Vino ecológico

En Europa, uno de los países que se ha subido al carro de la fabricación ecológica es España, la cual se ha especializado en vinos. A partir de una selección de la producción de viñas certificadas como ecológicas se obtienen las bebidas; es decir que para cultivar las viñas se aplica un severo reglamento, como utilizar fertilizantes o abonos orgánicos, se prohíbe el uso de herbicidas y plaguicidas. Para su elaboración del vino se exige que la fermentación sea con levaduras naturales o autóctonas, que no sufra luego por válvulas o bombas; la clarificación debe ser también natural con clara de huevo, gelatina y contenidos muy pequeños de anhídridos sulfurosos como conservante y ácido tartárico para corregir la acidez; por lo tanto, su proceso de elaboración es riguroso. Se realizan análisis químicos que confirman su naturaleza ecológica y después serán embotelladas y certificadas como ecológicas por la Denominación de Origen correspondiente. La etiqueta verde ecológica, marcada como “producto ecológico” de la Unión Europea, certifica que se somete, a través de los niveles de elaboración y comercialización, a un sistema que garantiza la autenticidad del vino ecológico. Todo este proceso se realiza para evitar fraudes y dar tranquilidad al consumidor que al comprar vinos de esta naturaleza sean reales. Cada día, la sociedad toma conciencia del daño al Medio Ambiente es evidente, pero también aumenta el número de consumidores por este tipo de vino ecológico.