José Manuel López Castro
Luis E. Velasco Yépez
CAMPO Y DESARROLLO
Muy pronto, la lucha entre defensores y opositores a la apertura de México a la siembra de maíz transgénico podría entrar, de nueva cuenta, a la arena política. Observadores de este tema tienen la certeza de que la presenta administración pública federal vería con buenos ojos esa aprobación. Parece ser que el momento es adecuado, vía la reforma estructural del campo que prepara la Secretaría de Agricultura (Sagarpa).Un artículo de Roberto Arteaga, especialista en información empresarial de la Revista Forbes, revela tal posibilidad. “Esta tecnología (de las semillas transgénicas) cada vez tiene más presencia en el mundo, y la razón de impulsarla es que estamos buscando que haya un uso más racional y responsable de la biodiversidad, porque seguimos usando los insecticidas, químicos y herbicidas que tarde o temprano nos van a llevar a morir”, asegura Francisco Bolívar Zapata, coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia de la República, destaca en su información Arteaga. Aporta otros datos: En 2012, la importación del país ascendió a 9.515 millones de toneladas de maíz, que en su gran mayoría provinieron de Estados Unidos (89%), las cuales representan casi 27,000 millones de pesos (mdp) de inversión, según datos de la Sagarpa. Son dos los principales argumentos de quienes defienden la adopción del maíz transgénico en México: reducir la dependencia de su importación e incrementar la productividad del campo mexicano, señala, y precisa que una de las principales quejas que pesan sobre las trasnacionales que comercializan los organismos genéticamente modificados es el cobro de derechos por su uso entre los productores, gracias a la protección de la que gozan por sus patentes y menciona que Greenpeace México asegura que con la entrada del maíz transgénico los agricultores que compren las semillas podrían verse obligados a firmar contratos que los comprometen a cumplir con las demandas y políticas de las empresas y precisa que las universidades y centros de investigación científica pueden convertirse en el largo plazo en desarrollo de granos genéticamente modificados con el sello nacional, los cuales puedan ser aprovechados por empresas mexicanas que comercialicen la tecnología en el campo mexicano. Esa es la apuesta del experto en tecnología de la presidencia. Actualmente, la siembra comercial de maíz genéticamente modificado se lleva a cabo en 28 países a nivel mundial, mientras que la producción se consume en alrededor de 59 países.
HABRÁ NUEVAS MEDIDAS CONTRA POBREZA RURAL
Pedir a las autoridades mexicanas que pongan en marcha medidas contra la pobreza rural, porque la eficacia del desarrollo en los países de ingresos medios depende de que se eliminen esas desigualdades, así lo dio a conocer el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, de la ONU, Kanayo Nwanze, quien vino a México para entrevistarse con autoridades federales para analizar qué medidas puede poner en marcha el país para reducir la pobreza en sus zonas rurales y enfatizar el desarrollo social. Si no se ataca la pobreza rural, esa gente continuará migrando hacia las ciudades para buscar trabajo, sustento y mejores oportunidades, lo que demuestra que hay un desequilibrio entre las oportunidades que se tienen en el medio urbano y rural. En el ámbito internacional se sabe, por la información del CONEVAL, que en México existen 11.5 millones de individuos en pobreza extrema y más de 27 millones con carencia alimentaria.
APUESTA CONACYT POR DESARROLLO REGIONAL
Las prioridades de México son fortalecer el desarrollo regional y la infraestructura científica, formar recursos humanos de alto nivel y promover la vinculación entre el sector productivo y académico, aseguró Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, durante la presentación del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación. La política pública para este sexenio tiene como principal objetivo evitar mayores desequilibrios en el desarrollo científico de los estados, por lo que la institución a su cargo destinará recursos a cada entidad según su nivel de desarrollo. Detalló que en los estados con mayores capacidades científicas, por cada peso que invierta el gobierno local el CONACYT destinará otro peso, en las de desarrollo mediano se invertirán dos pesos y en las menos favorecidas se aportarán tres. Agregó que se revitalizará la infraestructura de las instituciones dedicadas a la investigación. Este proceso inició 2013, gracias a un aumentó 120 por ciento de recursos a este rubro y en 2014 creció la inversión 100 por ciento más. Sobre el Programa Estímulos a la Innovación, se apoyaron en el presente año a casi 4 mil proyectos , a los que se destinaron 4 mil millones de pesos, recursos que han fortalecido sectores automotriz, agroindustrial, alimenticio, biotecnológico, energético, metalmecánica, electrónica y tecnologías de la información. Por último, Cabrero aseguró que en este sexenio se alcanzará el 1por ciento del Producto Interno Bruto en ciencia, tecnología e innovación, siempre y cuando el gobierno y el sector privado destinen de manera sostenida una inversión de 0.57 y 0.43 por ciento en los próximos cuatro años.
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