Aunque se está agotando el tiempo, el New Energy Outlook 2024 de BloombergNEF muestra cómo el mundo aún podría alcanzar el objetivo principal del Acuerdo de París (mantener el calentamiento global muy por debajo de dos grados centígrados y evitar los peores impactos del cambio climático) y lo que se necesitaría para llegar allí. El nuevo informe indica que es crucial la velocidad a la que se escalan las tecnologías limpias y se acelera la descarbonización del sector eléctrico.
El New Energy Outlook 2024, el informe publicado hoy por el proveedor de estudios BloombergNEF, presenta dos escenarios climáticos actualizados, el Escenario Cero Neto (NZS por sus siglas en inglés) y un Escenario de Transición Económica (ETS por sus siglas en inglés) de caso base, diseñados para informar la formulación de políticas públicas, la ambición climática de los países y las estrategias de transición energética con bajas emisiones de carbono provenientes de corporaciones e instituciones financieras.
El NZS del informe, el cual es consistente con una probabilidad del 67% de que se mantenga el calentamiento global a 1,75 grados centígrados, considera que la demanda de petróleo, gas y carbón alcanzará un pico inmediato y caerá de forma más inclinada a partir del año 2025. Los sectores de energía, transporte, industria y edificaciones afrontan una transición a diferentes velocidades dependiendo en las tecnologías disponibles para descarbonizar, pero todos consideran que de ahora en adelante las emisiones empezarán a caer. Estos cambios a corto plazo solo ocurrirán gracias a una rápida expansión de las tecnologías de energía limpia, particularmente debido a que la capacidad mundial de renovables se va a triplicar para el 2030, va a haber una rápida absorción de vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés), la cual conducirá a una total eliminación global de las ventas de vehículos de motores de combustión para 2034, y va a haber un aumento significativo de la tecnología de captura de carbono, junto con tecnologías de almacenamiento de energía y la energía nuclear; todo esto antes de 2030.
«El camino para mantenerse por debajo de dos grados se está haciendo más estrecho», dijo David Hostert, director de economía y modelos de BNEF y el autor principal del informe. «En los 18 meses desde la última vez que actualizamos nuestros escenarios globales, la transición energética ciertamente se ha acelerado, pero no lo suficiente. Este informe debería servir como una señal de alerta: necesitamos una rápida disminución de las emisiones a partir de ahora – no dentro de cinco años – para que alcanzar las cero emisiones siga siendo una posibilidad”.
Hacer una limpieza del sector energético representa casi la mitad de las emisiones que se van a evitar entre hoy y 2050, en comparación con un escenario de no transición en el que no hay más acción respecto a la descarbonización. El 25% de las emisiones se reducirá por electrificar los sectores de uso final, incluyendo transporte por carretera, edificios e industrias. Las soluciones necesarias para disminuir las emisiones en el trimestre restante se encuentran entre las más difíciles de ampliar: biocombustibles en transporte y aviación, hidrógeno en industria y transporte, y captura y almacenamiento de carbono en industria y energía.
El New Energy Outlook también detalla un ETS de caso base, en el que las tecnologías de energía limpia solo se despliegan cuando son económicamente competitivas o adoptadas por elección del consumidor sin tener el respaldo de políticas para tecnologías limpias. La asequibilidad de la energía renovable, especialmente la solar y eólica, significa que crecen rápidamente en este escenario al 51% de la generación de energía global para 2030 y al 70% para 2050. El sistema de energía global se transforma y se vuelve mucho más flexible para acomodar altos niveles de penetración eólica y solar.
«Nuestro modelo por hora muestra que los sistemas de energía pueden acomodar muy altos niveles de entrada de energía eólica y solar sin incurrir en mayores costos», dijo Ian Berryman, modelador principal de sistemas de energía en BNEF. «Con la ayuda de la carga de vehículos eléctricos inteligentes, el almacenamiento de baterías y los generadores flexibles, el sistema de energía más asequible del futuro será el que se base en energías renovables de bajo costo”.
El ETS también ve una absorción significativa de vehículos eléctricos (EV), gracias a su creciente competitividad de costos en comparación con los vehículos convencionales. Gracias a los impactos combinados de energía limpia, los EV y mejoras en eficiencia energética, las emisiones a 2050 en el ETS son la mitad de lo que serían sin estas tecnologías, o un 27% menos que los niveles actuales. Esto está lejos de alcanzar el cero neto, y no cumple con el Acuerdo de París con un resultado de calentamiento global de 2,6 grados centígrados, pero demuestra lo lejos que ya podría llegar la transición energética en base a tecnologías económicas y listas para comerciar. En este escenario, los combustibles fósiles aún desempeñan un papel importante en los sectores de energía, industria, transporte y edificios, pero la demanda de gas crece modestamente mientras que la de petróleo y carbón está lista para entrar en un periodo de declive estructural.
Matthias Kimmel, director de economía de energía en BNEF, dijo: «La energía renovable, los vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía ya se están desplegando a escala y crecerán en los próximos años. Estas tres tecnologías, opciones que se pueden implementar sin remordimiento, pueden ayudar a los países a reducir las emisiones, mejorar la seguridad energética e incluso reducir los costos del sistema de energía en la actualidad».
BNEF ha mejorado su modelo para la edición de 2024 de New Energy Outlook. El análisis ahora incluye resultados detallados de modelos para 12 países y nueve regiones para ambos escenarios, y muestra que:
Los planes climáticos actuales (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional o NDC) de Brasil, Francia, el Reino Unido, EE. UU. y Australia son los que más se alinean con el Escenario Cero Neto de BNEF.
Alemania, Corea del Sur, Japón e India tienen NDC existentes que están alineados con o son mejores que el Escenario de Transición Económica, lo que indica que tienen margen para elevar su ambición de alinearse con el NZS.
China, Indonesia y Vietnam tienen el mayor margen para elevar la ambición en sus próximas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional. Sus NDC actuales incluso están por debajo del Escenario de Transición Económica.
El informe también revela otros temas importantes relacionados con la transición global con bajas emisiones de carbono, incluyendo:
La necesidad de escalar nueve tecnologías clave para encaminarse hacia el cero neto. Estos son: energía renovable, vehículos eléctricos, almacenamiento de energía de baterías, energía nuclear, captura y almacenamiento de carbono, hidrógeno, combustibles de aviación sostenible, bombas caloríficas y redes de energía.
Un panorama más matizado de los casos en los cuales el hidrógeno de bajo carbono puede ser más impactante en la transición energética y en los cuales la electrificación tiene más sentido.
La forma en que las mencionadas tecnologías combinan e interactúan para resolver la descarbonización a través de la energía, el transporte, la industria y los edificios.
Los volúmenes de inversión necesarios para lograr el ETS ($181 billones a nivel mundial hasta 2050) y NZS ($215 billones hasta 2050), y por qué estas estimaciones son sorprendentemente similares (solo un 19% más altas en el NZS).
La importancia de las consideraciones sobre el uso de suelo, dado que las tecnologías de bajas emisiones de carbono suelen requerir una huella de suelo mayor que las fuentes basadas en fósiles, y la creciente demanda de tierra para la transición energética, la producción de alimentos y la conservación de la biodiversidad tendrán que ponderarse y cooptimizarse.
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