El amor incondicional que un canino muestra a los humanos y en especial a los menores de edad puede ser un elemento de gran aliciente para enfrentar una enfermedad. Ya que el cariño de un perrito puede hacer sentir bien a cualquiera. Pero cuando se trata de un niño enfermo, ese cariño puede hacer milagros.
El hospital Cook Children’s, en el estado de Texas, Estados Unidos, dio a conocer que incluye entre sus programas a Sit, Stay, Play, terapia canina que contribuye a reducir el estrés, la ira, la ansiedad y la frustración que sienten sus pequeños pacientes ante sus enfermedades y tratamientos médicos.
El programa comenzó en enero del 2014. Tres años después, el hospital cuenta con Ralph, Chanel, Journey, Kitty y Lulu, cinco Golden Retrievers entrenados, que a diario visitan a los niños para motivarlos y hacerles compañía en su proceso de recuperación.
“La atención médica de Cook Children’s es vital para cuidar y curar a nuestros niños, pero también tenemos la responsabilidad de ayudarlos emocionalmente, y es ahí donde entran nuestros perritos”, afirma Kizzy Marco, coordinadora del programa.
Añadió que “he visto niños muy enfermos, al borde de la muerte, cuyas caritas se han iluminado al ver al perrito Ralph”.
Una testigo de esta terapia canina, está Stephanie Myers, cuando su hija Baylee, de cuatro años, fue diagnosticada con neuroblastoma.
“No había salido de la cama en una semana. Ralph llegó y vi cómo se iluminaron los ojitos de Baylee. Inmediatamente se levantó y comenzó a acariciarlo y jugar con él. Estos perritos son fantásticos, están ahí para darle fuerza a los niños y animarlos a continuar con sus tratamientos”.
Entre los beneficios comprobados de la terapia canina están el fomentar la actividad física en los niños después de una operación; motivarlos y darles valor para someterse a tratamientos y tomar sus medicinas; reducir pensamientos negativos o sentimientos de soledad y tristeza.
“Cuando reduces la ansiedad en el niño, reduces el estrés inherente a la enfermedad, eliminando así cualquier efecto negativo que obstaculice la recuperación del paciente”, dijo Jamye Coffman, pediatra de Cook Children’s.
Cabe mencionar que el programa Sit, Stay, Play se mantiene de las contribuciones de la comunidad, y no tiene costo alguno para los pacientes de Cook Children’s.
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