En el marco del Día Interamericano de la Calidad del Aire, la campaña Hazla de Tos, de la Red Nacional de Ciclismo Urbano (BICIRED México), y Greenpeace exigieron al titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, implementar un sistema de monitoreo efectivo de los contaminantes presentes en el aire a nivel nacional que garantice a los mexicanos su derecho a la información sobre lo que estamos respirando día con día.
Areli Carreón, consultora de movilidad de Greenpeace, dijo que “lo que está en el aire no se queda en el aire, ingresa a nuestros pulmones, está en contacto con nuestra piel, con nuestros ojos. Impacta directamente en nuestra vida y si la calidad del aire es mala, atenta directamente contra nuestro derecho a la salud y a un medio ambiente sano, por ello las autoridades ambientales deben cumplir la normatividad existente y garantizarnos estos derechos”.
Por su parte, David Pulido, vocero de la campaña Hazla de Tos, dijo que “en México, la NOM-156-SEMARNAT-2012 establece que todas las localidades mayores a 500 mil habitantes, las conurbaciones y las zonas metropolitanas de la República Mexicana, un total de 59, deben contar con dichos sistemas. Sin embargo, de acuerdo al Sistema Nacional de Información de Calidad del Aire (SINAICA) actualmente existen 29 redes de monitoreo integradas a este sistema, de las cuales sólo 3 reportan datos confiables (ZMVM, ZMM y ZMG) debido a que la gran mayoría le faltan recursos para operación, mantenimiento y calibración de las estaciones. Esto significa que sólo se está en posibilidad de informar a un 18% de la población total del país”.
Necesitamos acciones concretas desde el nivel federal para mejorar el monitoreo y la comunicación de riesgos asociada a la mala calidad del aire ya que daña la salud de la población expuesta, genera altos costos en el sistema de salud y reduce la productividad de los trabajadores, entre otros impactos.
“Demandamos al gobierno federal que asuma la responsabilidad necesaria para realizar la política de calidad del aire a que se ha comprometido y que se implementen sistemas de monitoreo de calidad del aire confiables y mejorar las condiciones de los que actualmente se encuentran en funcionamiento”, abundó Pulido.
Esto implica la puesta en operación, revisión y actualización de los instrumentos de medición que componen las redes de monitoreo existentes, acompañada de estrategias de comunicación de riesgo, la capacitación de personal para la operación óptima de dichos instrumentos y la puesta en marcha de programas ambientales adicionales que busquen reducir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad del aire en nuestras ciudades.
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