José Manuel López Castro
Luis E. Velasco Yépez
CAMPO Y DESARROLLO
El café es uno de los productos agrícolas más importante del país, desde el punto de vista social y económico, pero también uno de los más politizados. Cuando se buscó meter orden en este producto, se encontró con que muchos cafeticultores no eran tales, sino taxistas, comerciantes y, por supuesto, vivales que se hacían pasar como productores del aromático para obtener los recursos financieros que el gobierno federal destinaba a esta actividad. Las listas de beneficiarios que circulaban en las organizaciones político-campesinas parecían más bien directorios telefónicos por la abundante nómina. Ahora, la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) y la Comisión Ejecutiva Ampliada del Comité Nacional del Sistema Producto buscan conformar Consejo Regulador del Café para reorientar al sector e impulsar productividad y rentabilidad. Entre las medidas puestas ya en marcha, destacan los convenios que se realizan con centros de investigación públicos y privados para la producción de plantas resistentes a plagas y enfermedades, a efecto de desarrollar entre 5 a 6 millones de plantillas de alta calidad y con características definidas para cada región del país. La actividad cafeticultora cuenta con un padrón nacional de cerca de 500 mil productores y 700 mil hectáreas, ubicados en 467 municipios, de los cuales 161 están registrados en la Cruzada Nacional contra el Hambre. El ingreso de las familias cafetaleras depende hasta del 78 por ciento de la producción y venta de aromático.
COSTO DE LA DESERTIFICACIÓN: 42 MMDD
Ahora que se espera celebrar el primer Día Mundial del Suelo, el 5 de diciembre de 2013, hay que decir que 12 millones de hectáreas dejan de ser fértiles al año o si lo prefiere, lo diremos de otra forma: Se degradan. Al desertificarse dejan de ser útiles y productivas y dependiendo del grado del daño, su recuperación natural tarda de 100 a más de 500 años. Pero si los humanos que son los culpables del mal, intervienen para corregir el problema, la recuperación puede darse en unas cuantas décadas o de 100 a 200 años. Sin lugar a dudas que es mucho el tiempo que debe transcurrir para que esas tierras enfermas, sanen. Eso se debe a que una hectárea llega a perder hasta 6,500 toneladas por año de suelo fértil. Por cierto que México es un caso muy especial en esto de la pérdida de humus, toda vez que su tierra apta para la agricultura, escasamente rebasa el 2 por ciento de su territorio. De acuerdo con la FAO, la merma de tierra en el mundo se traduce en una pérdida de 20 millones de toneladas al año. Esta desertificación afecta a unos 1,200 millones de personas y el costo económico rebasa los 42, mil millones de dólares.
HAGAN MÁS VIVIENDAS: SEDATU. El Gobierno de la República apuesta a la certidumbre en la construcción de vivienda y ha hecho su mejor esfuerzo para convenir con estados y municipios la aplicación de más incentivos al desarrollo urbano ordenado, por lo que los empresarios del sector, están llamados a no detener su actividad económica y ofrecer productos de calidad, dijo el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Jorge Carlos Ramírez Marín, al participar en el Foro de Vivienda y Desarrollo Inmobiliario, organizado por los desarrolladores bajacalifornianos. Detalló que en México existen cerca de 3 millones de viviendas que deben ser reemplazadas, 3.2 millones más requieren una ampliación o remodelación y hay una demanda adicional de 9.7 millones de viviendas, por lo que convocó, una vez más, a los desarrolladores a no parar en la construcción de vivienda.
DENSIDAD POBLACIÓNAL. Para difundir e impulsar prácticas creativas hacia la redensificación, ubicación, equipamiento e infraestructura, así como para la gestión de la vivienda social intraurbana a partir de un modelo eficiente, compacto y sustentable, el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores dio a conocer el 1er Concurso FIVS 2013: Densidad/ Pensar vivienda para hacer ciudad. Esto porque en México, las ciudades se han expandido bajo un modelo de crecimiento urbano de baja densidad. El concurso busca la colaboración coordinada entre el Infonavit, las distintas escuelas de arquitectura y la iniciativa privada con la finalidad de mostrar un panorama integral del diseño y la construcción de vivienda intraurbana hacia el desarrollo sustentable. Fue el director general del Infonavit, Alejando Murat Hinojosa, acompañado por más de 30 directores de escuelas de arquitectura, quien dio a conocer las bases del concurso. Las propuestas ganadoras que serán presentadas en el 5° Foro Internacional de Vivienda Sustentable: Vivienda Social Intraurbana a realizarse el 25, 26 y 27 de noviembre en Mérida.
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