José Manuel López Castro
Luis E. Velasco Yépez
La Representación en México de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Dirección de General de Atención a la Comunidad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México lanzaron una invitación a los jóvenes mexicanos para que participen en el concurso de videorreportajes del derecho a la alimentación. Se trata de que los jóvenes concienticen a la población y promuevan el derecho a la alimentación como un derecho humano fundamental, a través de la difusión del contenido de ese derecho y del trabajo que realiza la FAO. Todo es muy positivo, aunque pareciera que esta convocatoria es muy limitante. Sólo se dirige a estudiantes de la UNAM, lo que deja fuera a infinidad de jóvenes de otras instituciones de educación superior y a muchos más que, sin cursar una especialidad universitaria, son verdaderos líderes en comunidades donde el hambre es una realidad cotidiana y, en consecuencia, la interpelación al derecho a la alimentación, más allá de lo que se enseñe en las cátedras y salones universitarios. Los interesados podrán participar con un videorreportaje grabado con un teléfono celular, que tenga una duración máxima de 3 minutos, realizado con técnica libre, inédito y de la autoría del participante. El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación.
MÁS INJUSTICIAS
A pesar de que la empresa Buenavista del Cobre -con sus actividades mineras contamina los ríos Bacanuchi y Sonora desde la década del 1990- anunciara la creación de un fideicomiso con 2,000 millones de pesos para indemnizar y sanear la degradación causada y descubierta recientemente porque vertió descaradamente 40 millones de litros de contaminantes, la situación no mejoró para la población dañada, sino que se agravó, toda vez que las “benditas” autoridades, lejos de ayudar, quieren perjudicar más a la gente. Así de sencillo y simple. Las víctimas de este desastre causado por el hombre también será victimizada por la autoridad porque los quieren obligar a firmar un documento muy sencillo en el que por voluntad renuncian a todos sus derechos y también a la reparación del daño e indemnización. Sería bueno que el Presidente Enrique Peña Nieto que nombró una comisión presidencial para llevar a cabo acciones inmediatas, oportunas y eficaces para evaluar y subsanar los daños causados a la población con motivo del derrame tóxico, se enterara de lo que está sucediendo con la población afectada.
Ante esta situación, diputados federales exigen al gobierno, primero, que deje de funcionar la minara; segundo, que se le obligue a desembolsar al menos, 5 mil millones de pesos para cubrir los daños a la salud humana, al entorno ambiental y desarrollo económico de la región. Explican que la degradación medioambiental seguirá causando daños durante 15 ó 20 años más y es necesario que los afectados tengan para sobrevivir ese tiempo. Además, demandan que la empresa puede cubrir todos esos gastos, pues se está enriqueciendo a diestra y siniestra mientras acaba con todo a su alrededor. La minera es sumamente rentable pues deja ganancias de alrededor de 57 millones 200 mil pesos diarios, algo así como 20,878 millones de pesos al año.
“POBRE DE LOS POBRES QUE LES LLUEVE SOBRE MOJADO”
Aunque no lo crean, mal comienza la semana para aquellos que son ahorcados en lunes, reza el refrán. Y viene a la colación porque la excesiva pobreza de la mayor parte de la población, producto de las injusticia social y mal repartición de la riqueza, se ve obligada a vivir en viviendas frágiles e inseguras y en los sitios más vulnerables del país, donde la naturaleza no los perdonas y los remata, tal cual sucedió el año pasado en Guerrero, donde Manuel dejó destrozos que superaron los 30 mil millones de pesos y hace unos días, Odile le pegó duro a Baja California Sur; sus devastadores daños materiales y económicos aún no se cuantifican, pero se sabe que son graves. La ironía de la vida es que mientras esa gran cantidad de agua que trajo el meteoro amoló a los pobres, beneficiará a los ricos. Con esa agua producirá mucha quizá que se quedará en manos de unos cuantos. Y así seguirá esto porque la ambición de los ricos no tiene límites ni la de los políticos, tampoco la conformidad de los pobres que seguirán incrementando sus miserias.
Sin embargo, otra gran verdad del país es que si no entran los huracanes a suelo patrio o si no llueve cómo pasó en los últimos años del anterior sexenio, la cosa se pone fea para todos; la sequía causa mayores estragos, toda vez que sin agua no hay vida y mucha mortandad.
DESAPARECE PLAYA
Al menos dos kilómetros de la playa Pie de la Cuesta desapareció por el fuerte oleaje que se presentó en los últimos días en Acapulco. De acuerdo con Protección Civil local, la zona erosionada tiene una hondura de 2 metros. Dicho oleaje afectó también a 69 enramadas, 16 restaurantes fijos, dos muelles, un andador escénico y ocho palapas.
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