Para todo padre de familia es importante tomar en cuenta los siguientes puntos que le ayudarán a detectar si su hijo padece cáncer, evitando que pueda confundir los síntomas con los causados por la mayoría de los virus, que desaparecen entre los siete y diez días, lo que no ocurre cuando se trata de cáncer:
Pérdida de peso, continua y sin causa aparente.
Dolor en los huesos y las articulaciones después de jugar o haber tenido actividad física.
Dolores de cabeza acompañados de vómitos, generalmente por la mañana.
Hinchazones que no desaparecen, sobre todo en el cuello, las axilas, la ingle y el abdomen.
Aumento del volumen del vientre.
Petequias es decir, pequeñas manchas de color rojo vivo que aparecen en la piel a causa de una hemorragia subcutánea.
Moretones o hematomas que aparecen sin haberse golpeado antes.
Un resplandor blanquecino en los ojos cuando la retina se expone a la luz, como si fueran destellos.
Cansancio y palidez constante: Anemia.
Fiebre persistente de origen indeterminado o desconocido.
Infecciones frecuentes: baja inmunidad a las enfermedades.
Al respecto, la Dra. Yadira Melchor Vidal, Oncóloga Pediatra, especialista en trasplante de células progenitoras del Hospital ABC Observatorio de la Ciudad de México, comentó que «cuando se realiza una detección oportuna en los niños, es mayor la probabilidad de cura, reduciendo el número de quimioterapias y de medicación oncológica, ya que el tratamiento para el cáncer en la población infantil es más prolongado en comparación a la etapa adulta».
Comentarios Cerrados