El control de calidad de la chatarra de aluminio es cada vez más estricto. Por esta razón, es necesario tener material de primera clase. Esta calidad no siempre está garantizada para aquellos procesadores de aluminio secundario que, como suele ser el caso, aún dependen de la compra de materia prima a los recicladores.
La tecnología de transmisión de rayos X (XRT) de TOMRA Sorting Recycling con sus equipos X-TRACT y X-TRACT X6 FINES es muy recomendable para separar eficientemente aluminio y aleaciones de aluminio de metales pesados, lo que ofrece una calidad constante para las materias primas y productos resultantes.
«El aluminio es un metal ligero con un futuro brillante, y su producción tiende a aumentar, ya que el material reemplaza en gran medida al acero en muchas aplicaciones gracias a su resistencia y bajo peso. Un claro ejemplo es el sector automotriz y aún más en automóviles eléctricos, donde la reducción de peso es crucial «, afirmó Julio Barrientos, Recycling Sales Manager México de TOMRA Sorting.
Por lo tanto, cuando se utiliza material reciclado, el control de calidad es esencial. Este proceso comienza con los recicladores, ya que suministran materias primas a los procesadores de aluminio. Sin embargo, ellos deben verificar que los materiales que han comprado cumplen con los requisitos de calidad respectivos.
La tecnología XRT de TOMRA Sorting Recycling facilita el proceso de clasificación y optimiza la eficiencia de la clasificación de materias primas secundarias de aluminio. Esto se aplica a aquellos que procesan chatarra de aluminio de diversas aleaciones con metales pesados, incluidos el Cobre (Cu), Zinc (Zn), Hierro (Fe), Magnesio (Mg), Silicio (Si), etc.
«Antes del proceso de fusión del aluminio secundario, nuestra tecnología XRT separa los metales pesados de las aleaciones de aluminio que contienen más del 2% de metales pesados antes de ingresar al horno. Cada aleación de aluminio contiene un cierto porcentaje de otros metales, que deben controlarse cada momento para garantizar que la composición química del producto cumple con las especificaciones requeridas”, dijo.
De esta manera, los procesadores de aluminio controlan el nivel de calidad antes de que el material ingrese al horno y evitan la pérdida de piezas fundidas debido a picos de metales pesados que exceden el contenido máximo permitido de estos elementos «, señaló.
Esta producción secundaria de aluminio que utiliza el reciclaje de material de desecho tiene un papel fundamental en la economía del reciclaje pues aumenta las tasas de recuperación y ofrece un producto final de alta calidad con una menor huella de carbono, debido a menores costes energéticos y de materia prima en comparación con el proceso de fusión de aluminio primario, que utiliza como materia prima el mineral Bauxita y que requiere un alto consumo energético y complejos procesos físico-químicos.
El uso de la tecnología de clasificación en el proceso puede conducir a una reducción en los costos de compra de la materia prima (chatarra), porque los materiales no deben tener una composición excesivamente estricta y porque se procesa menos. Por lo tanto, la chatarra se puede comprar a un precio menor con una calidad más baja y posteriormente limpiarse con la tecnología X-TRACT.
«Las fundiciones de aluminio secundario, que están particularmente interesadas en separar la chatarra en fracciones puras, ahora tienen la posibilidad de comprar materias primas a un precio más bajo y clasificarlas con la tecnología XRT de TOMRA para lograr el nivel de calidad deseado. Una opción muy favorable», aclara Julio Barrientos.
Del mismo modo, no sólo podrán limpiar la chatarra sino también generar nuevas fracciones separando el aluminio tipo cárter (aleaciones de aluminio con metales pesados) del aluminio tipo perfil (aleaciones de aluminio con metales ligeros).
«Creemos que la tendencia actual es que los procesadores de aluminio continuarán desarrollando sus procesos para separar las materias primas. Incluso ha reemplazado parcialmente el trabajo de los recicladores en términos de diferenciación de materiales, creando nuevas cualidades que siempre son adaptadas a sus necesidades «, añade Julio Barrientos.
No incorporar una tecnología como el XRT de TOMRA implica varios riesgos si el material no cumple con las especificaciones requeridas en términos de composición y tamaño de fracción. El producto final puede no lograr las propiedades deseadas.
Tanto en Europa como en Estados Unidos, las fundiciones de aluminio se enfrentan al reto de producir productos finales de aluminio no sólo libres de metales pesados, sino también de elementos ligeros no deseables como el magnesio.
“El magnesio constituye entre el 1% y el 4% de las fracciones típicas de chatarra de aluminio y se considera un contaminante no deseado en mezclas de chatarra como la ZORBA, lo que al final dificulta la venta de los recicladores. Las fundiciones de aluminio secundario requieren fracciones de materia prima libres de magnesio con el objetivo de conseguir un producto de excelente calidad para los mercados locales e internacionales”, afirmó.
Además, agregó que “debido a que el magnesio y el aluminio tienen una densidad similar, las tecnologías disponibles actuales tienen dificultad para diferenciar y, por tanto, separar estos materiales. Sin duda reducir el magnesio en la chatarra de aluminio es un gran desafío que requiere del uso de tecnología muy avanzada”.
Comentarios Cerrados