El dinámico crecimiento de la población femenina económicamente activa no encuentra espacios apropiados en el mercado de trabajo y cuando los alcanza enfrenta segregación ocupacional, ingresos castigados y violencia laboral.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 y el Reporte sobre la Discriminación 2012, indican que las mujeres trabajadoras son discriminadas en sus centros de trabajo, en sus niveles salariales y en los requisitos para emplearlas, a quienes se suman personas con algún tipo de discapacidad al no haber empleo ni condiciones para ser empleados.
Actualmente, el sector femenino representa el 38% de la población económicamente activa del país al sumar más de 6 millones de trabajadoras dentro del sector formal de la economía. El 22.3% de los hogares mexicanos, 1 de cada 4, están encabezados por una mujer.
Las empresas o dependencias contratan a mujeres del mismo perfil, primero las solteras, después a las casadas, enseguida a las casadas con hijos, y al último a las madres solteras, así lo manifestó Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
Dijo que “ya no debemos seguir permitiendo a que a las mujeres se nos catalogue por nuestro estado civil o condición, sino por nuestra capacidad o formación”.
Enfatizó que urge romper los estereotipos y roles de género que dejan las responsabilidades familiares y trabajo doméstico no remunerado de manera casi exclusiva en manos de las mujeres, para lograrlo se deben de impulsar políticas públicas de corresponsabilidad que permitan armonizar la vida familiar, laboral y personal para facilitar la autonomía económica de las mujeres que otorgarán independencia y una mayor capacidad en toma de decisiones que a la vez pone un alto a la violencia.
Aunque el Modelo de Equidad y Género, la Norma Mexicana para la Igualdad Laboral entre Mujeres y Hombres y la Guía de Acción Contra la Discriminación han contribuido a generar mejores condiciones en el mercado de trabajo aún persisten diversas formas de discriminación.
Ante tal situación, el gobierno federal, a través del Inmujeres, la Secretaría del Trabajo y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), firmaron un Convenio de Colaboración para el Desarrollo de Acciones en Materia de Igualdad Laboral y no Discriminación, a fin de coadyuvar de manera coordinada en la erradicación de la discriminación que obstaculiza y condiciona el acceso de las mujeres a un trabajo remunerado en igualdad de condiciones.
Este Convenio impactará de manera inmediata a 4 mil 683 centros de trabajo que mediante alguna certificación vigente, ya han asumido el compromiso con la igualdad y la no discriminación.
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