El Centro Mexicano de Fertilidad (CMF), bajo la dirección del Doctor Alberto Kably Ambe, informó que gracias a técnicas como la criopreservación de espermatozoides y de óvulos, se ha podido ayudar a que tengan descendencia mujeres que decidieron retrasar su embarazo más allá de los 40 años, y a pacientes que durante su adolescencia fueron diagnosticados con cáncer y tuvieron que someterse a tratamientos oncológicos que afectaron su salud reproductiva.
La más reciente investigación científica dirigida por el doctor Kably demostró que espermatozoides preservados por más de 10 años a temperaturas de menos 80 grados centígrados, en viales o pequeños tubos sumergidos en nitrógeno líquido, pueden ser usados en reproducción asistida.
En el estudio se observaron espermatozoides de hombres que se sometieron a vasectomía; hombres que fueron operados por otras razones; hombres jóvenes que recibieron tratamiento oncológico y hombres que dejaron muestras almacenadas porque se mudarían a otras regiones. Después de 10 años, entre 25 y 100 por ciento de las muestras recuperó su movilidad y morfología para ser usados en procedimientos de reproducción asistida.
Otro de los grupos que más puede beneficiarse de estas técnicas son los adolescentes que reciben diagnóstico de cáncer pues muchos de los tratamientos con radioterapia, quimioterapia y cirugía salvan la vida pero llegan a dañar la producción de células reproductivas o gametos.
Indicó que «actualmente más del 70 por ciento de los pacientes que fueron diagnosticados con cáncer en la adolescencia, tanto en hombres como en mujeres, sobreviven y llegan a la edad adulta. Algunos de esos pacientes pueden ver afectada su fertilidad durante su tratamiento oncológico. Lo que nosotros hacemos es hablar con los oncólogos y solicitarles que cuando tengan un paciente adolescente que vaya a ser sometido a un tratamiento oncológico, nos lo envíen para guardar sus gametos; óvulos de mujer o espermatozoides de hombres».
Dijo que aún hay obstáculos culturales para aprovechar la preservación de la fertilidad, como el hecho de que ni los oncólogos ni los pacientes adolescentes con cáncer suelen considerar el riesgo de que un tratamiento severo contra el cáncer pueda afectar su capacidad reproductiva.
Añadió que «es muy comprensible que un muchacho de 18 años que se entera que tiene cáncer no está pensando en su fertilidad, lo que quiere es curarse. Es por eso que en ese momento debe incidir sobre las familias y los médicos, para que le digan que se va a curar pero que debe preservarse la fertilidad».
En México existe más experiencia en la preservación de gametos masculinos o espermatozoides, que se realiza desde hace más de 20 años, porque es mucho más fácil obtener la muestra ya que no se necesita un procedimiento tan completo como en la obtención de óvulos en el que hay que dar un tratamiento a la paciente para que produzca varios óvulos, además de sedarla para extraer los óvulos del ovario. Los gametos femeninos se han comenzado a obtener y criopreservar en el país desde hace cinco años.
Otro grupo de la población que se puede beneficiar de las técnicas de preservación de la fertilidad son las mujeres que deciden no embarazarse en los primeros años de su vida adulta porque están enfocadas en otros proyectos personales y profesionales, pero que quieren ser madres en algún momento de su vida y desean preservar sus óvulos de mayor calidad.
Sobre el tema, opinó que «para asegurarles un embarazo de calidad lo que se hace es que entre más joven sean, de preferencia antes de los 35 años, dejen óvulos vitrificados, con un procedimiento que es poco agresivo y así ella se puede embarazar en sus años 40 con un pronóstico de salud del feto similar al que ella tenía cuando tenía la edad en la que se obtuvieron los óvulos».
Los gametos femeninos y los masculinos se preservan en tanques de criopreservación y años después pueden ser descongelados y ser utilizados en un procedimiento de reproducción asistida. En el caso de los espermatozoides que fueron criopreservados se pueden usar de dos maneras: en una inseminación artificial o en una fertilización in vitro. En el caso de los óvulos, después de haber sido conservados en vitrificación, sólo pueden usarse en fertilización In Vitro.
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