CAMPO Y DESARROLLO
Nuevamente, la Asociación Nacional de Empresa Campesinas (Anec), organización social de tendencia socializante, insiste en que México puede lograr su autosuficiencia alimentaria, pero para lograrlo debe cambiar, en forma radical su política agropecuaria. Se puede estar o no de acuerdo con los postulados que maneja, pero vale la pena, al menos, echarles un vistazo para tener una imagen más real de lo que acontece en el agro mexicano. Destaca su análisis sobre la importación de alimentos en los últimos años y sostiene que lo peor está por venir. Indica que la dependencia alimentaria de nuestro país es insoportable. Ahora, todos o casi todos coinciden en ello, excepto Estados Unidos (EU) y las corporaciones agroindustriales y que las importaciones agroalimentarias pasaron de 24 a 46 por ciento en la cobertura de la demanda nacional en las dos décadas recientes, como resultado ineludible de la era del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de la soberanía de los mercados, misma que nos ha sido impuesta desde 1982. De continuar así, y de acuerdo con estimaciones del Departamento de Agricultura de EU, hacia el 2030 México importaría el 80 por ciento de sus alimentos, comprometiendo de forma irreversible los derechos de campesinos, comunidades rurales y pueblos indios; la seguridad alimentaria del país, el derecho a la alimentación de la población; la cohesión social; la estabilidad política, e incluso la soberanía nacional y la integridad territorial. Postula una revolución verde con campesinos al frente y sin transgénicos. El punto 6 es clave en esta visión que promueve una agricultura sustentable, en lugar de sólo academicista. La nueva revolución tecnológica supone la producción local autogestiva (o en redes a nivel regional o estatal) vía la organización campesina de semillas nativas e hibridas mejoradas, humus y lixiviados, abonos verdes; harinas minerales, biofertilizantes, caldos nutritivos, ácidos orgánicos, entomopatógenos, fertilizantes foliares (sustancias húmicas, aminoácidos, hormonas de crecimiento e inductores de resistencia); análisis continuos de suelo, planta y agua; etcétera.
HABRÁ AEROPUERTO EN TEXCOCO
Hasta donde se sabe, todo sería cuestión de tiempo para que el Presidente Enrique Peña Nieto informe oficialmente, nada menos ni nada más, que la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México estará donde no pudieron hacerlo dos sexenio panistas, en la zona de Texcoco. Contaría con cuatro pistas, tardaría unos seis años en construirse, y serviría para mover unos 50 millones de pasajeros al año. La inversión total que se requerirá anda entre los 12 mil millones y 15 mil millones de dólares; en la actual administración se le invertiría unos 8 mil millones de dólares. Asimismo, se sabe que los estudios de impacto ambiental, hidráulica, ingeniería civil, aeronáutica y urbanización, entre otros, están listos. Cuando funcione, el actual dejará de operar.
TREN MÉXICO-TOLUCA
Por otra parte, también se sabe que el Tren México-Toluca contará con 50 kilómetros de recorrido y cuatro estaciones. El mismo sería anunciado junto con la realización del Nuevo Aeropuerto Internacional Ciudad de México y el Programa Nacional de Infraestructura. El estudio de factibilidad del proyecto tuvo un costo cercano a los 25 millones de pesos. Respeto a los trenes de México-Querétaro y México-Guadalajara, no se sabe nada, aún.
CONVERTIRÁN LOTES BALDÍOS EN PARQUES. Para aumentar infraestructura verde de la capital mexicana y para recuperar y transformar lugares grises en sitios de convivencia para la comunidad, el GDF convertirá en parques de bolsillo, barrio o locales todos aquellos espacios abandonos, en colonias de alta y media marginación. Los parques de bolsillo serán aquellos menos de 350 metros cuadrados, los de barrio tendrán entre 500 y mil metros cuadrados y los locales, superiores a mil metros cuadrados. La adaptación de un parque de 230 metros requiere de una inversión de 500 mil pesos. Hasta el momento se sabe que de 150 predios del GDF, 50 que se encuentran en zonas de alta y media marginación, fueron seleccionados para convertirlos en parques. Éstos se encuentran en las delegaciones Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza.
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