A todos les ha sucedido alguna vez, que al pasar una mala noche y suena el despertador, su hijo o hija amanece enfermo, los correos se siguen acumulando, encima de todo, tiene una presentación importante en el trabajo. Lo que detona el estrés, el cual se debe saberse manejar de forma correcta ya que al largo plazo es crítico para la salud.
En una encuesta reciente de la Asociación Psicológica Americana se demostró que a menudo los episodios de estrés llevan a la gente a engancharse con comportamientos poco saludables, desde quedarse despierto por la noche (42 por ciento) hasta comer demasiado o comer comida chatarra (33 por ciento).
Carlett Ramírez, Directora Médica en el área de nutrición de Abbott, indicó que «los componentes que se encuentran en ciertos alimentos, además de una dieta saludable en general, son grandes aliados para ayudar a combatir los efectos secundarios del estrés en nuestro cuerpo”.
Ya que sentir estrés durante largos periodos puede disparar una variedad de problemas de salud físicos y emocionales. Por esa razón, es importante reconocer los signos del estrés y atenderlos con ejercicio, durmiendo bien e incluso con una nutrición de calidad en etapas tempranas.
La mayoría de la gente no se da cuenta de ello, pero una buena nutrición puede hacer tanto bien como un baño de tina con burbujas para combatir los efectos negativos del estrés.
Lo cual, indicó hace que “llevar una dieta rica en alimentos saludables como vegetales de hoja verde y proteínas magras, como el pescado, puede consolidar una base firme para tu cuerpo y también ayuda a reducir la inflamación y la oxidación”.
Ya que los alimentos saludables trabajan para reducir los niveles de inflamación en tu cuerpo. Aunque algo de inflamación no es malo —es sólo la respuesta del cuerpo a las lesiones, el estrés e, incluso, al ejercicio— demasiada inflamación por mucho tiempo puede generar estrés oxidativo. Cuando está en equilibrio, el estrés oxidativo puede ayudar a sanar el cuerpo, pero si es crónico o se sale de control puede dañar sus órganos.
Ante, esta realidad, dijo que se deben establecer varios pasos para tener un control adecuado del stress, vía la ingesta de los alimentos.
Revise su dieta: coma alimentos ricos en compuestos antiinflamatorios, como ácidos grasos poliinsaturados (como las almendras, el salmón y el atún), antioxidantes, polifenoles y carotenoides (como el chocolate amargo, vegetales de hoja verde, pimientos de colores brillantes y vino). Estos alimentos, todos ellos incluidos en la dieta mediterránea, consumidos con moderación, son excelentes para reducir la inflamación.
Coma en casa: esto incrementa la posibilidad de que coma una dieta saludable, ya que tiene el control de los ingredientes de sus platillos. Una forma sencilla para llevar una dieta saludable es tener a la mano alimentos frescos y nutritivos. Muchos de ellos los puede tener congelados o secos (nueces, frutas y cereales altos en fibra).
Ejercicio: aunque el estrés a veces provoca que cueste más trabajo estar activos, es más importante que nunca ejercitarse cuando se siente estresado. La actividad física libera endorfinas y reduce los niveles de adrenalina y cortisol, ayudando a disminuir el estrés mental. Las endorfinas son los químicos del cerebro que proporcionan a los corredores ese “empujón” para seguir adelante y que además le permiten a su cuerpo relajarse.
Duerma lo suficiente: un estudio en The American Journal of Human Biology encontró que dormir de forma inadecuada altera la secreción de las hormonas que producen el hambre, haciendo que se sienta hambriento y coma de más. Esta es una de las razones por las que puede comer de más cuando está estresado y le hace falta dormir.
Tome más agua y menos café: ¿alguna vez ha sufrido de temblores por tomar demasiada cafeína? La investigación muestra que la cafeína puede empeorar su respuesta al estrés, de forma que si bien un poco de café le puede ayudar, mejor busque agua durante la tarde.
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