad a nivel Latinoamérica, pero presenta atrasos con relación al primer mundo, aunque vamos por buen sendero. “Debe haber más impulso institucional y organizarlo para atender las prioridades del país”, dijo.
El World Environmental Center ha informado que el uso de las tecnologías son nuevas forma de colaboración para establecer un compromiso hacia niveles de producción más altos que ofrecen más oportunidades para la innovación entre los participantes de la cadena de suministro, para enfrentanr problemas como la seguridad alimentaria y Cambio Climático.
Según el Centro Nacional de Actualización Docente, la tecnología no está tan alejada de la realidad mexicana y debe fomentarse de manera correcta, ya que en Japón, 13% de los trabajadores se dedican a la tecnología y en México este porcentaje es del 12%, por lo que debe pasarse de los proyectos y maquetas para concretar las ideas y resolver los problemas cotidianos de la población con ciencia y tecnología.
Por su parte, Bernard Sinclair-Desgagné, de la Cátedra de Economía Internacional y Gobierno, HEC de Canadá, dijo a Mi Ambiente que una sociedad del conocimiento e innovación son conceptos que van progresando y que si bien algunos de sus avances no son perceptibles, ya están presentes en la informalidad que son Pymes que importan en la cadena económica. Lamentó que la tarea con los académicos es convencerlos de hacer que valoren estas ideas que conllevan progreso, ya que se piensa erróneamente que toda informalidad debe eliminarse, sin entender que muchas actividades pueden tener grandes éxitos al ser informales.
De acuerdo a la OCDE, entre 2003 y 2012 Latinoamérica experimentó un crecimiento promedio anual del 4%, pese a la contracción registrada a consecuencia de la crisis internacional del 2008.
Crecimiento que puede mantenerse establece a base de perseguir una mayor diversificación, apoyada en una política orientada hacia la innovación y formación de cadenas productivas para reducir los niveles de pobreza y desigualdad.
La OCDE indicó que las tecnologías de la información y comunicación, biotecnología y nanotecnología, entre otros, son instrumentos que pueden ayudar a transformar el sistema productivo en la dirección deseada. Una convergencia entre estas tecnologías y temas ambientales y de inclusión es factible, como lo muestran ejemplos exitosos, muy localizados, que indican la viabilidad de estas tecnologías, en el aparato reproductivo, organización urbana o provisión de servicios a sectores de bajos ingresos.
Al respecto, Cristina Ruiz de Velasco, directora de la Fundación Nextel, dijo a Mi Ambiente que la inventiva e innovación debe impulsarse desde la infancia, ya que es esencial fomentarles el gusto por la ciencia y tecnología.
“Es importante que la industria privada ayude en estas iniciativas, así como la sociedad haga un trabajo serio para que los jóvenes abracen el conocimiento como parte esencial de su vida, ya que el objetivo es darle seguimiento al aprendizaje de los niños y jóvenes”, dijo, y lanzó un mensaje para los niños y jóvenes pierdan el miedo a inventar”.
COMPROMISO EMPRESARIAL EN EL CONOCIMIENTO
En información proporcionada a Mi Ambiente por Gentera (Banco Compartamos), se expone que para desenvolver un emprendedurismo se requiere contar con las herramientas necesarias, como la innovación e inventiva, aspecto que las microfinanzas sirven como elemento catalizador, donde los usuarios pueden encontrar el medio para iniciar su propio negocio, pero es importante llevarlos de la mano con capacitación y modelos de desarrollo.
Para Gentera es vital el desarrollo humano y social como clave para que se alcance el éxito y se permee en el desarrollo económico del país. Para ello, un aspecto importante fomentar la educación financiera para desarrollar capacidades en este ámbito mediante estrategias formativas e informativas entre colaboradores, clientes y comunidad.
Ejemplificó que en 2013 se impartieron conferencias sobre educación financiera, donde asistieron 2,366 personas y se otorgaron 2,000 becas a clientas para la capacitación en el trabajo. Además, durante los Encuentros Mujer se dieron 437 sesiones de educación financiera en los que participaron 85,316 clientas.
CARECE LATINOAMÉRICA DE EMPRESAS INNOVADORAS
El Banco Mundial (BM) indica que América Latina y el Caribe, pese a ser una región de emprendedores, registra una muy baja tasa per cápita de propietarios de negocios innovadores, según el estudio “El emprendimiento en América Latina: muchas empresas y poca innovación”.
De acuerdo a este informe, prácticamente uno de cada tres trabajadores en la región es autónomo o pequeño empleador y contrario a lo que se cree popularmente, la proporción de empresas formales registradas también es comparativamente grande, pero pocos de estos emprendedores llegan alguna vez a contratar un trabajador.
Augusto de la Torre, economista en jefe del BM para América Latina y el Caribe, declaró que “el hecho de que existan tantas empresas pequeñas puede ser síntoma de un desequilibrio dañino: demasiadas firmas con poco potencial de crecimiento y una escasez de emprendedores ‘transformacionales’, que son esenciales para la generación de puestos de trabajo de calidad y el aumento de la productividad”.
Añadió que “cuando comenzamos a explorar este desequilibrio encontramos detrás de él una insuficiente motivación para innovar en la región entre las firmas grandes que son precisamente aquellas que necesitan crecer para generar buenos empleos”. La generación de puestos de trabajo de calidad obedece mayormente a estos emprendedores, aunque este proceso tiene mucho menos vigor en América Latina que en otros lugares.
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