Para muchas personas el llevar un estilo de vida saludable suele referirse a tener buenos hábitos de alimentación y practicar actividad física regularmente, sin embargo esto apenas representa la mitad del camino para lograrlo.
Actualmente existe una gran variedad de planes de alimentación, rutinas de ejercicio y productos que pudieran ayudar a lograr un cambio de hábitos y promover tu bienestar pero para lograrlo es necesario ir más allá de esto y lo que puede ser efectivo para una persona, puede no serlo para otra. De ahí la importancia de individualizar las necesidades y objetivos, evaluando la predisposición física o sensibilidad a alimentos de cada individuo.
Entre algunos de los factores estilo de vida pueden influir directamente el alcance de los objetivos son:
Dieta: se trata de algo más que las calorías que entran al cuerpo versus las calorías que salen de él o incluso el conteo de las mismas. La comida afecta al cuerpo de diferentes formas, diversos estudios muestran que existen personas con una mayor sensibilidad a carbohidratos que podrían alcanzar sus objetivos controlando éstos en su dieta, mientras que otros pudieran alcanzar mejores resultados al enfocarse en llevar una alimentación con control de grasas.
Alimentación: No solo se trata de cuánto se come, si no de poner atención en qué y cuándo se come. Por ejemplo, incluir un desayuno diariamente se asocia con un estilo de vida saludable y tomarlo como el tiempo de comida más abundante del día pudiera ser una estrategia efectiva para dar saciedad y ayudar a controlar el comer en exceso posteriormente.
Actividad: No se necesita ser un gran atleta, los pequeños movimientos también cuentan. Al moverse 5 minutos cada media hora permite lograr la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de un movimiento general de 2 horas al día para quemar alrededor de 200 calorías.
Seguramente estos 3 factores sonaron familiares, por ello presentamos otros 3 aspectos relacionados con la parte holística e integral del ser humano que generalmente no son tomados en cuenta y que resultan igualmente importantes:
Actitud: Las investigaciones demuestran que tener confianza en la habilidad de cambiar los comportamientos hace más sencilla la adopción de nuevos hábitos y un estilo de vida saludable. Identifique si su nutrición y tu mentalidad de ejercicio es certera, segura, optimista o insegura, piense que quiere cambiar tu estilo de vida e imagine viviéndolo, tome decisiones inteligentes, haga un plan para vencer los obstáculos que se puedan presentar y recompense sus esfuerzos para mantener una actitud positiva en su régimen.
Descanso: Tanto la calidad como la cantidad de sueño son muy importantes y puede tener una influencia directa e el metabolismo. La cantidad del sueño recomendable es de 7 y 9 horas cada noche, para lograrlo existen recomendaciones como: limitar el uso de aparatos electrónicos antes de irte a la cama, crear un ambiente cómodo para dormir y limitar tus comidas y bebidas.
Estrés: El nivel de estrés influye directamente en nuestro comportamiento y elección de alimentos, además de afectar la duración y calidad del sueño. Poner atención en este punto toma especial importancia dentro de tu bienestar. Algunas formas de disminuirlo son practicar actividad física, reírse más a menudo y tener pensamientos positivos.
Cabe mencionar que todos estos elementos son contemplados en el nuevo programa de bienestar integral BodyKey de Nutrilite, el cual llega a México después de probar su éxito en otros países; logrando esto por su integración de aspectos holísticos y físicos.
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