Vida Sana

Apnea obstructiva del sueño y ronquido se agravan en invierno

El síndrome de apnea obstructiva del sueño y el ronquido se agravan durante los meses de frío además de que el trastorno respiratorio diurno aumenta en frecuencia y en severidad, debido a varios factores, como la mayor probabilidad de contraer el típico resfriado invernal, situación que provoca inflamación de los tejidos de la garganta y con ello el aumento en la intensidad del ronquido y sus complicaciones, así lo advirtió  el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS).

Cuando inicia la época de frío cuesta trabajo conciliar el sueño ya que se presentan diversos trastornos a la hora del dormir. La menor cantidad de horas de luz solar o la disminución de las temperaturas nocturnas son mecanismos para que a través de estos dos inductores naturales de sueño (oscuridad e hipotermia) provocan que no se pueda dormir correctamente, sin embargo, esto no siempre es así.

El especialista detalla que “la menor cantidad de horas de luz solar o la disminución de la temperatura nocturna constituyen en coordinación con el reloj biológico humano, mecanismos inductores clásicos y naturales de sueño, en invierno, las bajas temperaturas nocturnas modifican la fisiología del sueño que se expresa en otras temporadas del año”.

Cabe recordar que el buen dormir es necesario entre tantas funciones para mantener bien al sistema inmunológico, ya que diversos estudios han mostrado que los niveles de inmunoglobulinas, parte de las denominadas defensas de nuestro cuerpo, son significativamente mayores en personas que duermen más de 7 horas y presentan adecuadas proporciones de sueño profundo o reparador, por lo que un óptimo descanso puede ser la manera más sencilla y eficaz de librarse, al menos, de cuadros gripales.

Reyes Haro dijo que también se deben considerar los síntomas de depresión porque pueden ser el primer signo de alerta de una patología de sueño, misma que al ser controlada, mejora el estado de ánimo. De igual manera, el buen dormir cuando hace frío mantiene el ánimo y la energía en buenos niveles.

Añadió que las bajas temperaturas ambientales propician que el cuerpo busque de manera natural mayor ingesta de alimentos para enfrentar de mejor manera el frío, sin embargo, esto no es bueno en la noche, debido a que una digestión pesada interfiere con la expresión normal del sueño, además de que es una de las condiciones presentes para que se dé el aumento de peso durante esta temporada.

“Algunas personas también incrementan la ingesta nocturna de alcohol, lo que provoca un sueño de mala calidad, así como la inducción de ronquido e interrupciones en la respiración al dormir. El consumo de tabaco en quienes fuman afecta de igual manera la calidad de sueño”, señaló Reyes Haro.
Otro aspecto importante a considerar es el desvelo frecuente en esta temporada. Al reducir el tiempo de sueño o desplazar los horarios para acostarse y levantarse debido a las constantes fiestas, se desajusta el reloj biológico y ocasiona trastornos de sueño como el síndrome de fase retrasada de sueño, mismo que ocasiona gran dificultad de adaptación al regresar al ritmo habitual de actividades.
El doctor Reyes Haro señaló que existen sencillas recomendaciones para dormir bien cuando comienza el frío:

       Hacer ejercicio o alguna actividad al aire libre. La exposición a la luz de día fortalece la regulación del sueño nocturno y mejora el estado de ánimo.

       Conservar los horarios convencionales de sueño y de vigilia. Para esto se debe considerar el horario laboral y escolar habitual, y si es posible recorrer el momento de levantarse sólo una hora. Esto permite mejor adaptación a la temporada fría y al regreso de vacaciones.

       Evitar la ingesta excesiva de alimentos altos en calorías. El aumento de peso habitual en esta temporada afecta la manera de dormir. Es importante hidratar el cuerpo durante el día y alimentarse con moderación, sobre todo cuando ya es muy tarde.

       Moderar el consumo de bebidas alcohólicas. El exceso de alcohol no sólo afecta la calidad y profundidad del sueño, sino que contribuye al aumento de peso. Beber con moderación a la hora de los festejos es una medida adecuada para conservar el buen dormir.

       Reducir el consumo de tabaco. Fumar produce irritación e inflamación de las vías respiratorias, situación que aumenta la probabilidad de adquirir enfermedades respiratorias y con ello empeora el sueño.

       Cuidar la temperatura del dormitorio, es importante usar varias piezas de ropa de cama para evitar despertar por el intenso frío de la madrugada.

 

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