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Topes, un mal que aumenta los índices de contaminación del DF

De acuerdo con un análisis realizado por Bernardo Mendoza del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO) y Luis Mochán del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, los topes que se ubican en las carreteras de México no cumplen con la función para lo que fueron “diseñados”, al contrario provocan más accidentes y elevan los índices e contaminación de las ciudades.

Al respecto, Bernardo Mendoza comentó que los topes interrumpen el tráfico y no logran su objetivo. “El problema es que para pasar un tope primero debe frenarse, pasarlo y segundo, volver a acelerar para llegar a la velocidad permitida, en esto gasta energía y gasolina, y genera alta contaminación”.

Según el análisis que realizaron los especialistas, en el trayecto de la carretera de Jojutla-Alpuyeca en Morelos hay aproximadamente 50 topes, uno cada trescientos metros; en promedio cada 30 segundos pasa un coche, por lo que en un día transitan tres mil coches que desperdician siete mil litros de gasolina y energía con un costo de más de 70 mil pesos diarios.

La energía que se gasta serviría para mantener encendidos 1.5 millones de focos ahorradores durante cuatro horas al día o tener funcionando tres mil 500 refrigeradores. En este trayecto se arrojan a la atmósfera seis mil toneladas de dióxido de carbono cada año, gas responsable del calentamiento global.

Como alternativas “civilizadas” para evitar accidentes y moderar la velocidad de los automotores proponen eliminar los topes con lo que se tendría un ahorro de energía y reducción de contaminación, en particular de óxido de carbono.

Con los recursos ahorrados podrían emplearse para pagar agentes de tránsito, instalar monitores de velocidad, cámaras que identifiquen a los infractores y concientizar a la sociedad que es factible manejar a velocidad moderada en lugar de frenar por un tope para después acelerar de manera excesiva.

El investigador del CIO indicó que junto con su colega de la UNAM llegaron a la conclusión que sería benéfico quitar los topes, educar a la gente sobre los límites de velocidad y reglas de vialidad, la población no está consciente de pararse en el tope y ceder el paso; al contrario acelera porque le cortan el vuelo que traía, además los conductores no hacen alto total. Tal y como en Europa donde no hay topes, en estos países se implementan sistemas de generación de energía en los altos, y cuando frenan generan electricidad.

De acuerdo con el análisis hecho por los especialistas, al menos 10 por ciento de la contaminación generada por automóviles podría evitarse al quitar los topes, y la ciudad cumpliría con el protocolo de no contaminar. En el mundo no hay otro lugar como México donde se controlan los límites de velocidad con los topes. Cada uno de ellos –de acuerdo con los especialistas- tiene una sección triangular de alrededor de un metro de base y 20 centímetros de altura.

Para su construcción se requiere 1.7 metros cúbicos de piedra, 290 litros de arena, 90 litros de cemento y 40 metros de varilla. Además, los topes provocan choques y los automovilistas gasta en las reparaciones mecánicas, suspensiones rotas y golpes al chasis.

 

Acerca de Juan Carlos Machorro

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