El embarazo adolescente tiene consecuencias en distintas áreas, como la salud, el desarrollo social y la economía de las personas, además de incrementar las brechas sociales y de género.
De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el segundo lugar en embarazo adolescente, es decir, de mujeres de entre 15 y 19 años.
Esta situación afecta la educación de los adolescentes, sus ingresos presentes y futuros, así como su acceso a mejores oportunidades sociales y laborales.
“Tener un hijo cuando no se está preparado, ni personal ni financieramente, puede representar un duro desafío tanto para los padres, como para la familia y la persona menor de edad. Formar una familia es una decisión que debe de ser planificada para estar mejor preparado, pues implica múltiples gastos, los cuales inician previo al nacimiento del hijo o hija”, Gabriela Aguirre Curcó, Chief Financial Coach de Coru, el coach financiero.
Convertirse en madre o padre es una responsabilidad que cambia completamente la vida de las personas y que, entre otras cosas, impacta las finanzas familiares. Por lo mismo requiere de preparación y de un plan financiero.
Durante el embarazo, una mujer debe realizarse constantes evaluaciones médicas y estudios. Dependiendo del médico, una cita con un ginecólogo puede costar de 700 a 2 mil pesos (100 dólares). Además, se debe acudir al menos una vez al mes para revisión, aunque en las últimas semanas de gestación éstas visitas son más frecuentes.
En el mismo sentido, es importante que la futura mamá se practique estudios de laboratorio como biometría hemática (hasta 2 mil pesos -100 dólares-), examen general de orina (hasta mil 900 pesos –95 dólares-), química sanguínea completa (hasta 900 pesos -45 dólares-), prueba de VIH (hasta mil pesos -50 dólares-) y ultrasonidos obstétricos (hasta 600 pesos -30 dólares-).
Durante el embarazo la mujer cambiará de talla, por lo que necesitará ropa nueva y, dependiendo del estado y los riesgos de la gestación, algunos cuidados especiales que también implican un gasto.
De acuerdo con cifras de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el costo del parto natural en un hospital o clínica puede ir desde los 9 mil 660 hasta los 28 mil 999 pesos (480 a 1450 dólares), mientras que el nacimiento por cesárea va de 11 mil 990 a 43 mil 999 pesos (595 a 2200 dólares). Los costos son variables y, dependiendo del caso, pueden o no incluir los honorarios de los médicos.
A todos estos gastos hay que sumarle artículos como biberones, carreola, chupones, ropa, cuna, consultas y alimento para el bebé, además de medicamentos, en caso de necesitarlos.
Por ello, es imprescindible contemplar todos estos escenarios antes de decidir tener un bebé para afrontar los gastos de mejor manera y evitar deudas. Además de todos estos elementos, es recomendable comenzar un fondo de ahorro para la educación del bebé y acercarse a productos como seguros de gastos médicos o seguros de vida para proteger a la familia ante cualquier circunstancia.
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