En los últimos meses en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), se han presentado diversas problemas de altas emisiones de gases contaminantes en la atmosfera de una urbe de 20 millones de personas y las soluciones adoptadas por las autoridades no son más de que aspirinas que tratan de aliviar un cáncer terminal.
Ya que el problema de fondo que es el estilo de vida de los mexicanos que pretenden ser ciudadanos de primer mundo en una nación de tercer mundo con políticas, gobierno y economía subdesarrollada que no permite el adoptar reales controles climáticos, pretendiendo vivir el “sueño americano”, copiando estilos de vida estadounidenses y no siendo racionales en las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de cada persona.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que la ZMVM es de las urbes en el mundo con peores condiciones en su aire. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), indica que la realidad de las emisiones de CO2 y de ozono en México están fuera de control, ejemplo es el per capita por ciudadano que es de 6 toneladas de CO2 generadas de forma anuales por persona, una cifra muy similar a un europeo que emite 8 toneladas anuales por cada uno de sus habitantes.
Estando un poco por abajo del estándar global que es de 7 toneladas por individuo, y es aquí donde las discusiones internacionales se han centrado en que cada individuo del planeta (hoy más de 7 mil millones de seres humanos) debe bajar a un estándar de 5 toneladas para el año 2050.
Siendo ahí donde urge un cambio en el estilo de vida, ya que ello es clave para así tener un ciudadano responsable y sustentable, ya que desde las propias políticas y cultura aspiracional del mexicano se padece de graves problemas al inculcar en los niños que forzosamente para considerarse exitoso en la vida debe tener uno o dos automóviles; aunado a equivocadas políticas en control de contaminantes; gasto energético en el hogar, que no tenga conciencia del reciclado de sus desechos que sólo alcanza el 17% en la actualidad; deforestar casi 100 mil hectáreas de bosques al año, tener más del 70% de los cuerpos de agua del país con altos niveles de contaminación, etc.
A lo cual, Carlos Caballero, Investigador del Tecnológico de Monterrey (ITESM), explicó a Periódico Mi Ambiente que un gran tema por debatir es como hacer ciudadanos responsables en materia ambiental y no aspiren a tener vidas desahogadas como es el afamado sueño americano, que es la imagen de la persona triunfadora y consumidora que se vende históricamente como el fin a alcanzar en las naciones subdesarrolladas como México.
Para diversos organismos como la CEPAL, lo más difícil y más costoso en los países emergentes como México será invertir y adoptar de buena forma el cambio tecnológico que exige la adaptación al Cambio Climático al año 2030; situación que al momento se está dando de forma lenta y se avecinan 15 años vitales para alcanzar un freno a las emisiones de CO2 que para contener su generación deben establecerse cambios radicales en la tecnología, aspectos económicos, fiscales, urbanos, energéticos, agrícolas, salud, etc.
Sin olvidar que México no puede indicar que tiene una real política de adaptación climática, cuando tiene a 50 millones de personas viviendo en pobreza extrema y que para contener sus problemas de contaminación se requiere primero sacarlos del subdesarrollo; aunado al problema de que pese a esta pobreza la gente quiere tener un estilo de vida americano, sin importar su impacto ecológico.
La OCDE estima que México es la segunda nación con mayor desigualdad social de las naciones que integran esta organización global y que el sector gubernamental en su gasto de atención a la pobreza se encuentra entre los más bajos, lo que ejerce gran presión sobre la capacidad administrativa del sector público para movilizar eficazmente personas y recursos monetarios que hagan frente a retos fundamentales como reducción de la pobreza, acceso a la educación, mejoramiento de la infraestructura urbana y adaptación al Cambio Climático.
Dolores Barrientos, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), comentó a Periódico Mi Ambiente que los mexicanos deben saber que manejar adecuadamente los recursos naturales genera riqueza y entender que su uso sustentable da un adecuado crecimiento humano con miras a adoptar una economía verde que se refleje en progreso social y urbano.
Puntualizó que el concepto de urbanismo, sociedad y convivencia deben ser revalorados y, al apreciar una ciudad tan contaminada en su calidad del aire, aspecto a ser atendido, indicó “uno se preguntaría si es lo adecuado y si da competitividad o bienestar humano; debemos hacernos estas preguntas, ya que el patrón de ciudades donde se promovió que el desarrollo humano era tener un automóvil, concepto que debe ser roto, pues ya no aplica en la actualidad, pues representa graves problemas en el costo de vida.
Por ello, quizá sea momento de analizar mover a la población a ciudades pequeñas que pueden crecer de forma sustentable, no como las macrourbes mexicanas que ya son casi imposibles de remediar en su caos urbano”.
Citando los problemas más evidentes en la actualidad, se puede mencionar que las altas emisiones de CO2 provocan en la Ciudad de México la muerte de 20 mil personas de forma anual; entre las soluciones adquiridas por las autoridades son prohibir a poco más de dos millones de vehículos que circulen a diario, que las industrias bajen su carga de trabajo en un 40%, pero todo ello ha sido inútil. Lo cual redunda en que el gobierno supedite alcanzar sus metas de mitigación de CO2 a recibir dineros del extranjero.
A lo cual, Katyna Argueta, Directora de País del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), expreso que este tema debe ser reflexionado y entender los desafíos de la adaptación climática de México y comprender las alianzas que se tienen que establecer y lamentó que “desde 2007 ya se alertaba el actuar en aspectos de adaptación climáticos que dañan el desarrollo humano y esto profundiza la desigualdad y se tendrá una reversión de los avances de igualdad global que se han alcanzado”.
Enfatizó que la adaptación no es sólo mejor desarrollo, sino un desarrollo diferente y se debe actuar de forma local que es donde se presentan graves daños en las comunidades más pobres y con menor desarrollo humano.
Sobre este aspecto, en el libro “Estado de las ciudades de América Latina y el Caribe 2012 de ONU Habitat”, se señala que en esta región del mundo al expandirse las ciudades sin visión integradora, las periferias pueden exacerbar la segregación al convertirse estas zonas en trampas de pobreza para grandes grupos de población y por ende se vuelven sitios sin control de sus contaminantes.
Cabe citar a Nicholas Stern, quien ha dicho que el Cambio Climático no se puede mejorar sin que ello ayude a paliar la pobreza, pues de fracasar en uno se fracasa en el otro. Lo cual inquiere que se debe tener presupuestos oficiales incluyentes y sostenibles que no destinen como sucede en México, con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), cuyos ingresos en un 90% se destinan a salarios de su burocracia y que en años anteriores ha otorgado más recursos a adquisición de un nuevo edificio para su personal que lo destinado a acciones y políticas de mitigación del CO2.
Aunado a que no debe olvidarse que más del 60% de los compromisos ambientales establecidos por la SEMARNAT, brazo de la política ambiental del gobierno mexicano están supeditados a recibir dineros del extranjero en caso contrario no se llevarán a cabo.
Cabe mencionar que diversos catedráticos indican que numerosos productos de uso doméstico se convierten en residuos peligrosos, tanto por su composición como manipulación, tratamiento y disposición final pueden acarrear diversos trastornos ambientales, aunado a que desde los hogares de México y del mundo en general no se está actuando de forma correcta en la mitigación de emisiones de CO2, uso eficiente de energía, reducción de residuos y adaptación al cambio climático.
De los 7 mil millones de habitantes del planeta, queman combustibles como es el gas natural y LP que aportan el 8% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), mientras que en el hogar de unos 3 mil millones de seres humanos no tienen acceso a fuentes modernas de generación de energía y utilizan madera, estiércol, carbón y restos de cosecha como biomasa, que termina siendo culpable de 1.5 millones de muertes al año por problemas respiratorios.
Por su parte, Carlos Rivera Salinas, presidente del consejo directivo de la Asociación de Empresas para el Ahorro de la Energía en la Edificación A.C., dijo a Periódico Mi Ambiente que “el 70% de México tiene climas cálidos lo que hace necesario que los hogares tengan características de eficiencia energética, ejemplo es el norte nacional en donde más de la mitad de su gasto energético es por el uso de aparatos de aire acondicionado y que no se ha creado una real política de hogares edificados con productos sostenibles”.
Lo cual se refleja en que México está entre los tres primeros lugares en Latinoamérica en aumento a su consumo energético en las últimas tres décadas en sus zonas urbanas (que son residencia de un 70% de sus 120 millones de habitantes) pasando en promedio en un consumo de 427 a 1,688 kilovatos por hora por habitante.
REQUIERE MÉXICO DE UNA CIUDADANÍA RESPONSABLE
Las ciudades modernas no están preparadas para mover al gran número de vehículos que circulan en sus vialidades, por lo que se deben buscar otras alternativas, aseguró Pilar Conesa, directora de Smart City Expo World Congress.
La promotora de la idea de las Smart Cities, dijo que aquellas ciudades inteligentes, son resultado de la necesidad cada vez más imperiosa de orientar al ciudadano a tener una vida sostenible, y que dichas urbes se sirvan de infraestructuras, innovación y tecnología para disminuir el consumo energético y reducir las emisiones de CO2, y planteó que el paradigma actual es mover personas en vez de mover autos.
La especialista española y que ha trabajado en Barcelona que es una de las actuales metrópolis que más han avanzado en esta materia, explicó que una ciudad avanzada no es en la que los pobres se mueven en coche, sino en la que los ricos se mueven en transporte público. “Tenemos demasiados vehículos con un sólo conductor y por tanto estamos ocupando mucho espacio para que una sola persona se movilice.
Dijo que “la Smart City tiene un objetivo que es mejorar la calidad de vida de las personas, teniendo en cuenta la sustentabilidad medio ambiental y la eficiencia económica, si no tuviésemos recursos naturales finitos para tener una mejor calidad de vida, tal vez haríamos otras cosas, pero como tenemos recursos naturales finitos es urgente ver cómo hacemos para consumir menos energía y menos agua”.
Esto implica, precisó la especialista, buscar mecanismos que hagan más eficientes las ciudades, en términos económicos y políticos, por lo que la movilidad en las Smart Cities es un tema que se aborda desde la perspectiva del diseño de vialidades, medios de transportes integrados y el uso vehículos alternativos como la bicicleta.
RECOMENDACIONES PARA SER UN CIUDADANO MÁS SUSTENTABLE
La contaminación, la protección al medio ambiente, así como el trabajo bajo políticas “verdes” son temas de interés global, por ello es esencial que las personas tomen algunas recomendaciones para tener una vida sustentable.
Para comenzar a tener una vida sustentable basta con cambiar algunos hábitos del día a día. Entre algunos de estos aspectos está:
En el automóvil: disminuir su uso puede ayudar a mejorar la salud del planeta, administrar los viajes y evitar utilizarlo cuando el recorrido sea corto o viajar con varias personas que tengan el mismo destino o sobre la misma ruta, evitando que cada uno lleve un vehículo.
Otra opción es utilizar vehículos totalmente eléctricos o los llamados híbridos, combinación de dos motores: uno de combustión interna y otro eléctrico alimentado por baterías.
En la bicicleta: desde 2003 en el mundo se fabrican más de 100 millones de bicicletas anualmente, tres veces más que el número de automóviles. Aunque sólo en países desarrollados como Alemania, Holanda, Canadá o China son tomadas como medio de transporte, es importante que otros países comiencen a utilizarlas no sólo por la oportunidad de evitar el tráfico y moverse eficientemente por la ciudad, también por el beneficio económico, al medio ambiente y a la salud que ofrecen. Mientras que en México los viajes de bicicleta sólo suman el 3% de los traslados diarios en el país.
Aprovechar los servicios de transporte privado y compartido, ello con el boom de las startups, las formas de transporte han sido grandes beneficiarias por ejemplo Tripda es una plataforma que conecta a pasajeros y conductores que van al mismo destino para que puedan compartir el vehículo y costos del traslado. El sistema calcula el precio del combustible, casetas etc. para luego, dividirlos entre el número de ocupantes del auto.
En el hogar, se pueden tomar diversas acciones sustentables como es sustituir el viejo calentador por uno solar; cambiar los focos por bombillas ahorradoras o LED; adquirir electrodomésticos con tecnología de bajo consumo tales como refrigeradores, lavadoras, planchas entre otros.
En el trabajo, las empresas y lugares de trabajo también pueden ayudar eliminando la papelería de distintos procesos al utilizar formatos digitales. Hacer uso responsable del equipo de cómputo es otra alternativa viable, por ejemplo, la pantalla de una computadora puede consumir hasta la mitad de energía del equipo, si vas a realizar otras actividades es recomendable apagar por completo tu equipo de cómputo.
Renovar tu equipo de cómputo en medida de lo posible también te garantiza ahorros significativos, los nuevos dispositivos cada vez ahorran más, detalló la marca Linio.
Hay construcciones que hacen uso de tecnología para eficientar su funcionamiento y se caracterizan por administrar los recursos de forma inteligente, en la iluminación por ejemplo, hay sensores para activarse y desactivarse según las necesidades garantizando un ahorro de energía considerable.
La población logrará un crecimiento del 60% a nivel mundial para 2030 y 70% en 2050 lo que significa que para entonces siete de cada diez personas en el planeta vivirán en zonas urbanas, por lo tanto, la demanda de un compromiso con la “vida sustentable” y por ende con el planeta será cada vez mayor.
IMPROVISACIÓN DE POLÍTICAS EN CALIDAD DEL AIRE EN MÉXICO
Para la organización ambientalista Greenpeace, los cambios realizados al programa Hoy No Circula (que deja sin circulación a diario a poco más de un millón de autos en la ZMVM) han mostrado una improvisación enorme y decisiones tomadas al vapor y de forma equivocada por la Comisión Ambiental de la Megalopolis (CAMe), la Secretaría de Medio Ambiente federal (SEMARNAT) y los gobiernos del Estado de México y Ciudad de México,
Ya que la aplicación temporal del programa Hoy no Circula es una falsa solución que no ayudará a resolver de raíz el problema del tránsito vehicular que “colapsa” la movilidad en la ciudad de México y los 18 municipios mexiquenses conurbados en donde viven 24 millones de personas; cabe recordar que hace unos cinco meses la misma autoridad capitalina en aras de ganar puestos gubernamentales, cambio el reglamento de tránsito permitiendo la circulación de gran cantidad de automóviles con el hecho de verificar sus emisiones sin importar lo viejo del modelo automotor, entre otros aspectos muy criticados y que hoy caen por si solos.
Greenpeace, estimó que las autoridades de los seis estados que integran la CAMe deben focalizar sus esfuerzos en modificar de manera drástica el modelo y la cultura de movilidad que impera en el Valle de México y que estimula el uso particular del automóvil.
Aunque el problema es el pésimo transporte público del valle de México que ni es cómodo, seguro, accesible y la edad de los microbuses como taxis sobrepasada los 14 años y sus emisiones como actuar de sus choferes ahondan en este problema ambiental.
Las pasadas contingencias ambientales por la excesiva presencia de ozono y CO2 en la ciudad, han puesto en evidencia -pese a las declaraciones mediáticas de la vocería de la CAMe- una gran falta de trabajo en mejora de la calidad del aire en el valle de México, no de ahora, sino en los últimos 20 años se olvidó una verdadera política ambiental que debiera haber sido impulsado por SEMARNAT, cosa que a su actual titular como antecesor no les intereso realizar.
Sin olvidar que las autoridades capitalinas, desde Andrés Manuel López Obrador, se apostó por ignorancia u oportunismo político a la edificación de vialidades y autopistas urbanas, dejando en el olvido la mejora del transporte público y eléctrico. Así como en años posteriores, por aspectos políticos se redujo el impuesto a la tenencia vehicular.
Todo esto se refleja en que el número de autos registrados en la Ciudad de México se duplicara en una década alcanzando los 5.5 millones de unidades; en donde el consumo de combustibles creció en 50%, y que el 40% de los viajes al día sean en autos particulares.
Por su parte, el director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), Gustavo Alanís Ortega, dijo que “cualquier solución que se establezca de manera parcial sólo en la Ciudad de México y el Estado México, no podrá tener impactos positivos de largo plazo sobre la salud, la disminución de la congestión vehicular, la competitividad de las ciudades y la mejora de la calidad del aire, si no se establece un Programa de Verificación real y efectivamente homologado a los seis estados”.
Recalcó que es inentendible porque SEMARNAT no actúa en la actualización de la NOM 044 en materia de combustibles limpios, en cambios de tecnologías en camiones pesados; la actualización de las normas de salud, etc., lo cual es parte de los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS); mejora y aumento del transporte público ambientalmente limpio, etc.
Ante esta realidad y del fracaso de las acciones oficiales para prevenir los problemas ambientales y de pobreza en México, la ex secretaria de SEMARNAT, Julia Carabias Lillo, declaró que “la política se mantiene como la arena pendiente de conquistar por la narrativa ambiental, y ese fracaso parcial se mide en el deterioro persistente del patrimonio natural y de la calidad de vida de los más pobres”.
Añadió que “la degradación continúa, y por lo tanto la línea de hoy es la de ayer, la de hace diez años y la de hace 20 años; añadiendo que hay mucho más conocimiento sobre estos problemas, lo que está faltando es cómo para lograr traducir esa información a los tomadores de decisiones para que se convierta en políticas públicas bien sustentadas”.
De este modo, la crisis “es un problema no de conocimiento, sino de espacio; más que una reforma legal, creo que nuestras leyes, al igual que el conocimiento, están muy bien, lo que necesitamos es su aplicación, el tema está en la SEMARNAT, en el Ministerio Público, y con los jueces que no están logrando incorporar esta temática en sus decisiones; a veces el Ejecutivo da un paso, y los jueces lo tumban, entonces eso no ayuda en la ley”.
Algunos datos para documentar el pesimismo: “la población humana se triplicó si se comparan los datos de 1700 a 1850 con los de 1900 a 1970; sin embargo, el consumo de energía lo multiplicamos por 12, y esa energía está basada en el consumo de los combustibles fósiles, y esto ha generado que se incremente en dos últimas décadas en 38 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero, que es la causa fundamental del cambio climático, y a pesar de tener estos incrementos y esta presión, en el uso común de la atmosfera; pues todavía queda 20 por ciento de la población mundial que no tiene acceso a la energía”.
AUMENTA DAÑO AMBIENTAL, PERO SE PUEDE REVERTIR: PNUMA
El cambio climático que afecta al mundo está ocurriendo a una velocidad muchísimo más rápida de lo que antes se pensaba, haciendo imperativo que los gobiernos actúen ahora para revertir el daño que se le ha hecho al planeta, afirma el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, en las evaluaciones regionales sobre el estado del ambiente global que se publicó en Kenia, África.
Dicho estudio “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO-6): Evaluaciones Regionales”, se compone de seis informes separados que proveen un estudio altamente detallado de los problemas ambientales que afectan cada una de las seis regiones en el mundo: la región Paneuropea, América del Norte, Asia y el Pacífico, Asia Occidental, América Latina y el Caribe, y África.
Se detalla que los problemas en casi todas las regiones, son el crecimiento de la población, la rápida urbanización, el aumento en el nivel de consumo, la desertificación, la degradación de la tierra y el cambio climático se han combinado para hacer que los países sufran una escasez de agua más severa. Estas preocupantes tendencias también están haciendo cada vez más difícil que el mundo se alimente, advierten los informes, que involucraron 1.203 científicos, cientos de instituciones científicas y más de 160 gobiernos.
Al respecto, el Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, afirmó que “hoy en día, gracias a este informe, sabemos mucho más acerca del estado del ambiente en el mundo de lo que sabíamos antes. Con estas evaluaciones, el PNUMA ha presentado al mundo la última evidencia sobre el estado del ambiente en el mundo, dándoles las herramientas que necesitan para anticiparse y evitar el daño que se le está haciendo a nuestro planeta”.
Añadió que «si las tendencias actuales continúan y el mundo no hace valer soluciones que mejoren los patrones actuales de producción y consumo, y si no utilizamos los recursos actuales de forma sostenible, entonces el estado del ambiente en el mundo continuará declinando. Es esencial que comprendamos la velocidad del cambio ambiental sobre nosotros y que comencemos a trabajar con la naturaleza en vez de contra ella para abordar una gran variedad de amenazas ambientales frente a nosotros”.
Las evaluaciones, que se basan en datos científicos y literatura revisada por otros científicos, encuentra que aún hay tiempo para abordar muchos de los peores impactos del cambio ambiental, tales como el daño a los ecosistemas marinos y un aumento en el nivel de la contaminación ambiental, que se ha convertido en uno de los riesgos a la salud ambientales con mayor alcance.
En el caso de América Latina y el Caribe, se señala que es una región biológicamente rica con complejos contrastes políticos, sociales y naturales. Sin embargo, las economías comparten una fuerte dependencia en productos primarios y recursos naturales, que son responsables de alrededor de 50 por ciento de todos los productos de exportación.
Las áreas urbanas continúan creciendo junto con las poblaciones, unido con un mayor consumo en la clase media. Esto ha llevado a una situación en la que la calidad del aire en las ciudades ha bajado, las emisiones crecen y el agua y otros recursos naturales están bajo presión. El futuro de las economías en la región depende en gran medida del capital natural de la región, mitigando y adaptándose al cambio climático, y desvinculando el crecimiento económico del consumo de recursos.
En materia de la calidad del aire, se señala que las emisiones del gas de efecto invernadero están creciendo en América Latina como resultado de la urbanización, el crecimiento económico, el consumo energético y los cambios en el uso de la tierra, así como otros factores. Estos cambios generan una degradación en la calidad del aire, tanto interno como externo.
La mayoría de las ciudades en la región para las cuales hay datos disponibles tienen concentraciones de materia particulada (MP) sobre las directrices de la Organización Mundial de la Salud, OMS. Monterrey en México, por ejemplo, tiene concentraciones medidas de MP2.5 de 85,9, muy sobre el límite recomendado de la OMS de 20. Sin embargo, la región ha hecho progreso en la reducción de sustancias que afectan a la capa de ozono y la eliminación del plomo en la gasolina.
En América Latina un estimado de 100 millones de personas viven en áreas susceptibles a la contaminación del aire, en su mayoría en áreas densamente pobladas en la ciudad. En 2012, un total de 138.000 muertes en las Américas (renta baja y media) fueron atribuidas a la contaminación del aire en el ambiente y a la contaminación del aire doméstico.
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA EN 2060 MATARÁ A 9 MILLONES DE PERSONAS AL AÑO: OCDE
De acuerdo con un informe de la OCDE, a menos que se emprendan las debidas acciones para frenar las emisiones contaminantes, en 2060, la contaminación atmosférica en exteriores podría causar de 6 a 9 millones de muertes prematuras al año y costará el 1% del PIB global, alrededor de 2.6 billones de dólares al año como resultado de faltas por enfermedad, costos médicos y menor producción agrícola.
El informe The Economic Consequences or Air Pollution (Las consecuencias económicas de la contaminación atmosférica), se indica que la consecuente reducción en la producción económica global hacia 2060 equivaldrá a cerca de 330 dólares por persona, puesto que los costos de atención médica anuales relacionados con la contaminación atmosférica aumentarán a 176 mil millones de dólares en comparación con los 21 mil millones de 2015, y el número de días laborales perdidos por enfermedades relacionadas con dicha contaminación se elevará considerablemente, a 3.7 mil millones en comparación con 1.2 mil millones.
El Director de Medio Ambiente de la OCDE, Simon Upton, declaró que “el número de vidas truncadas por la contaminación atmosférica ya es terrible y su posible aumento en las próximas décadas, aterrador. Si eso no es motivo suficiente para actuar, este informe demuestra que no actuar al respecto también implicará un fuerte costo económico. Es fundamental que impidamos que estas proyecciones se conviertan en realidad.”
La contaminación atmosférica en exteriores ocasionó más de 3 millones de muertes prematuras en 2010 y los grupos de población más vulnerables fueron los ancianos y los niños. Las proyecciones de la OCDE implican la duplicación, o incluso la triplicación, de muertes prematuras por aire sucio —es decir, una muerte prematura cada cuatro o cinco segundos— para 2060.
Los mayores aumentos previstos en tasas de mortalidad por contaminación atmosférica corresponden a India, China, Corea y países de Asia Central como Uzbekistán, donde el aumento de la población y el congestionamiento de las ciudades significa un mayor número de personas expuestas a emisiones de plantas de energía y de gases de vehículos. Se estima que las tasas de muerte prematura serán hasta tres veces mayores en 2060 que en 2010 en China y hasta cuatro veces mayores en India. Se prevé que las tasas de muertes se estabilizarán en Estados Unidos y se reducirán en gran parte de Europa Occidental debido en parte a las iniciativas para cambiar al uso de energías y transporte más limpios.
Las pérdidas en PIB proyectadas serán mayores en China, la Federación Rusa, India, Corea y los países de Europa del Este y la región del Caspio, a medida que los costos de atención médica y de una menor productividad laboral afecten la producción. La mala calidad del aire afectará la economía de China con más fuerza que la de India debido a que las diferencias prevalecientes en las tasas de ahorro de las familias y las cifras demográficas significan que los efectos dominó de una menor productividad y un mayor gasto de salud para el resto de la economía china serán mucho mayores.
Una baja en los rendimientos de los cultivos como resultado del aire sucio lesionará las economías de la mayoría de los países. Algunas excepciones serán Brasil, la Federación Rusa y ciertos países de América Latina, donde se prevé que los terrenos agrícolas resultarán menos afectados, lo cual dará paso a una mayor competitividad en el campo de las exportaciones y, por tanto, a ganancias económicas.
En el informe se examina también el impacto negativo de la contaminación atmosférica en términos del precio que las personas estarían dispuestas a pagar cada año para que su salud no merme ni sus vidas se trunquen por ella. Se pronostica que este hipotético valor anual de la contaminación atmosférica aumentará considerablemente, de menos de 500 dólares por persona en 2015 a 2,800 dólares en 2060.
CRISIS URBANA MEXICANA Y GLOBAL
México en los últimos 100 años multiplicó su población siete veces.
México en los últimos 100 años multiplicó su población urbana 44 veces.
En México, en los últimos 100 años, sus ciudades crecieron en 11 veces.
México es de los peores países en calidad de aire y pobreza de la OCDE.
30% de los niños y adultos mayores de México en ciudades padecen grave pobreza.
En México, por el caos urbano un trabajador al día pierde casi 6 horas en el transporte público.
Las ciudades del Planeta aportan el 80% de las emisiones mundiales de carbono.
Más de 1,000 millones de personas en el mundo viven en cinturones urbanos.
Hasta 50% de la población en países subdesarrollados vive en asentamientos irregulares.
Fuente: Colmex, ONU, Greenpeace, SEDATU, OCDE, PNUMA, UNAM
SIN FRENO LAS EMISIONES GLOBALES
En el año 2010 se emitieron en el planeta 52 gigatoneladas y la meta es que debe contener en una cifra de 38 a 43 gigatoneladas. Pero la realidad indica que al 2030 se emitirán 56.7 gigatoneladas. Para Nicholas Stern las emisiones de GEIs no bajarán y en el 2030 se tendrá una emisión de 65 a 68 gigatoneladas. Mientras que el Acuerdo de París, Francia establece una adaptación limitada en emisiones de los gases de efecto invernadero (GEIs), y se acepta que es una realidad que al 2030 seguirán al alza.
MÉXICO SIN UN SISTEMA AGRÍCOLA SUSTENTABLE
El sector rural mexicano genera el 23% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del país, utiliza el 70% del agua potable nacional, problemas ambientales que se agravan por los subsidios políticos en energía, combustibles y agua que se otorga gratuita a los campos de cultivo, situación que por cuestión electoral no se prevé cambie en el corto plazo y que hace que el sector agropecuario sea insustentable y haga imposible que México cumpla con sus metas “aspiracionales” de mitigación climática al 2050.
Omar Masera, profesor del centro de ecosistemas de la UNAM en Morelos, expresó a Periódico Mi Ambiente que la mitigación del Cambio Climático en el sector agrícola y forestal en México es imposible ante la evidente descoordinación en políticas de conservación y productividad que manejan para el campo las secretarías de Medio Ambiente (SEMARNAT) y de Agricultura (SAGARPA), ya que requieren de trabajar conjuntamente, pues la tierra es la misma y sus programas no pueden seguir trabajando de forma dispersa y contraponiéndose.
Dijo que las emisiones del sector agropecuario se intensifican por el uso excesivo de combustibles fósiles, aunado a la deforestación que no ha sido atendida de forma adecuada por la Semarnat y que registra pérdidas de 500 mil hectáreas anuales.
Señaló que el sector campo es el único que puede secuestrar carbono a excepción de áreas industriales y se requiere una estratega muy activa al respecto, ya que este sector debe impulsar una agricultura verde con una adecuada reforestación en sus zonas aledañas.
Dijo que para que el campo colabore en la mitigación ambiental se deben imponer y adoptar diversas acciones al respecto como es una adecuada conservación, manejo de suelos, labranza cero, reducción de fertilizantes, agroforestería, bioenergía, fertilizantes naturales, reducir perdidas, consumo responsable de insumos, uso sustentable de leña y carbono, y un cambio de la dieta humana, todo lo cual puede colaborar en una reducción del 20% de emisiones de CO2.
REZAGO DE 20 AÑOS EN LEYES AMBIENTALES EN MÉXICO: MARIO MOLINA
El Centro de Investigaciones “Mario Molina” publicó el documento “Mejorar la calidad del aire en el Valle de México es urgente y un gran reto para la sociedad”, en el que se hace una reflexión sobre las causas, consecuencias y líneas generales de solución a los graves problemas de contaminación atmosférica y congestión vehicular que se padecen en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).
Se detalló que de acuerdo con el inventario de emisiones de la Zona Metropolitana del Valle de México, en 2012 las fuentes industriales, principalmente la industria química, contribuyeron con una tercera parte de los compuestos orgánicos volátiles, y más de tres cuartas partes de los óxidos de azufre emitidos a la atmósfera.
Si bien es cierto que en las últimas décadas el cambio de usos de suelo en algunas partes de la ZMVM, y en particular en la Ciudad de México, ha resultado en la reubicación de diversas industrias, observamos también que aún hay delegaciones y municipios en los que las emisiones industriales representan una de las fuentes más importante de contaminantes.
A lo anterior contribuye el hecho de que, en México, existe un rezago normativo y legal de más de 20 años en lo que respecta a los límites de emisión permisibles para diversos contaminantes relacionados con fuentes industriales, tanto de jurisdicción federal como local, incluyendo los compuestos orgánicos volátiles, los óxidos de nitrógeno y las partículas PM2.5.
En concreto, es necesario publicar de forma inmediata la actualización de la NOM-043-2003, para que ésta incluya límites no sólo para partículas suspendidas totales, sino también para las emisiones de partículas suspendidas finas. Además de ello, en lo que respecta a compuestos orgánicos volátiles, deberá establecerse de manera emergente una norma que limite las emisiones.
Asimismo, será necesario revisar el marco jurídico, tanto ambiental como de gestión del suelo, y analizar, con base en el impacto en la salud de la población y de los ecosistemas, la conveniencia de clausurar o reubicar algunas fuentes industriales que afecten zonas de alta densidad poblacional, como las ubicadas en las delegaciones Azcapotzalco y Gustavo A. Madero, así como en los municipios de Tultitlán, Tlalnepantla de Baz, Ecatepec, Cuautitlán, Naucalpan y Tula, Hidalgo.
Actualmente la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y las procuradurías ambientales de la Ciudad de México y del Estado de México carecen de instrumentos suficientes para verificar y hacer cumplir las normas de calidad del aire. De igual manera, las sanciones, medios de verificación y especificaciones de diversas normas son insuficientes en muchos casos. Ante ello, el Centro Mario Molina propone la implementación de programas emergentes de auditorías ambientales, enfocados a la reducción de emisiones de compuestos orgánicos volátiles, óxidos de nitrógeno y partículas suspendidas finas.
Debido a su importancia y nivel de emisiones, se deben priorizar las siguientes fuentes de jurisdicción federal: petróleo y petroquímica, química, cementera, y automotriz. Respecto a las fuentes de jurisdicción local, destacan las industrias de alimentos, aplicación de pintura para autos y muebles, así como pequeños talleres de impresión.
También se requiere de contener la expansión de la mancha urbana para reducir la demanda de movilidad, ya que el patrón de crecimiento urbano de las últimas décadas se caracteriza por la proliferación de ciudades dispersas, distantes y desconectadas. Este patrón se ha visto influenciado por la carencia de instrumentos de planeación adecuados que integren políticas de uso de suelo, transporte y vivienda, que a su vez permitan una transición hacia un modelo de ciudades compactas, conectadas y continuas.
En la ZMVM, actualmente tres cuartas partes de las viviendas se encuentran a más de cinco kilómetros de los principales centros de actividad económica. Una ciudad desbalanceada, en términos de empleo y vivienda, pues se fomenta el tiempo de traslado hacia las zonas de trabajo –así como los costos asociados al transporte, deteriorando de esta manera la calidad de vida de su población.
Otro aspecto fundamental para reducir la demanda de movilidad es la proximidad de la vivienda a zonas con transporte público. En promedio, alrededor del 30% de las viviendas en la ZMVM se encuentra próxima al transporte público estructurado; este porcentaje aumenta a más de 40% si únicamente se consideran la Ciudad de México (antes Distrito Federal) y disminuye a menos de 15% si se analiza sólo el área conurbada del Estado de México.
A la par de la cercanía al empleo, el acceso al transporte estructurado puede reducir el uso del automóvil. Algunos análisis del Centro Mario Molina sugieren que la población que vive cerca del transporte estructurado tiende a realizar más viajes utilizando ese medio, y que está dispuesta a dejar de utilizar el automóvil. Lo anterior tiene un impacto directo en los kilómetros recorridos, el tiempo de traslado, el consumo de gasolina y, por ende, las emisiones de contaminantes.
Algunas recomendaciones en el ámbito de la planeación urbana incluyen el desarrollo de un Programa de Ordenamiento Territorial a escala megalopolitana, y la actualización del Programa General de Desarrollo Urbano de la Ciudad de México, que integren la planeación urbana y la ambiental en un sólo instrumento. Dichos programas deberán tener un enfoque que fomente la ciudad compacta, la mezcla de usos de suelo, y la consolidación de policentros, y que por ende ayude a la desconcentración de actividades y viajes.
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