De acuerdo a la Asociación Internacional de Estudios sobre la Obesidad, diversas empresas continúan dañando con su falsa publicidad la salud de la infancia a pesar de sus compromisos reiterados de no realizar este tipo de publicidad a niños y niñas, al respecto la Secretaria de Salud declara que elabora su política contra la obesidad y su regulación a este tipo de publicidad de la mano de las empresas en México.
Pero, de acuerdo a la organización civil El Poder del Consumidor, la publicidad de comida chatarra continúa afectando la salud de los niños a pesar de los compromisos de la industria para restringir sus actividades publicitarias, de acuerdo con una revisión sistemática de la evidencia publicada en la revista científica Obesity Reviews con el título El impacto de las iniciativas para limitar la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia.
La revisión examina la exposición de los niños a comerciales de alimentos y bebidas altos en azúcar y grasa, y encontró que encuestas independientes en Europa, Asia, Australia y Norte América mostraron pocos cambios en los últimos cinco años, a pesar de las garantías de la industria para mejorar. En contraste, los reportes patrocinados por la industria mostraron un remarcable alto nivel de conformidad con sus auto-regulaciones, de 98% o más.
En dicho tenor, Mercedes Juan, titular de la Secretaría de Salud, ha declarado que está diseñando la Estrategia Nacional contra la Obesidad y la Diabetes con la colaboración de las empresas que son responsables de generar el problema. Ha sentado a la mesa a las mismas empresas que se han opuesto a los lineamientos en las escuelas, a las recomendaciones sobre bebidas y a todo tipo de regulaciones que afecten sus intereses comerciales.
Sobre esta información, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, señaló que “en las recomendaciones del grupo de expertos convocados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para proteger a la infancia de este tipo de publicidad, así como en las presentadas por la Asociación Internacional de Estudios sobre la Obesidad y de muchos otros organismos e instituciones académicas, se ha señalado como condición para la elaboración de las políticas públicas contra la obesidad que estas se diseñen libre de cualquier conflicto de interés. Las declaraciones de la Dra. Mercedes Juan dejan ver que la Estrategia vendrá totalmente debilitada, que no tendremos ninguna regulación efectiva de la publicidad dirigida a la infancia ni del etiquetado. La Secretaria Mercedes Juan ha sentado a la mesa al lobo para diseñar la protección de los corderos”.
Ejemplo de esta situación, indica es que en las autorregulaciones: sólo se incluyen a menores de 12 años y no de 16 años como se recomienda; no se incluyen criterios nutricionales pudiendo publicitar alimentos y bebidas con muy altos contenidos de azúcar, grasas y sal; no se prohíbe el uso de regalos, promociones, personajes reales y ficticios para enganchar y manipular a los niños.
El autor principal del reporte publicado en Obesity Reviews, el Dr. Tim Lobstein señala: “Cinco años después de que las compañías anunciaron sus promesas voluntarias de limitar la publicidad de comida chatarra a los niños, nosotros encontramos que la industria no ha hecho lo suficiente. Mientras las compañías reportan que la autorregulación ha funcionado bien, la evidencia colectada por investigadores independientes y por agencias de gobierno muestra que los niños continúan siendo expuestos a publicidad de comida chatarra en altos niveles”.
El reporte señala que Ofcom, autoridad regulatoria de Reino Unido, ha prohibido la publicidad de comida chatarra durante los programas de televisión para niños, y esto es efectivo, de acuerdo a la revisión, pero sólo durante los programas de televisión para niños. “Los comerciales de comida rápida durante programas de televisión familiares en el Reino Unido ha incrementado actualmente desde que se prohibieron los comerciales en los programas de televisión para niños, disminuyendo los beneficios que las normas pudieran haber tenido”. Lo anterior lleve a regular la publicidad en todos aquellos espacios donde la población menor de 16 años es representativa, como lo son diversos programas de televisión familiares.
Comentarios Cerrados