El Día Mundial de las Aves Migratorias (WMBD) es una campaña de sensibilización, coordinada por ONU Enviroment, que se celebra anualmente y tiene como objetivo inspirar la conservación de las aves migratorias y sus hábitats en todo el mundo.
Desde 2002 la Fundación Pedro y Elena Hernández A.C. trabaja con otras organizaciones y el gobierno federal en la conservación del flamenco. En 2014 tomó la iniciativa de, junto con la academia y la CONANP, conocer con mayor profundidad el ciclo de vida del Flamenco del Caribe y así poder llevar a cabo esfuerzos de conservación mas eficaces.
De esta manera, se han llevado a cabo diferentes esfuerzos en coordinación con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Estado de Yucatán, la UNAM, Colegio de la Frontera Sur y el CINVESTAV, para conocer con exactitud los patrones de migración de los flamencos a lo largo del año y para ayudar a proteger la integridad ecológica de sus espacios de vida, buscando la viabilidad futura de la especie.
El Programa de Monitoreo del Flamenco del Caribe involucra a día de hoy a las Reservas de la Biósfera de Ría Celestún, Ría Lagartos, Los Petenes, al Área de Protección de Flora y Fauna Yum Balam y las Reservas Estatales El Palmar, Dzilam y Ciénegas y manglares de la costa norte de Yucatán.
Hoy se encuentra documentada la movilidad de los flamencos dentro de la Península de Yucatán y se busca ampliar este conocimiento mediante tecnología satelital. Se quiere conocer con excatitud los movimientos de la especie hacia el gran Caribe, para lo que a principios de año se instalaron cinco monitores en flamenco adultos.
Dentro del ciclo de vida del flamenco, es de suma importancia proteger los espacios de reproducción. A partir de este año las autoridades federales están estableciendo restricciones al acceso a las áreas de anidamiento en la Reserva de Ría Lagartos de abril a agosto. Si quieres visitar esta área infórmate antes de viajar.
Actualmente los flamencos se puede observar en los humedales de toda la península de Yucatán a lo largo del año. La mejor época para observar y disfrutar de estas aves en grandes concentraciones es el los meses de febrero y marzo en Reserva de la Biósfera de Ría Celestún.
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