Del 2000 al 2010 las emisiones de bióxido de carbono equivalente aumentaran dos veces más rápido que en las últimas décadas del siglo XX, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU tiene dos escenarios muy peligrosos para el 2100: En el mejor de los casos, 430 partes por millón de CO2e y en el peor, 720. Ambas situaciones elevarían más de dos grados centígrados la temperatura de la Tierra que hará que los efectos desastrosos del fenómeno sean irreversibles, por lo que advierte que el mundo tiene tan sólo 15 años para evitar un Cambio Climático (CC) global devastador.
Lo anterior se desprende de la tercera parte de cuatro, del Quinto Informe de Cambio Climático del IPCC, mismo que se da conocer cada 5 años y cada vez con mayor certeza. Este último tiene 96 por ciento de certidumbre.
El grupo de 2,000 científicos de 200 países que intervinieron en el citado trabajo, estudiaron 900 escenarios y afirman que el 80 por ciento del incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI’s) a se debe a la quema de combustibles fósiles que hicieron las grandes potencias y sobre todo, los países de economía emergente.
Agrega que el incremento sin precedentes de GEI’s a pesar de un creciente número de políticas para reducir el CC, se debe a que las acciones individuales de los estados no fueron suficientes, por lo que es indispensable alcanzar un acuerdo global a la brevedad posible. Antes de que sea demasiado tarde.
Lo más indicado es firmar un nuevo protocolo para combatir el fenómeno global citado, como el de Kyoto que concluyó en 2012. Aunque el sustituto tiene que ser mucho más moderno, sobre todo riguroso y efectivo, pues se trata de frenar y revertir algo que amenaza a la existencia tal cual la conocemos ahora en la Tierra.
Algunos grupos pretenden que el nuevo instrumento para combatir el CC sea vinculatorio y que establezca la reducción de emisiones en porcentajes del 50 u 80 por ciento. Para algunos, la última cifra sería lo más in dicado, porque de lo contrario, no se lograría el objetivo: evitar que la temperatura suba más de dos grados centígrados.
La verdadera y seria reducción de GEI’s no ha comenzado a pesar de acuerdos mundiales y políticas nacionales y prueba fehaciente de ello son las emisiones de gases que siguen creciendo, en el caso de países emergentes y por lo que se refieren a las naciones ricas, sus emanaciones se mantienen altos. De no hacerse nada, en el mejor de los escenarios, se rebasarían los dos grados centígrados, y en el peor 5.
PASIVO ATMÓSFÉRICO
Los gobiernos de países ricos e industrializados no quieren ningún tratado ni protocolo vinculante porque dicen que prácticamente los llevaría a la quiebra porque no están preparados para ello. Estados Unidos decía que si firmaba y se sujetaba al Protocolo de Kyoto, solamente el primer año se desplomaría su producción y tendría 5 millones de gringos corridos de sus trabajos y eso que solamente de trataba de reducir el 5.2 por ciento de las emisiones, teniendo como base, las emanaciones de 1990.
¿Usted cree que Estados Unidos acepte reducir el 20 por ciento de las emisiones actuales que es lo que propone la Unión Europea o el 50 u 80 por ciento que proponen los científicos?
Los emergentes Brasil, China e India, entre otros países, menos México, reclaman aspiración y legítimo derecho a crecer, como lo hicieron en su momento las naciones ricas y poderosas que contaminaron el mundo.
Los ricos no quieren que los emergentes contaminen y los quieren obligar a reducir sus GEI’s. A ello, los emergentes responden que los ricos que ya contaminaron, tienen la obligación de descontaminar al mundo para que ellos puedan contaminarlo en su derecho de llegar a ser ricos.
Cuando los emergentes sean ricos, entonces dicen, lucharán por descontaminar lo que ensuciaron para que otros puedan aspirar a crecer para mejor las condiciones de vida de sus habitantes.
COSTOS PARA MÉXICO
Aunque las consecuencias desastrosas de la sequía son infinitamente más caras, Rafael Loyola Díaz, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, recuerda que en 2010, los costos por lluvias severas, en México, llegaron a 57 mil millones de pesos y para 2012, por degradación ambiental y agotamiento de recursos naturales, los costos ambientales sumaron 985 mil millones de pesos.
Asimismo, apuntó que de acuerdo con Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el caso de México, 90 por ciento de los desastres naturales son hidrometeorológicos.
Respecto al problema del CC, dijo que ya rebasó el punto del no retorno, por ello dominan la agenda los temas de adaptación, restauración, mitigación y desarrollo sustentable.
También ejemplificó que “si hay aumento de violencia, fallas en elecciones o falta de democracia, se pude seguir adelante, pero los problemas socio-ambientales, como el CC, tocan al ser humano como especie, tocan la vida en la Tierra y tiene avances catastróficos de los que no se va a escapar”.
Este problema es un fenómeno social con origen antropogénico que requiere modificar el modelo civilizatorio y de valores para enfrentar un desafío que ya rebasó el no retorno.
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