De acuerdo con estudios publicados en la Revista Europea de Nutrición, alrededor del 60% de los niños mexicanos no siguen las recomendaciones internacionales de ingestión diaria adecuada de agua; del total de líquidos que consumen al día, el 42% proviene de bebidas azucaradas y sólo el 32% de agua simple, de ahí la importancia de enfocarse en que los infantes tengan una cultura adecuada del consumo de agua simple en dieta diaria y de forma constante.
Cabe mencionar que en muchos sitios se puede leer sobre los beneficios que aporta al cuerpo consumir la cantidad de agua simple necesaria. Sin embargo, son pocas las personas que tienen el hábito y contribuyen a fomentarlo principalmente a una edad temprana, lo que simplificaría mucho la vida de los más pequeños de la casa.
Comienza la época de calor y, por su naturaleza, al niño le gusta explorar el mundo, esto lo lleva a estar en constante actividad física, por lo que hay que tener especial cuidado con la cantidad de agua que pierde su cuerpo debido a procesos naturales como sudar e ir al baño.
De acuerdo con Gloria Cervantes, Health Marketing de Bonafont, los niños de entre 2 y 12 años de edad, requieren entre 800 ml y 2 litros de agua diaria al día (que equivalen a 4 y 8 vasos de agua), contra los 488.5 ml. que en promedio actualmente consumen (menos de 2 vasos), de ahí la importancia de promover el agua simple como principal fuente de hidratación. Sin embargo, para algunas mamás, lograr que su pequeño tome más agua puede representar un reto, por ello recomendó algunos sencillos consejos que pueden facilitar esta tarea:
1.- Enseñar que beber agua simple es divertido: Generar retos al día, como juntar cierta cantidad de botellitas de 330 ml. vacías al día, para que luego juegue con ellas, también puede inventar formas creativas de beber agua simple como agregar algunos cubitos frutales de hielo para que luzca atractiva para su pequeño.
2.- Enseñar lo que el agua hace por su cuerpo y mente: Hacer un refuerzo positivo con argumentos racionales sobre cómo el agua simple ayuda a cada parte de su cuerpo a desempeñar las funciones necesarias para que él pueda jugar, aprender y concentrarse en la escuela, entre otras actividades.
3.- Predicar con el ejemplo y consumir agua simple frente a sus hijos: ayudar poniéndose lo sugerido en práctica, muchos de los hábitos que adquiere un niño son por imitación, es importante que fomente en casa que el agua simple esté disponible y visible.
4.- Hacer que siempre lleve una botellita de agua consigo: De acuerdo a los hallazgos de un proyecto para la prevención de la obesidad en escuelas públicas de la Ciudad de México, realizado por el Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), se reportó que la disponibilidad de agua simple para consumo en las escuelas es muy limitada.
5.- Modificar hábitos: Durante el día hay varios momentos en los que los niños consumen bebidas: al despertar, durante el desayuno, el lunch, la cena, etc. Se recomienda elegir alguno de éstos y sustituirlos, paulatinamente, por agua simple para que se acostumbre. Por ejemplo, en lugar de mandarle diariamente agua de sabor en su lunch, intercalar algunos días una botellita de agua simple, hasta que puedas sustituirla por completo.
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