Como cada año, el próximo 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una fecha que promueve la salud laboral, pero, indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchos de los países en vías de desarrollo carecen de normas que garanticen la salud y seguridad ocupacional de la población económicamente activa. Lo anterior provoca que, cada año, cerca de 12 millones de personas mueran en edad laboral a causa de enfermedades no transmisibles.
Estos males son traumatismos, agentes ergonómicos, sonidos a niveles muy elevados, agentes carcinogénicos, partículas y virus en el aire son algunos de los riesgos a los que se exponen, día a día, millones de trabajadores quienes, a la larga, desencadenan enfermedades crónicas altamente costosas y fallecen.
En México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), dos de cada tres personas en actividad productiva carecen de prestaciones y, por ende, de servicios médicos, por lo que mantener la salud se convierte en uno de los gastos más fuertes que los mexicanos enfrentan durante y después de su vida productiva.
El rendimiento de la fuerza laboral se va perjudicado “en muchas ocasiones por la falta de conciencia dentro de las organizaciones ya que, a menudo, no se toman el tiempo necesario para capacitar al personal, acondicionar de forma óptima los espacios de trabajo y ofrecer prestaciones laborales que fomenten la revisión médica frecuente”, comentó Hussein Escamilla, especialista de Recursos Humanos de bumeran.com, empresa encargada de esta investigación.
Indicó que México se encuentra posicionado en los primeros lugares, junto con China y Estados Unidos, con el mayor número de personas estresadas a nivel mundial. Es por ello por lo que, la mayoría de las enfermedades crónicas que padece la sociedad mexicana actualmente, se desencadenan por la presión y el estrés laboral al que se expone por años.
Algunos de los padecimientos, desatados por el estrés, que más aquejan la salud y la economía de los mexicanos son:
Depresión y ansiedad: Ambas son consideradas como enfermedades mentales en México y, según datos arrojados por la última Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, la ansiedad afecta al 14.3% de la población, mientras que la depresión la padecen 9.2% de los mexicanos.
Un ambiente tóxico, la ausencia de apoyo emocional, el estrés y la frustración en el trabajo o en el entorno familiar pueden causar este tipo de trastornos que, de no ser tratados a tiempo, tienen consecuencias graves para los individuos que las padecen.
Obesidad y sobrepeso: En México el 73% de la población adulta padece sobrepeso u obesidad por lo que, es el segundo país a nivel mundial con el mayor número de adultos con dichos padecimientos.
Para las autoridades éstos son unos de los trastornos más alarmantes por su acelerado incremento. El sedentarismo y la mala alimentación son factores clave que desencadenan estas enfermedades; una persona con obesidad u sobrepeso es propensa a desarrollar padecimientos más complejos como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Enfermedades gastrointestinales: Estos males son uno de los principales problemas de salud pública en México. La inflamación, el estreñimiento y el dolor abdominal son algunos de los síntomas de esta enfermedad causada por la mala alimentación y el estrés.
Cansancio crónico: Un síndrome que padecen millones de personas alrededor del mundo, principalmente mujeres, y que por sus síntomas es difícil de diagnosticar.
Comúnmente la gente relaciona la falta de energía con el estrés y la carencia de vitaminas. Sin embargo, son los malos hábitos de sueño, la mala alimentación y las adicciones son los encargados de encaminar a este problema, aunque a ciencia cierta no se sabe qué lo provoca.
Dolor lumbar: Los problemas lumbares son más comunes de lo que se imagina, la mayoría de los adultos en su etapa productiva han sufrido alguna vez esta dolencia, lo anterior debido a la mala ergonomía de los centros laborales en los que se desarrollan y también, a la tensión en la zona provocada por el estrés.
El uso de zapatos de tacón y el sedentarismo pueden agravar el problema; los expertos recomiendan acudir de inmediato ante cualquier dolor y evitar el sobrepeso.
Existen otras enfermedades que también aquejan a los trabajadores en la actualidad pero que, sin embargo, no están ligadas directamente al estrés, tal es el caso de: las afectaciones oculares, las enfermedades músculo-esqueléticas, los padecimientos de las vías respiratorias y los problemas de audición.
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