Durante la presentación de la nueva bebida energética Coco Dream, se destacó que este producto es un elemento que busca impulsar el consumo del agua de coco, que es envasado sin uso de conservadores como de otros elementos que le hagan perder sus nutrientes naturales.
Cabe mencionar que el agua de coco contiene alrededor de 45 calorías, 11 gramos de hidratos de carbono (9 gramos de azúcares naturales), 70 miligramos de sodio y casi 500 miligramos de potasio por cada taza. El perfil de nutrientes de las bebidas deportivas varía mucho entre las marcas, pero, en promedio, una taza proporcionará 55 calorías, 14 gramos de hidratos de carbono (todos en forma de azúcar), 105 miligramos de sodio y sólo 30 miligramos de potasio.
En diversos estudios se señala que el agua de coco en el aspecto de hidratación, se indica que el agua pura, el agua de coco y las bebidas deportivas son muy parecidas. Las bebidas que contienen sodio mejoran la absorción de agua, siempre y cuando nuestra dieta contenga una cantidad adecuada de sal. Para las personas que ejercen vigorosamente durante más de una hora o en condiciones extremadamente calientes, beber agua de coco o una bebida deportiva puede mejorar el rendimiento y promover la retención de líquidos durante el ejercicio.
Este producto que está comenzando a ser comercializado en México, dijo, Alejandro Cheto Silva, director de Valle Redondo (marca propietaria del producto) es un concepto natural que abrirse camino en el precepto de bebidas energéticas no sólo de consumo de los deportistas, sino de público en general, más cuando en primavera y verano se padece deshidratación por altas temperaturas.
Al ser entrevistado por este reportero, explicó que este producto está diseñado para todo publicó que tiene una vida activa, no sólo los atletas y será competencia de marcas rehidratantes del mercado, con la diferencia de ser natural y ser un producto mexicano.
Comentó que “tratamos de cooperar con la gente que quiere estar sano y consumir productos sanos; aunado a que con un envasado de aséptico tetraprisma, da caducidad mayor a un año en los supermercados en donde se distribuye como son Walmart, Soriana, 7Eleven, etc.
Por su parte, Jorge Bucio, director de la planta de producción de coco, ubicada en el municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, explico que se le debe perder miedo al coco y su consumo; por ello en los estados de Guerrero y Michoacán se creó este proyecto, para así darle en el futuro una real competencia a Brasil que es el líder mundial en producción de agua de coco.
Señaló en entrevista con este reportero, que la planta de producción se ubica en el Parque del Coco México, con producción de 350 mil litros mensuales de agua de coco creando más de 300 empleos directos y el tema que se busca promover es dar oportunidad de trabajo a los originarios de la región para evitar migraciones urbanas, o se dediquen a actividades ilegales.
Sobre el trabajo ambiental de la planta, la cascara del coco se convierte en sustrato para producción de frutales en especificó de fresas, frambuesas, arándano, etc., ya que la fibra de coco ayuda mucho a estas producciones agropecuarias intensivas, esto al tener el coco mucha agua acumulada en su cubierta; mientras que el hueso se manda a Colima se vuelve en carbón activado para purificación de agua y la pulpa se convierte en aceite.
Indicó que este parque es único a nivel nacional, en donde los mismos productores participan con una mayor tecnificación de producción de agua de coco; y las ganancias sea más diversificada en sus beneficiarios.
Aunque, aceptó que falta mucho para ser competencia global, si bien se están dando los primeros pasos es necesario un mayor trabajo, ya que, ejemplificó que en la India (uno de los tres mayores productores del mundo de agua de coco), desde hace 50 años tiene un centro de estudios y tecnología del coco, mientras que en México apenas las empresas, los productores y las universidades están desarrollando proyectos de este producto.
De acuerdo con cálculos de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca), al menos 10 estados del país cuentan con potencial de siembra de 500,000 hectáreas para la siembra de palma de coco con propósitos comerciales de producción de agua y aceite comestible.
Este producto tiene una presentación en el mercado de un litro (precio de 40 pesos (2.1 dólar)) así como de 500 mililitros (21 pesos (1.1 dólar)), ideal para el uso diario de un individuo que busca rehidratarse y llevar consigo. Destacando que no utiliza azucares. Y que es de adquisición en centros comerciales.
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