Luis Enrique Velasco
Lo bueno que trajo el frente frío 44 (su tormenta invernal 11) y el 45 son los vientos de hasta 140 kilómetros por hora que barrieron la contaminación del aire, la nieve y lluvias que sin duda alguna beneficiarán en mucho a productores del campo, aunque justo es citar que también acarreó muchas incomodidades a los moradores de zonas urbanas. La nieve que cayó en buena parte del norte y centro del país se convierte en agua y desde luego es benéfica; las lluvias también se hicieron presentes en casi todo el suelo nacional, pero especialmente en Guerrero donde se tuvieron que armar albergues para proteger la vida de los moradores. Los reportes indican que Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán, Guanajuato, Morelos y partes altas del Estado de México y ciudad de México, nevaron. De acuerdo con la CFE, los fuertes vientos y lluvias produjo apagones en 25 entidades del país, lo que dejó sin luz por algunas horas a 2’119,000 hogares, por lo que se calcula que afectó entre 6 y 8 millones de personas. Por los fuertes vientos y lluvias se suspendieron clases en la ciudad de México, Querétaro, Estado de México, Puebla, Zacatecas, Guanajuato, Oaxaca, Sonora, Chihuahua, Veracruz, Nuevo León y Coahuila. Por cierto que las poderosas rachas de viento ocasionaron 7 incendios en la maleza sobre el río Santa Catarina, en Monterrey, uno más en Apodaca. En Melchor Ocampo, Edomex, fue necesario evacuar a buena parte del pueblo por una fuga de diesel en un ducto de Pemex. La furia de Eólo llegó a 140 kilómetros por hora en Hidalgo, donde volaron techos, ventanas, vidrios, además de que hubo precipitaciones y nevadas. En el Edomx también se reportaron muchos árboles, postes y anuncios espectaculares derribados, así como una ligera nevada en la carretera Puebla-México. En la ciudad de México, lo efectos de Eólo llegaron a 75 kilómetros por hora, pero eso fue suficiente para que derriba más de 300 árboles, 25 anuncios espectaculares y 15 postes de la CFE, 18 lonas y 15 autos destruidos. Para Estados que no sufrían una nevadas desde hace muchos años, como Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán, Guanajuato y Morelos, 9 de marzo, fue el día más frío. Aunque por otra parte, la furia de Eólo fue harto positiva para la ciudad de México, pues un día después de los vientos silbantes, amaneció sin contaminación atmosférica y la vista alcanzó objeticos a gran distancia y a pesar de lo nublado, se podía ver que la polución fue barrida y desaparecida.
SEQUÍA EN OAXACA
A pesar de que se han tenido años lluviosos en México, como los últimos tres, llama la atención que el Istmo de Tehuantepec se encuentre sufriendo una fuerte sequía. Con sobrada razón, los habitantes de la región se encuentran preocupados por la situación, especialmente, los moradores de Jalapa del Marqués, donde tienen su propio indicar de sequía, la presa Benito Juárez, cuya capacidad de agua se ha visto disminuida en 50 por ciento. Cuando pierde mucha agua, entonces aparece en la presa, un templo dominico del siglo XVI, bueno, al menos la cúpula. Esta reliquia dominica fue tragada por las aguas en 1962, cuando se inauguró la citada presa.
TIERRA SE TRAGA RÍO
El río Atoyac que corría Amatlán de los Reyes al Golfo de México, pasando por otros 7 municipios, desapareció de la noche a la mañana, lo devora un socavón que atraviesa su cauce a unos tres kilómetros de donde nace. Unas 10,000 personas e industriales azucareros que se abastecían de su agua, ya extrañan la desaparición del río y piden la intervención de las autoridades para solucionar el problema. Ojalá que las hagan caso, porque conozco otras situaciones en que los funcionarios no sirven para nada. Por ejemplo en Chiapas, desde hace muchos muchos años desapareció el río Lombricero y hasta el momento ni siquiera se sabe por qué. Luego, Uno de los ricachones de Huixtla decidió cambiar el curso del río San Carlos y todo sigue igual. Por lo toca a Puebla, está el caso de la laguna de San Miguel Tecuitlapa que desde el sismo de 1971, comenzó a secarse y ninguna autoridad municipal, estatal o federal hace algo para recuperarla.
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