Siempre que inicia un nuevo año escolar, se debe tener listo a los útiles escolares, uniformes, zapatos, mochila, etc.; sin embargo además de esto, hay otro elemento que también hay que tener listo para que ésta nueva etapa sea exitosa: una alimentación saludable, ya que les ayudará a los niños a tener la energía y nutrimentos necesarios para sacar el máximo provecho de la nueva aventura que un ciclo escolar representa.
Algunos puntos para empezar con el pie derecho son:
Desayunar siempre, más vale despertar un poco antes para recargar “el tanque de la energía”. La clave para que las mañanas no se vuelvan una pelea campal es la planeación, es dedicarle 15 minutos el fin de semana para decidir, no sólo las opciones de desayuno, también las del lunch. Esto se debe platicar con los hijos y que le ayuden, esto tiene muchas ventajas, ya que por un lado es un buen momento para hablar con ellos sobre la importancia de una buena alimentación y por otro, las opciones que escojan será algo que a ellos les gusta.
Recuérdeles que una alimentación correcta tiene que tener alimentos de los tres grupos del buen comer que son las verduras y frutas, cereales, y las leguminosas o alimentos de origen animal.
Puede dejar preparadas algunas cosas desde la noche anterior para no correr tanto en las mañanas, por ejemplo la fruta picada, la mesa lista, incluso algún platillo que sólo tenga que calentar.
Una excelente opción ya sea para desayuno o lunch es un sándwich que le permite, entre otras ventajas, darle variedad a sus hijos con el pan Bimbo que a ellos les guste: Blanco, Sin Orillas, Multigrano, Integral, etc. Puedes prepararlo desde el clásico jamón con queso o echar a volar tu imaginación y hacerlo vegetariano, con fríjoles, con crema de cacahuate, etc.
Recuerde cuidar las cantidades, el estómago de los niños es pequeño, por lo que es recomendable poner porciones chicas de varios alimentos, también tome en cuenta la etapa por la que están pasando; no es lo mismo la cantidad que necesita un preescolar que la de un niño de primaria o un adolescente. Así que lo mejor es respetar las señales de hambre y saciedad de sus hijos.
Idealmente se debe comer cada 3 a 4 horas, es decir desayuno, comida, cena y un refrigerio a media mañana y otro a media tarde, una opción para media tarde es una fruta y una barra multigrano o unos frutos secos y un yogurt, etc.
No olvide algo de beber, la hidratación constante es igual de importante que la comida para un desempeño escolar adecuado, la bebida ideal es agua simple; sin embargo, en alguna comida puedes preparar agua fresca con fruta de temporada, con poca azúcar.
Platique en familia cómo lo nutritivo es sinónimo de delicioso. Desafortunadamente los niños piensan que si es “nutritivo” no es rico o es “aburrido”.
Prohibir, castigar o incluso premiar con alimentos es muy mala idea. Ya que por un lado lleva a que más adelante en la vida comamos por razones incorrectas, el típico ejemplo es comer cuando estamos tristes por que terminamos una relación amorosa o premiar con algo muy calórico cuando se hace algo bien. Por otro lado el premiar, por ejemplo con un postre, hace pensar al niño que el premio es mejor que el castigo (cómete todas las verduras).
Si sus niños ya realizan algún deporte, siga apoyándolos en ésta actividad, hoy se sabe que hacer ejercicio de manera regular es parte fundamental de un estilo de vida saludable y los hábitos que formen en la infancia son fundamentales y quedan para el resto de la vida.
Comentarios Cerrados