Casey Reyes, un ganadero de 87 años, pudo recuperar su mano tras un aparatoso accidente. Él estaba cambiando el neumático de un remolque, cuando el gato se deslizó y aplastó su mano contra el metal caliente del guardabarros del vehículo. Esto le ocasionó quemaduras y diversos daños alrededor de los tendones y tejidos de sus dedos.
Pero se le realizó una operación, en la que la mano se cose quirúrgicamente al interior del abdomen, le permitió recuperar al paciente gran parte de la movilidad y funcionalidad de su mano, permitiendo una durable recuperación en el dorso de la misma.
La cirugía, que originalmente se comenzó a utilizar en soldados gravemente heridos en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial, consiste en conectar por tres semanas el dorso de la mano a un nivel profundo del abdomen, para que en ese tiempo ambas áreas tuvieran un amplio contacto que generara nuevos vasos sanguíneos que permitieran la nueva irrigación sanguínea, mencionó el Doctor Anthony Echo, cirujano plástico del Hospital Houston Methodist (Hospital Metodista de Houston), quien operó al señor Reyes.
Las cirugías de este tipo, en las que se une temporalmente una parte del cuerpo a otra por debajo de la piel, eran comúnmente usadas en el pasado para la mayoría de las lesiones de la mano dañada fue cosida en la piel del abdomen del paciente, donde se mantuvo durante 21 días, mientras que crecieron nuevos vasos sanguíneos. La piel en la mano comenzó a sanar.
Asimismo, cuando el señor Reyes fue enviado al Hospital Houston Methodist, el Dr. Echo se dio cuenta de que el injerto de piel tomado de otra parte del cuerpo no iba a funcionar, ya que el daño afectó hasta el hueso y sin un buen suministro de sangre, un injerto moriría. “En el caso de la cirugía de bolsillo abdominal, es importante saber que la piel del vientre realmente se adhiere a la mano del paciente, y es así como se empiezan a formar nuevas conexiones de vasos sanguíneos. Sin esta opción, el señor Reyes probablemente habría perdido todos sus dedos,” aseguró el cirujano.
La familia del señor Reyes no podía creer cuando los médicos le explicaron cómo era esta cirugía, sin embargo, todos aceptaron, con el objetivo de recuperar la movilidad y funcionalidad de la mano del abuelo de la familia; el señor Reyes.
Finalizó el doctor que que este tipo de cirugías reconstructivas son constantemente estudiadas en el Hospital Houston Methodist, con el claro objetivo de optimizar el tratamiento de este tipo de traumas que tanto afectan las terminaciones nerviosas.
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