Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la Ciudad de México (CDMX), hallaron biomarcadores moleculares para el pronóstico y diagnóstico temprano de lesiones premalignas que puedan evolucionar a cáncer prostático, enfermedad que, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada nueve hombres podrá desarrollar en algún momento de su vida.
La investigadora Sandra Viridiana Salgado Hernández, del programa de Biomedicina Molecular de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía (ENMH), señaló que la finalidad del estudio fue analizar e identificar biomarcadores en Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) en lesiones inflamatorias y su correlación con el Virus del Papiloma Humano (VPH).
El estudio analizó histopatológicamente 64 biopsias de tejido prostático, las cuales fueron clasificadas en tres grupos: HPB, prostatitis y HPB/prostatitis, los resultados arrojaron que 67 por ciento de las muestras (43) fueron positivas a la infección con VPH.
Este descubrimiento, único en el país, sugiere que algunos de los eventos moleculares presentes en la inflamación crónica de la glándula prostática podrían estar asociados con la génesis de la Hiperplasia Prostática y con el posible desarrollo y progresión del cáncer de próstata.
“La infección del VPH es un factor que pudiera ser detonante de una posible relación para el inicio y evolución del carcinoma prostático y de lesiones hiperproliferativas. De lo anterior no hay mucha información en pacientes mexicanos. Se han reportado grupos en Australia que han establecido una posible asociación, pero a nivel epidemiológico solamente”, aseguró.
Reveló que un conjunto de microRNAs o Mirnas, que son pequeñas moléculas de ácido ribonucleico (RNA), pudieran desempeñar un papel central en el proceso inflamatorio de la glándula y en el proceso de génesis del cáncer.
Indicó que “es muy probable que las microRNAs pudieran estar siendo moduladas por la infección viral detonando el proceso inflamatorio. Este hallazgo ayudaría a establecer biomarcadores en el mediano plazo de pronóstico y de diagnóstico para disminuir el número de muertes por el carcinoma prostático”.
Enfatizó que este conocimiento es algo muy innovador, ya que se podría desarrollar un sensor que permita identificar muy temprano el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
El trabajo se hizo con muestras del tejido prostático, pero las microRNAs se pueden detectar en ciertos fluidos como sangre, orina o semen, lo cual resulta más factible porque no es invasivo, de fácil acceso y estable. Lo anterior daría un mejor panorama de cómo se comportan estas Mirnas y permitiría validar su uso como posibles biomarcadores moleculares de pronóstico.
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