En 1980 había 108 millones de personas con diabetes en el mundo; 34 años después (2014) la cifra aumentó a 422 millones, según datos de la revista médica The Lancet, refirió Marcia Hiriart, directora del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM.
La académica informó que de los casos registrados, 28.5 por ciento se debe al aumento de la prevalencia; el 39.7 al crecimiento y envejecimiento poblacional, y el porcentaje restante a la interacción de ambos factores.
Indicó que “por ser una enfermedad multifactorial (sobre todo la de tipo 2) se requiere abordarla no sólo desde la biología y la biomedicina, sino desde las ciencias sociales y la psicología. “Los países más afectados son los de ingreso medio o bajo; por ello, es importante dilucidar cómo controlarla”.
Al respecto, Juan Miranda, investigador del IIBm, enfatizó que esta situación se agrava debido a que en el planeta hay 640 millones de obesos, es decir, casi el 10 por ciento del total de la población humana tiene sobrepeso y esto acarrea consecuencias.
Por su parte, Héctor Bourges Rodríguez, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), analizó las raíces mexicanas de la nutrigenómica.
Lo que le llevó a explicar que “la nutrición es el conjunto de procesos involucrados en el intercambio continuo de energía y materia que ocurre entre los organismos vivientes y su medio”.
El humano necesita alrededor de 100 sustancias provenientes del entorno, que cumplen uno o más papeles metabólicos (los nutrimentos). Además, precisa estímulos sensoriales intelectuales, emocionales, culturales y sociales.
La nutrición, aseveró, es indisolublemente psicosocial, pues no sólo comprende procesos fisiológicos y bioquímicos, sino que cumple funciones sociales y culturales (rituales, de expresión estética, comunicación, vinculación social y hasta sentido de identidad).
En la forma de comer influyen elementos fisiológicos como el hambre y la saciedad, y psicológicos como el apetito, el conocimiento, los prejuicios, los gustos, las preferencias, los temores, los valores, las predicciones, los hábitos, los caprichos y las modas, así como una serie de factores históricos, geográficos, antropológicos, sociológicos, comerciales, económicos y hasta religiosos, apuntó.
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