Hugo López-Gatell, subsecretario de Promoción de la Salud, explicó que se convivirá la COVID-19 y la influenza de octubre a marzo del 2021 y existe una sospecha que este padecimiento aumente su impacto en otoño e invierno y eso será un reto importante para la respuesta sanitaria del país.
Debido a que se tendrán dos amplios padecimientos respiratorios para los servicios médicos, abundó que el cubrebocas es un elemento que recomienda el gobierno y no es negativo de apostar a su uso.
Indicó que las inconsistencias que se le atañen, son falas, pues desde un comienzo recomendó que se utilice de forma complementaria al control de la COVID-19.
Al respecto, lamentó que el Congreso local de Colima discutirá una iniciativa de ley para uso obligatorio de cubrebocas con sanciones de 40 mil pesos a quien no lo use, situación que podría catalogarse de violatorio de los derechos humanos. Recordó que en Jalisco se tuvo un grave incidente por no uso del cubrebocas que provocó una muerte accidental.
Mencionó que las medidas de control de COVID-19 se analizan para que fueran útiles por su carácter masivo como la contención de la pandemia. Además de respetar a los individuos y respetar los derechos humanos.
Indicó qué se debe tener mucho cuidado cuando las medidas de control sanitario hace responsable a las personas sobre la salud de los demás y no caer en coerción autoritaria.
En un país como México que padece alta violencia social y no se puede abusar de los derechos humanos. Por ello, se debe inculcar medidas de decisión propia.
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