Una persona que no duerme suficiente tiene una piel que no irradia salud, se estresa con facilidad y siempre está cansada; ya que al dormir mal se producen radicales libres que son dañinos para el organismo y causan envejecimiento prematuro.
Por ello, si alguien ha invertido en tratamientos de belleza, dermatológicos, cremas, spa, control de peso, cirugías, gimnasios y persiste el cansancio o el mal aspecto físico, tal vez debe reorientar la estrategia y saber que el dormir bien puede darle belleza y la fuente de la eterna juventud.
El doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño (IMMIS), comentó que «dormir es una función básica del organismo, por lo que es recomendable realizarlo en el tiempo adecuado. Dormir bien produce bienestar físico y buen estado de salud, ya que durante el sueño la piel y los órganos vitales se renuevan, se eliminan células muertas, pero también éstas nacen y crecen».
Por el contrario, indicó, se sabe que dormir mal provoca despertar sin la energía necesaria para el desempeño de las actividades diarias, deteriora el aspecto físico ocasionando rigidez facial como ceño fruncido, líneas de expresión y ojeras. De igual manera, la piel refleja los efectos de la falta de sueño y se pone opaca, al igual que el cabello pierde su brillo natural, los ojos suelen irritarse.
Las personas que duermen menos de lo requerido por el cuerpo o que presentan algún trastorno de sueño desarrollan cambios en su aspecto físico; éstos serán tan prolongados como persista el mal dormir y, además, puede provocar enfermedades físicas, advirtió.
Reyes Haro abundó que el dormir bien produce hormonas importantes para el funcionamiento del organismo, durante la noche el cuerpo elimina desechos, se recupera del estrés diario y descansa. Si no se duerme lo suficiente estas funciones se alteran. Una persona que trasnocha frecuentemente ya sea por trabajo, placer o sencillamente por no poder dormir tiene una piel que no irradia salud, se estresa con facilidad y envejece en forma prematura.
Los efectos de la falta de sueño son similares al envejecimiento. Los niveles de cortisol y glucosa aumentan con la deuda de sueño, esto puede provocar presión arterial elevada, diabetes, sobrepeso y obesidad.
Finalmente, el especialista dijo que existe la inquietud en relación al tiempo que se debe dormir cada noche, si bien la respuesta depende de cada individuo, en general se recomienda que una persona adulta en etapa productiva debe dormir de 7 a 8 horas, mientras que los adolescentes deben dormir 9 horas.
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